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Capítulo 17: Reencuentro Difícil

Después de varios días de adaptación en el laboratorio, Leonardo había recuperado una parte de su independencia y comenzaba a explorar su entorno con cautela. Sin embargo, uno de los mayores desafíos que enfrentaba era la presencia de Miguel Ángel, el hermano que había regresado en forma de un robot.

Leo caminaba lentamente hacia donde se encontraba Miguel Ángel, sintiendo una mezcla de emociones. No podía evitar recordar el susto que había tenido cuando vio por primera vez a su hermano en forma de robot. Pero también sentía una especie de anhelo por la compañía de el y el deseo de reconciliarse con él.

A medida que se acercaba, su respiración se volvía más agitada, y sus pasos eran vacilantes. Finalmente, llegó junto a Miguel, quien lo observaba con ojos luminosos y preocupados. Leo emitió un sonido suave, una especie de gruñido, como si estuviera tratando de comunicarse, pero las palabras aún no salían.

El menor extendió su mano metálica hacia Leonardo, buscando un contacto amigable, pero Leo retrocedió un paso, sintiéndose inseguro. El robot emitió una serie de pitidos y luces parpadeantes en un intento de establecer comunicación.

"Leo, hermano, soy yo, Miguel Ángel", dijo con una voz electrónica y cálida. "No te haré daño. Sé que esto es extraño, pero aún soy tu hermano."

Leo, todavía indeciso, mantuvo la distancia, pero sus ojos reflejaban una lucha interna. Las emociones se agolpaban en su mente mientras miraba a Miguel Ángel con una mezcla de curiosidad y temor.

La habitación se llenó de una tensa quietud mientras los dos hermanos, cada uno de una forma completamente distinta, trataban de entender esta nueva dinámica.

Leonardo avanzó lentamente hacia Miguel Ángel, sus pasos aún cautelosos, pero el ambiente parecía menos tenso. Cuando finalmente estuvo lo suficientemente cerca, Mike extendió su mano robótica y comenzó a acariciar suavemente la cabeza de Leo, como si quisiera transmitirle cariño y tranquilidad.

Leo, aunque seguía sintiendo incertidumbre, no pudo resistirse a la suavidad de los mimos de Miguel Ángel. Se acurrucó un poco más, sintiendo el tacto reconfortante de su hermano robot. Sus ojos reflejaban una mezcla de emociones, incluyendo alivio y un atisbo de felicidad.

La manta que Donatello le había regalado estaba envuelta alrededor de Leonardo, como un abrazo cálido que lo protegía. En ese momento, bajo el contacto amigable de Miguel Ángel, Leonardo comenzó a relajarse y a dejar atrás algunos de sus miedos.

La comunicación entre ellos aún era un desafío, pero poco a poco estaban encontrando formas de conectarse en este nuevo y extraño capítulo de sus vidas. A medida que Miguel Ángel seguía acariciando a Leonardo y este se acurrucaba más.

Miguel Ángel se sobresaltó un poco cuando Leonardo se aferró con más fuerza a él, sus sensores detectando la repentina tensión en el agarre. Sin embargo, rápidamente adaptó su respuesta, tratando de transmitir calma y seguridad a su hermano mayor. Sus luces parpadearon suavemente en un tono tranquilizador, mientras continuaba acariciando con cuidado la cabeza de Leo.

Leonardo, aunque había reaccionado con fuerza al principio, pronto sintió la suavidad reconfortante de los gestos de Miguel Ángel. Sus músculos se relajaron gradualmente y su agarre se aflojó, permitiéndole sentir una oleada de tranquilidad que lo envolvía. Se recostó junto al cálido cuerpo metálico de su hermano, permitiéndose disfrutar de la sensación reconfortante de estar cerca de alguien que lo entendía sin necesidad de palabras.

Miguel Ángel continuó emitiendo luces suaves y tranquilas, emitiendo una sensación de seguridad y protección que envolvía a Leonardo en una burbuja de calma. A medida que se quedaban allí, abrazados en silencio, Leo podía sentir la tensión y la ansiedad desvaneciéndose lentamente.

Leonardo y Miguel Ángel estaban jugando en el laboratorio, disfrutando de la compañía mutua en un juego de "trae la pelota". Miguel lanzaba una pequeña pelota y Leo, emocionado, la atrapaba y la traía de vuelta a su hermano robot.

Miguel Ángel sonrió y le dijo a Leo: "¡Muy bien, Leo! Eres un buen chico". Leo respondió con un ruidito emocionado, mostrando su alegría por el elogio de Miguel.

Donatello, observando desde un rincón, frunció el ceño al ver a sus hermanos comportándose como si fueran un perro y su dueño. Aunque su corazón se alegraba por el progreso de Leo, no podía evitar sentir que Miguel Ángel lo estaba tratando de manera infantil. Aun así, mantuvo sus pensamientos para sí mismo, sabiendo que lo más importante en ese momento era el bienestar de Leonardo.

Donatello se acercó a Miguel y frunció el ceño con seriedad. "No me parece que lo trates como a un perro, Miguel. Leo no es un animal, es nuestro hermano", le recriminó, esperando que su hermano robot entendiera la importancia de tratar a Leonardo con respeto.

Miguel Ángel se encogió de hombros y dijo con una expresión infantil: "Pero... ¡Leo se divierte! ¿No ves lo feliz que está?"

Donatello suspiró, comprensivo pero todavía preocupado por la dinámica entre los dos. "Sí, entiendo que se divierte, pero debemos recordar que es más que eso. Leo necesita apoyo y comprensión, no solo juegos de mascotas."

Miguel intentó defenderse ante las críticas de Donatello. "Pero... ¡solo quería jugar con Leo! Él parecía contento..." exclamó con una mezcla de ansiedad y angustia en su voz robótica, sus ojos brillando con una inocencia que parecía haber perdido en su nuevo estado de robot.

Miguel continuó tratando de justificar sus acciones, mientras Leo los observaba discutir con una mirada triste. Después de unos momentos, se dirigió hacia Rafael, acurrucándose a su lado en busca de consuelo. Rafael permanecía en su letargo, ajeno al drama que se desarrollaba a su alrededor. Leo apoyó su cabeza en el cuerpo inmóvil de su hermano y cerró los ojos, dejando que la calma de la presencia de Rafael lo tranquilizara.

Donatello se acercó lentamente a Leonardo, su expresión suavizándose al notar la fatiga evidente en su hermano. "Está bien, Leo. Todo va a estar bien", murmuró con ternura, acariciando suavemente el caparazón de la tortuga. "Solo descansa un poco, hermano..."

Leonardo's sleepless night / rottmntDonde viven las historias. Descúbrelo ahora