✨️Ohm✨️Nanon es terco, es algo que he aprendido.
Insiste en que cumplir un mes no es un cumpleaños, pero claramente lo es, mi hijo va a tener 12 cumpleaños cada año.
Finalmente se volvió algo de los dos, porque se ha quedado dormido en el sillón.
Aprende cada día a usar sus cuatro patas y termina agotado en las noches.
Hemos pedido pizza, comimos con la música en el mínimo para no despertarlo, y saqué el vino.
—Ya sé que no tomas —le digo llenando su copa.
—Tampoco deberías hacerlo —responde apoyando la cabeza en el sillón y sonrío.
—Voy a enviarte a la cama después de la primera copa, no quiero correr riesgos.
Él se ríe.
—¿Aún me odias por eso? —me pregunta y yo niego con la cabeza.
—¿Parece que sí?
—No —susurra mirándome.
—Bueno —bromeo mirando a Tanawat— al menos nos salió bonito.
—¿Tenías dudas?
—Claro que sí, podría parecerse a ti —le respondo más serio y él hace un puchero.
Respiro profundo volteando hacia su lado, para explicarle.
—Estoy jugando, nunca me he sentido cómodo hablando de tu físico, porque mi mejor amigo creció recordándome que ibas a ser su Omega.
—¿Y si no hubiera pasado eso?
—¿Qué?
—Si ignoras ahora que existe Force, ¿cómo me veo?
Ladeo la cabeza, pasando la mirada por sus labios.
—¿Hablas de ser objetivo?
—Sí.
Suspiro detallando sus ojos y sonrío, terminando el vino de mi copa.
Voy a servirme más, pero él pone su mano ahí, para detenerme y mueve la cabeza horizontalmente.
—Bueno, no eres horrible —digo nervioso y se acerca.
—¿Es todo?
—Tu sonrisa es bonita —agrego relajándome ya— lo pienso desde que eramos pequeños, porque tú siempre ibas detrás de mí, sonriéndome.
—Me moría de amor por ti —dice tomando también y ahora va a servirse él, pero yo pongo mi mano.
Una y ya.
—¿Seguro de que no me estás confundiendo con Force?
—Force es un idiota —responde estirando las piernas— yo recuerdo también la primera vez que lo vi.
—¿En serio?
—Era tu cumpleaños, fui a tu casa por eso y estabas ahí con él —me explica haciendo una mueca con su boca— había una sola paleta en la mesa y me acerqué a tomarla, pero un niño llegó antes que yo y se la llevó.
Sí, lo recuerdo también.
—Force se acercó a él, lo empujó al piso para quitársela y me la dio a mí.
—¿Eso no es lindo? —le pregunto confundido.
—Te acercaste al niño después y le diste la tuya, porque estaba llorando —dice sonriendo— eso sí es lindo.
Me acerco mirándolo, porque ahora quiero preguntar.
—¿Te gustaba?
—Me gustas —susurra evitando mi mirada.
—Non, no llores —digo al ver sus lágrimas y él me mira.
—Lamento haberte hecho esto —me dice llorando— yo solo quiero que tú seas feliz, y te obligué a estar acá ahora.
—Soy feliz —le aclaro limpiando sus lágrimas— oye que solo tengo 19 años, y sé que sentí en ese momento que estabas destruyéndome la vida, pero no es así, todo está empezando recién para nosotros y no lo entiendes aún, porque no eres tan adulto como yo ahora.
—Solo son meses, Ohm —me recuerda haciendo un puchero.
Suspiro, mirando sus ojos.
—Vamos a transformar esta pausa que le dimos a nuestros planes en algo bonito, y ahora me tienes para siempre a mí también, no solo a nuestro hijo —le digo besando su frente— vas a encontrarte a ti mismo en el futuro, tienes mucho por aprender y yo voy a apoyarte con eso.
Creo que convivir con Nanon las 24 horas del día, me ha hecho conocerlo de verdad.
Esta etapa va a terminarse y cuando salga de nuevo al mundo, tendrá la oportunidad de ser alguien mejor.
Se ha equivocado, pero no tanto como yo.
Los sentimientos cuando eres joven pueden ser confusos, por eso quiero darle tiempo.
—He descubierto todo el valor que tienes, y voy a estar feliz cuando te toque vivir el amor bonito que te mereces con un Alfa que te ame.
Él mueve la cabeza negativamente.
—No tiene que ser Force —agrego sonriéndole.
Intento ignorar lo que escucho, porque no me lo merezco.
Suena a una frase reciclada que suelo decirle a otros Omegas, pero no lo es.
Genuinamente creo que Nanon merece a alguien mejor.