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Capítulo 15: "Reconexiones"

Leonardo estaba acurrucado en la manta que Donatello le había regalado, sintiendo cierta comodidad y seguridad en su cálido abrazo. Sus ojos reflejaban una mezcla de inseguridad y confusión, pero al menos parecía estar más en calma que en días anteriores.

Mientras tanto, Donatello trabajaba afanosamente en la construcción del cuerpo robótico para Miguel Ángel. Cada destello de soldador y cada ajuste meticuloso eran una manifestación de su determinación por ayudar a su hermano nuerto. El ambiente en su taller era tenso, lleno de la ansiedad que surgía de la incertidumbre.

En otra parte de la guarida, Yuichi estaba tratando de acercarse a Leonardo. Había pasado tiempo desde que habían tenido una conversación real, desde que Leonardo se había sumido en su estado actual. Yuichi se acercó con cautela, tratando de no asustar a la tortuga.

"Leo," susurró Yuichi con cuidado, "estoy aquí para ti. No quiero que estés solo en esto". Miró a Leonardo con ojos llenos de amor y preocupación, esperando que pudiera llegar a su corazón y traer de vuelta al hermano que conocía.

Leonardo volteó la mirada hacia Yuichi, y por un breve instante, su expresión mostró signos de reconocimiento. Luego, emitió un suave sonido de aprobación, una especie de "chrrp". Era un pequeño avance, pero al menos era un paso hacia la reconexión que todos anhelaban.

Leonardo permaneció apegado a Yuichi, buscando una sensación de seguridad en su presencia tranquilizadora. Yuichi acarició suavemente el caparazón de la tortuga, sin palabras, simplemente permitiendo que el gesto hablara por sí mismo. Era un momento de conexión silenciosa, donde las acciones hablaban más que las palabras.

El ambiente era sereno, con un atisbo de esperanza en el aire. Yuichi se esforzó por mantenerse cerca de Leonardo, ofreciéndole consuelo y apoyo sin abrumarlo con demostraciones excesivas de afecto. Ambos se encontraban en un estado de calma relativa, disfrutando de la compañía mutua en medio de la tormenta emocional que los rodeaba.

Yuichi miró a Donatello con preocupación, inquieto por la situación de Leonardo. "Donatello, ¿qué planeas hacer con Leo? ¿Cómo podemos ayudarlo?"

Donatello suspiró profundamente, sus ojos reflejando una triste resignación. "Ya no puedo hacer nada, Yuichi. Me rindo con él... pero quizá podamos intentar adiestrarlo. Es lo único que puedo pensar en este momento."

La tensión en la habitación era palpable.

Leonardo miró a Yuichi con un destello de reconocimiento en sus ojos, permitiendo que su amado acariciara suavemente su cabeza. Los gestos cariñosos de Yuichi le brindaban un consuelo momentáneo.

Con un grito de alegría, Donatello celebró la finalización del traje. "¡Síííí! ¡Finalmente!", exclamó con entusiasmo, observando con admiración cómo el alma de Miguel Ángel comenzaba a integrarse en su nueva forma metálica. Los movimientos lentos y torpes del robot reflejaban la transición de la conciencia de Miguel Ángel, llenando a Donatello de una mezcla de alivio y esperanza por el regreso de su hermano.

"¿Cómo te sientes, hermano?" preguntó Donatello con ansiedad, observando la forma metálica que alguna vez había sido su hermano. "Yo... ee... no lo sé", respondió Miguel Ángel con torpeza, luchando por adaptarse a su nueva forma y expresar sus emociones a través de su voz mecánica. La incertidumbre y confusión eran evidentes en sus palabras, lo que dejó a Donatello preocupado por el estado de su hermano.

"Donatello, ¿qué sucedió realmente?" preguntó Miguel Ángel con temor, sus luces parpadeando con una mezcla de confusión y aprensión

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"Donatello, ¿qué sucedió realmente?" preguntó Miguel Ángel con temor, sus luces parpadeando con una mezcla de confusión y aprensión. "Fue Leonardo... él... te lastimó", respondió Donatello con cautela, sus ojos reflejando la tristeza y la pesadez del recuerdo. "Pero ya todo está bien, estamos aquí contigo. Todo estará bien, te lo prometo." Miguel Ángel asintió con lentitud, su nuevo cuerpo aún ajustándose a la realidad de lo que le había sucedido, mientras trataba de procesar la noticia que acababa de recibir.

