✨️Ohm✨️Amo terminar mis responsabilidades y solo irme a pasar el tiempo con Tanawat.
—Vas a amar el pastel cuando crezcas —le digo besando su pancita, y se remueve en el sillón moviendo sus cuatro patas— pero, no vas a comerlo mañana, porque eres un bebe.
Beso su cabecita y veo el reloj de la sala.
Ya tengo que quitar la ropa de la lavadora.
Lo levanto para meterlo en la cuna grande donde tiene los juguetes, y voy a las escaleras para subir.
Entro en mi habitación para buscar los ganchos, y escucho la puerta del baño abriéndose.
—Non —digo asomándome— ¿Puedes ayudarme con los globos cuando bajes?
—¿Compraste muchos? —me pregunta acercándose, mientras hace un nudo en la toalla que tiene en la cintura.
Mi mano presiona la pared, porque me ha puesto nervioso.
—Algunos —respondo mirando las gotas de agua en su rostro.
—Voy a hacerlo, ¿ya vamos a comer?
—Sí —susurro viéndolo pasar por mi lado.
Se sienta en la cama, estirándose y no puedo evitar mirar su cuerpo.
—Tengo hambre —dice agudizando la voz y yo me acerco.
—Voy a servirte —le aviso sonriéndole y paso la mano por su cabello húmedo— sécate, no quiero que te enfermes, porque significará más trabajo para mí.
—¿Por qué no te preocupa mi salud? —me pregunta cruzando los brazos.
—Estoy bromeando —le aclaro.
Él estira las manos a mi rostro y pone una en mi frente, entreabriendo los labios.
—Estás caliente —dice frunciendo el ceño y yo me río nervioso.
—¿En serio?
—Sí —responde ladeando la cabeza— ¿Y si va a llegarte el celo?
Me acerco al calendario y no, faltan unos días.
No creo que vaya a adelantarse.
—Voy a irme por ahí si llega —le aviso y su mirada cae.
—Claro.
—Solo yo —le explico acercándome otra vez y él me mira a los ojos— es para no incomodarte, no me interesa buscar algo más.
Suspiro porque solo asiente, pero parece triste.
—Los Omegas están sobrevalorados —digo tratando de arreglar esto— no quiero uno, puedo encerrarme por ahí, estaré bien lejos de todos.
Cierro los ojos, porque se levanta y va a irse.
—Nunca volvería a casa oliendo a alguien más, yo respeto a mi hijo —agrego deteniéndolo— y a ti.
No sé si me cree, pero es verdad, todo lo que necesito ya está en esta casa.