✨️Ohm✨️Un irritante pitido, parece estar taladrándome el cerebro.
Force voltea y está hablando, pero no puedo escuchar.
Solo veo su boca moviéndose, y la verdad es que no hay algo que pueda decir que vaya a importarme en este momento.
—Sal de mi casa, o voy a llamar a la policía —le digo pasando por su lado, y me muevo hacia las escaleras.
Él toca mi espalda y lo empujo, así que entiende.
Asiente respirando profundo y logro leer el "lo siento" en sus labios.
Apoyo mi mano en la pared, al subir, porque la cabeza va a matarme ahora.
Odio haberle dado a una sola persona, el poder de destruirme la vida.
Cuando llego a nuestra habitación, veo que Nanon entra detrás, y sé que está esperando una reacción mía.
No puedo procesar la información que recibí.
Jamás se me cruzó por la cabeza algo así.
—Yo iba a decirte —dice por fin.
Sentí que estaba desprendido de mi cuerpo, por un momento.
Mi garganta me arde y creo que estoy hiperventilando ahora.
Lo ignoro.
Voy al armario y saco su ropa, porque no quiero tener nada que le pertenezca acá.
—Ohm —dice agarrando mi brazo y me detengo— no quiero justificarme, sé que vas a entender si te explico.
—¿Qué voy a entender? —le pregunto volteando a verlo— ¿Quieres decirme que lo que escuché no es verdad?
Me duele más el corazón, porque baja la mirada.
—Ya no es así —susurra sin mirarme.
—No me merezco esto —le digo ya llorando— siempre intenté ser un buen hombre para ti.
—Lo sé —responde intentando acercarse de nuevo— y lo siento, porque yo no quería hacerte daño.
—¡Te acostabas con él! —grito perdiendo el control y niega con la cabeza.
—Nunca lo toqué de nuevo, desde que estoy contigo.
No le creo.
—Ohm, es la verdad —dice como si estuviera leyendo mi mente— no voy a mentirte ahora, quiero decírtelo todo, porque es agotador vivir cargando con mis propios errores.
—¿La verdad es que te metiste conmigo por mi dinero? —le pregunto y no responde— ¿Tú odiabas estar conmigo pero lo hacías por las cosas que te daba?
—Ya no es así —susurra agachando la cabeza y yo limpio mis lágrimas.
—¿Valgo tan poco para ti?
—No —responde llorando.
—¿Nunca fue suficiente todo el amor que intenté darte? ¿Yo soy tan poco para ti que tengo que compensarlo con dinero?
—Ohm, no —dice intentando tocarme, pero no le dejo.
—¿Pensabas usar a nuestro hijo para obtener siempre algo económico de mí?
—Lo siento —responde mirándome, y reacciono sin detenerme a pensarlo.
Mi mano se levanta y lo golpeo en la cara.
Retrocedo volteando y saco una maleta, para meter sus cosas ahí.
—El bebé se va a quedar acá, y no vas a verlo nunca más.
Él me mira temblando, y ya no habla, solo está llorando.
No me da lástima, yo no le creo nada.
—No eres la persona que amo, a ti no te conozco, y no quiero que vuelvas por acá, nunca fuiste un buen papá para Aroon, porque no eres una buena persona, y si es necesario voy a usar todo el dinero que tengo para que no vuelvas a acercarte a mí.
Antes de conocer a Nanon, mi amigos creían que yo no tenía un corazón y yo lo pensaba también.
Él me hizo descubrir que si existía uno en mí, pero ya lo rompió, así que no lo tengo más.