Donatello intentó tranquilizar a Miguel Ángel mientras lo guiaba a mirar a través de la cámara hacia la habitación de Leonardo. "Mira, Miguel, ¿ves a Leonardo? Está bien, solo necesita tiempo", dijo Donatello con una mezcla de esperanza y preocupación. "Puede que parezca un poco diferente ahora, pero sigue siendo nuestro hermano".

Miguel Ángel miró a Leonardo, quien se movía alrededor de la habitación, haciendo ruidos similares a un animal. Una sensación de tristeza y nostalgia llenó sus sensores mientras se preguntaba si el cuidado de Donatello era suficiente para el tortuga que parecía haber cambiado tanto.

Miguel Ángel frunció el ceño mientras miraba a Donatello. "No creo que esté bien tratar a Leo de esa manera, Donnie. Parece que necesita más que solo mantenerlo en una habitación".

Donatello se sintió incómodo bajo la mirada de Miguel Ángel, sintiendo un nudo en la garganta. "Estoy haciendo lo mejor que puedo, Miguel. No es fácil lidiar con su condición, pero estoy tratando de mantenerlo a salvo y cómodo". Sus palabras eran una mezcla de defensa y autojustificación, reflejando la angustia que lo consumía ante la difícil situación con Leonardo.

Miguel Ángel miró el collar alrededor del cuello de Leonardo con tristeza en los ojos. "¿Eso... eso es necesario, Donnie?" su voz tembló mientras se aferraba al borde de la mesa.

Donatello puso una mano en su hombro en un intento de consuelo. "Sé que es difícil de entender, pero es por su seguridad y la de los demás. Estoy tratando de ayudarlo, Miguel, de la mejor manera que puedo". Su voz resonaba con un tono apesadumbrado, reflejando la difícil carga que había asumido en medio de la compleja situación con Leonardo.

Donatello miró a Miguel Ángel con determinación. "No te preocupes, Miguel. Todo estará bien. Lo resolveremos juntos".

Miguel Ángel, en lugar de responder, simplemente se apagó, evitando la conversación por el momento. Era evidente que la situación estaba lejos de ser resuelta y que todos los hermanos en su camino hacia la recuperación.

Donatello intentó encender a Miguel Ángel, pero el robot no respondió. Con un toque de desesperación en su voz, Donatello murmuró, "Vamos, hermano. No me dejes solo en esto. Tenemos que enfrentarlo juntos".

A pesar de sus intentos, Miguel Ángel permaneció en silencio y apagado, lo que solo aumentó la preocupación de Donatello por la situación.

Donatello se acercó a la cama de Rafael y comenzó a revisar su estado, verificando las lecturas de las máquinas médicas que monitoreaban sus signos vitales. Mientras lo hacía, hablaba consigo mismo en voz baja, como si estuviera buscando consuelo en sus propias palabras.

"Hola, Rafael. Sigues aquí, ¿verdad? No te preocupes, hermano, estoy haciendo todo lo que puedo para arreglar las cosas. Estoy trabajando en el cuerpo robótico para Miguel Ángel, pero.. no creo que poder solucionar lo que le pasó a Leo. Necesito que despiertes, Rafael. Necesitamos a toda la familia junta de nuevo... Por favor..."

Donatello continuó revisando las lecturas médicas de su hermano en coma, buscando señales de mejoría o cambios en su estado. Sus palabras eran un susurro de esperanza en la tranquila habitación, mientras luchaba por encontrar una forma de resolver la compleja situación en la que se encontraban.

Yuichi suavemente envolvió a Leonardo en la manta, asegurándose de que estuviera cómodo y abrigado. Con un gesto de cariño, depositó un beso suave en la frente de Leonardo y se alejó silenciosamente, cerrando la puerta con cuidado detrás de él. Leonardo se hundió más en la manta, emitiendo un suave suspiro de satisfacción mientras se entregaba a un sueño reparador.

Leonardo's sleepless night / rottmntDonde viven las historias. Descúbrelo ahora