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Capítulo 11: "Entre luces y sombras"

Leonardo se acomodó más cerca de Yuichi, su expresión llena de una mezcla de devoción y anhelo mientras lo miraba fijamente. "Yuichi, mi amor, no sabes cuánto significas para mí. Eres mi luz en la oscuridad, mi ancla en medio de la tormenta. No puedo imaginar mi vida sin ti a mi lado", expresó con un susurro cargado de afecto y cariño.

Yuichi le devolvió la mirada con una sonrisa tierna, su mano acariciando suavemente el rostro de Leonardo en un gesto de ternura. "Y tú también eres mi mundo, Leo. Nunca te dejaré solo. Siempre estaré aquí para ti, para protegerte y amarte incondicionalmente", respondió en un tono suave y reconfortante, sus ojos reflejando el amor profundo que sentía por su pareja.

Sin embargo, el ambiente de calidez y amor se rompió repentinamente cuando Leonardo intentó tomar a Yuichi con fuerza tirandolo al piso, su mirada alterada y llena de desesperación mientras luchaba por aferrarse a su amado. "Déjame... déjame tocarte.. Necesito... necesito sentirte cerca, Yuichi ... Por favor, déjame estar contigo", suplicó en un murmullo desesperado, sus manos temblorosas buscando desesperadamente un contacto que le brindara un consuelo momentáneo en medio del caos emocional que lo consumía.

Leonardo comenzó a besar el cuello del conejo y a morder levemente, haciendo que a Yuichi se le escape un leve gemido mientras Leonardo comenzaba a manosear lentamente el cuerpo de su amado. Se escuchaban quejidos de forcejeo constante mientras Leo comenzaba a besar a Yuichi envolviendo la lengua con la suya, casi no dejándolo respirar. La mano de la tortuga comenzó a bajar rápidamente hasta la entrepierna del conejo, comenzando a manosear la zona con desesperación mientras se apegaba cada vez más a su amado. Los suspiros entrecortados y los suaves murmullos de Leo se mezclaron con el leve roce de sus cuerpos, creando una sensación desagradable para el conejo.

Yuichi se apartó con rapidez trás forcejear con fuerza y patear a Leonardo en el estomago. Tosió con fuerza mientras se limpiaba la saliva que había dejado el beso de ambos, su mirada llena de furia contenida mientras se alejaba de Leonardo con determinación. "¡No, Leo! ¡No puedo permitirte hacer esto! No estás en tu estado normal.", exclamó con una mezcla de enojo y preocupación, su voz firme y decidida mientras se mantenía alejado de la figura temblorosa de su amado.

Leonardo se desplomó en una esquina de la habitación, sus sollozos desgarradores llenando el espacio mientras luchaba por contener la confusión y el dolor que lo consumían desde lo más profundo de su ser. "Lo siento.., lo siento. No... no sé qué me pasa. No puedo... no puedo controlarlo", murmuró entre lágrimas, su voz cargada de desesperación mientras luchaba por encontrar una forma de enfrentar la oscuridad que amenazaba con consumirlo por completo.

Leonardo se desplomó en una esquina de la habitación, sus sollozos desgarradores llenando el espacio mientras luchaba por contener la confusión y el dolor que lo consumían desde lo más profundo de su ser. "Lo siento... Lo siento. No... No sé qué me pasa. No puedo... No puedo controlarlo", murmuró entre lágrimas, su voz cargada de desesperación mientras luchaba por encontrar una forma de enfrentar la oscuridad que amenazaba con consumirlo por completo.

Yuichi se arrodilló junto a él, su expresión reflejando una mezcla de preocupación y compasión. "Lo sé, Leo. Estoy aquí para ti. No tienes que enfrentar esto solo", respondió en un tono suave, su mano acariciando suavemente el caparazón de la tortuga en un gesto de apoyo y afecto. "Vamos a encontrar una forma de superar esto. No te dejaré solo."

Leonardo levantó la mirada hacia Yuichi, sus ojos vidriosos brillando con una mezcla de gratitud y angustia. "Gracias, Yuichi. No sé qué haría sin ti. No puedo controlar lo que está pasando dentro de mí. Me aterra la idea de lastimarte o lastimar a alguien más." Su voz temblaba con el peso abrumador de la culpa y la desesperación que lo consumía.

"Entiendo, Leo. Pero confía en mí, vamos a encontrar una solución juntos. No estás solo en esto", aseguró Yuichi, su voz llena de una determinación firme mientras luchaba por transmitir un sentido de esperanza y seguridad a su amado.

Los dos permanecieron en silencio durante un momento, aferrándose el uno al otro en busca de consuelo y apoyo en medio de la oscuridad que los rodeaba. Cada palabra de aliento y cada gesto de amor servían como un ancla en un mar tumultuoso de emociones desgarradoras.

Leonardo agarró el brazo de Yuichi con fuerza, su mirada llena de desesperación y súplica. "No te vayas, por favor. No puedo... No puedo estar solo ahora." Sus palabras resonaron con una intensidad desgarradora, reflejando la necesidad desesperada de no estar solo en medio de la tormenta que lo consumía.

Yuichi suspiró suavemente, su expresión mostrando un rastro de temor y preocupación mientras se acomodaba en la cama junto a Leonardo. Aunque su corazón estaba lleno de incertidumbre y miedo, se mantuvo a su lado, su mano acariciando suavemente el caparazón de la tortuga en un gesto de consuelo y afecto.

Mientras la oscuridad caía sobre la habitación, Yuichi se dejó llevar por el agotamiento y el miedo latente que lo acompañaba, cediendo finalmente al sueño con la esperanza de que la mañana trajera consigo una luz renovada y una forma de aliviar la carga que pesaba sobre ambos.

Leonardo's sleepless night / rottmntDonde viven las historias. Descúbrelo ahora