✨️First.✨️Después de las 9, Ohm tiene que estar en el trabajo, pero no me ha llamado.
Creo que voy a tener que ser más eficiente, para sacar a Nanon de mi casa.
Ahora ya no me necesita para cuidar a su hijo, porque está ahí.
Va a quitarme todo, poco a poco.
Subo las escaleras revisando los pasillos, porque hay mucho silencio.
—¿Por qué sigues acá? —le pregunto entrando en la habitación de Aroon y él me mira.
Está solo con el estúpido bebé.
Yo iba a ser capaz de aceptarlo como mío, aunque mi lobo siempre lo ha rechazado.
Apesta a Nanon, pero Ohm lo ama, por eso decidí obligarme a amarlo también.
—Porque es mi hijo —responde y yo sonrío acercándome.
—¿Es doloroso que tu hijo me quiera más?
—No estoy compitiendo contigo por su amor, First.
Resoplo haciendo una mueca.
—¿Por qué estás actuando aún de esta manera? —le pregunto levantando los cojines— ¿Hay micrófonos acá que te impiden mostrarte como eres?
—¿Cómo soy?
—Tú nunca amaste a este bebé.
—No quería formar un lazo cercano con él, porque pensaba que iba a dejarlo con Ohm, y no era solamente por el dinero.
—Y ahora piensas que...
—Sin embargo —dice interrumpiéndome— es mío, estuvo en mí, y fui lo primero que vio cuando abrió los ojos.
—Tan lindo —respondo con sarcasmo aplaudiendo y él suspira.
—Lo cuidé desde que nació, y lo voy a cuidar hasta que me muera —agrega dando un paso hacia mí— puedes quitármelo todo si quieres, pero no vas a hacerle daño.
—Veremos.
Camino a la puerta, y suspiro, mirándolo.
—Ohm me folló en tu cama todas las noches desde que te fuiste —le cuento satisfecho por la expresión en su cara— tu bebé muerto no pasaba por su cabeza, y va a olvidar también al que tienen, cuando pueda acabar con él.
Volteo para irme, y choco contra el cuerpo de Ohm.
Siento un escalofrío recorriéndome al verlo, y aclaro mi garganta.
—Soy muy idiota —dice y yo niego con la cabeza.
—No estaba hablando en serio.
—¿No?
—Ohm, es Aroon, tú sabes que nadie lo ama más que yo, ¿realmente crees que yo le haría daño a mi bebé?
—First —me dice despacio— nunca ha sido tu bebé.
Lo miro a los ojos con un nudo en la garganta, porque eso es todo.
No tolero que siga tratándome así.
—¡Si intentas dejarme voy a matarlo! —grito señalándolo con un dedo— ¿No ves que Nanon ha regresado a arruinarte la vida?
Se aleja y yo golpeo su pecho, porque es un idiota.
—¿Por qué no puedes solo ser feliz conmigo?
Me acerco a la mesa y agarro la botella que veo ahí.
—Ohm, tú sabes que es malo, yo solo quería asustarlo, no era en serio, si se va, vamos a poder seguir siendo felices, los tres.
Veo que mueve la cabeza negativamente y grito de nuevo, rompiendo el vidrio.
Quizás también tenga que hacerle daño a él.
Mi mirada va afuera, cuando escucho las sirenas de la policía.
—¿Qué hiciste? —le pregunto y él agarra mi mano con fuerza, doblándomela.
—No vas a volver a acercarte a mí.