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LUKE

"Eso te toca averiguarlo a ti."
esas fueron las últimas palabras de mi padre antes de que yo saliera de su oficina. No cambie mi ropa ni me tome el tiempo para empacar un cambio. Mis manos solo alcanzaron las llaves de mi auto y mi billetera. Mi mente y cuerpo entendían lo que tenía que hacer llegar a ella era la única misión.

Ni siquiera pensé en usar el jet privado. Cuando me di cuanta ya estaba en el aeropuerto.

Mi cerebro eligió las dos horas con diez minutos de vuelo de Chicago a Nueva York para torturarme con la tonta e infantil promesa que le hice a La Niña Nic hace casi diez años.

Casi como una película se reprodujo en mi mente ese día una y otra vez.

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Su mano llegó en una bolsa de basura dos días después de su secuestro.

La esposa del jefe de la Bratva fue su punto débil y los serbios lo sabían muy bien.

Lo único que pedían para liberarla era que deshiciera su alianza con la cosa Nostra. Nuestra guerra con ellos los estaba acabando. Al principio se negó porque nuestra alianza era verdaderamente fuerte.
O eso creíamos.

Porque después de recibir la mano de su esposa en una bolsa, la alianza se dio por terminada. Pero para los serbios ya no era suficiente, solamente ellos saben lo que realmente pasó ese día, porque cuatro horas después el resto del cuerpo llegó hasta la puerta de su casa. Nunca había visto tanto dolor en los ojos de un hombre.

Mi padre me pidió cuidar a Nicola y esconderla por el resto de la tarde y eso fue lo que hice...

Camine a su lado cerca del acantilado, siempre bromeaba con convertirlo en una fosa común donde enterraría a todos los enemigos de su padre.

—escuche a Milo decir que mi madre no regresará —su voz era casi silenciosa, pero no había una sola pizca de debilidad en ella. —¿es eso cierto?—me preguntó tragándose el nudo de su garganta.

No fui capaz de responder. La rodeé con mis brazos, con una mano la envolví y con la otra presioné su cabeza en mi pecho.

Eso fue suficiente para que ella supiera la verdad. Su madre no regresaría. Era tan pequeña solo 8 años. Pero más inteligente que cualquiera de los hombres de su padre.

—los serbios vendrán por papá tarde o temprano. ¿Que pasara conmigo entonces? —me preguntó unos minutos después. Yo no pensé mi repuesta, simplemente lo dije.

—cuando eso pase, yo te cuidaré. ¿Somos amigos no? Yo me encargaré de ti. —le prometí con quince años de edad a una niña de ocho años que yo sería su héroe.

Aun sabiendo que nuestra alianza con la Bratva acababa de convertirse en polvo.

—¿promesa?

—promesa...

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Llegar al hospital central de Nueva York no fue un problema. El problema fue haber venido sin guardaespaldas.

Creí que mi padre ya tenía todo arreglado, pero encontrarme con 4 hombres custodiando la puerta del hospital y otros tantos al pie de la habitación de Nicola me hizo darme cuenta de que ella aún no está a mi cuidado y yo ya cometí el primer error.

—¿así que tu papi te envió a ti a recoger el paquete? —me giró para encontrarme cara a cara con Iván. El idiota que asesino a Maxim Belov y tomó a la fuerza el mando de la Bratva.

No te enamores (original ✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora