🌸︴ Capítulo XI

29 9 0
                                    

Los anaqueles aparentemente estaban en desorden como mencionaron, incluso al remover un poco las cajas había notado rastros extraños de  ¿Sangre?. Estaba intrigado y es por ello que se agachó para indagar y descubrir la fuente de esas peculiares huellas.

Era obvio que estaba empezando a creer que algo había mál, sabía que no se trataba de fantasmas o un espíritu como decían las chicas de su salón. Durante toda la última clase aquellas chiquillas se la pasaron hablando de maldiciones y pidiendole a San que se hiciera cargo de eso, ya que era su modelo a seguir, ellas eran sus fans y por primera vez se sentirían unidas a el, si este accedía a ayudarlas.

Una sonrisa de diversión se escapó de sus labios cuando se dio cuenta de que aquello no era sangre real. Las chicas habían dejado la botella debajo del estante, eran malas realizando bromas o tratando de aparentar cosas.

Al intentar alcanzar la pequeña botella de sangre artificial, escucho la puerta, escucho pasos y escucho una voz. Esa voz la conocía a la perfección. Al intentar levantarse se golpeo con una de las base del anaquel, llamando la atención del recién llegado.

San no estaba listo para encarar al contrario o al menos eso creía, después de todo era muy reciente lo que estaba analizando "¿Estoy siendo egoísta?" se cuestionó el rubio cuando estaba incorporado y podía ver a la perfección la silueta de Wooyoung buscando ver en medio de la oscuridad que ofrecía el cuarto.

Una oleada de culpa lo acaparó, no podía ocultarse aún que quisiera pues Wooyoung lo había escuchado y visto. Avanzó a paso lento hasta tener de frente y a unos pasos de distancia al contrario. La huida de su realidad no llevaba ni dos días y ya le estaba pidiendo ser valiente.

La reacción del menor lo sorprendió, primero parecía sorprendido y ahora parecía enojado. Apartó la mirada de San, volviendo a darse la vuelta para intentar abrir y ahora con más desespero. Fue entonces cuando se dio cuenta que algo estaba mal con el y con Woo. Quería oírlo y verlo sonreír como cada contada ocasión en la que lo había visto.

Esa sensación de frío e incomodidad fue lo peor que pudo conseguir entre el y Woo. Incluso el menor pareció entender que el rubio estaba renuente a hablar con el, puesto que el silencio era abismal, solo la puerta realizaba sonidos al ser violentamente sacudida.

Paso con dificultad la saliva que le impedía decir palabra alguna. Ahora acorto la distancia para colocar una de sus manos sobre la cerradura de la puerta, tocando con ligereza las manos de Wooyoung, acercandose por detrás del cuerpo ajeno. Demasiado cerca, demasiado contacto, que pareció incomodar más al menor ya que salió corriendo de la cercanía y ayuda silenciosa que San ofreció.

Permaneció detrás de él, observando en silencio como este trataba de abrir la puerta.  Aun pasaba algo, el pelinegro necesitaba aire que era imposible necesitar, sentia un calor que era imposible tener con su temperatura, quería hablar algo que no era necesario ya que podría incomodar al rubio. Estaba siendo demasiado reservado y cuidadoso con sus acciones.

─No puedo abrirla. ─Finalmente aporto el rubio, terminando con el silencio.

Giro un poco la cabeza para buscar a Woo con la mirada quien aún permanecía en silencio detrás de él. Fue entonces cuando resignado a dejar de actuar como un idiota se dio la vuelta por completo.

─Buscare mi celular... Le llamaré a Mingi.

San apretó los labios al ver al pelinegro buscar con interés en su mochila lo que había comentado. Quería hablar con sinceridad pero ese nombre le pedía seguir con su actitud. "No te gusta Wooyoung" seguía repitiéndose en su mente "Solo se parece a el, pero a el debo evitar recordarlo".

Pero eso tardaba más de lo que debía, Woo estaba sentado en el suelo, sacando cada una de las cosas que estaban en su mochila.

─¿Que sucede?

─No encuentro mi celular

─Ire por el mio. ─Una vez San desapareció de la vista del menor, tomó su mochila para buscar de igual manera su celular, desde el lugar en donde había dejado sus cosas.

Tras unos segundos estaba frente a un chico en demasía adorable, ese Jung estaba acostado en el suelo, con la mirada fija en la puerta, prácticamente estaba solicitando con plegarias que se abriera. Puesto que la tarde no era eterna, los rayos del sol descendían cada vez más, anaranjados eran ahora, cada vez más profundos y menos perceptibles.

San finalmente entendió lo que había pasado, no se percató en que momento tomaron su celular e incluso parecía igual para Woo. Dada la oportunidad, esta vez no podía desaprovecharla. Con lentitud se cruzó de piernas para sentarse en el suelo y hacerle compañia a un derrotado Woo.

─¿Te aburre la idea de estar a solas conmigo o tienes algo importante que hacer?

─En absoluto, me da miedo molestar. ─Demasiado sincero y directo para San. Quien no tardó en buscar la mirada de Wooyoung.

En cambio el menor rodo del otro lado, no quería ver al rubio pero tampoco quería alejarse más, era demasiado amplió el almacén para desear adentrarse. En todo caso si alguien llegaba a abrir la puerta necesitaba estar cerca.

─Woo... Por favor mirame, hablemos.

─No es necesario. Solo dejame escuchar si alguien pasa por aquí.

─Wooyoung por favor, no te comportes así.

San ahora estaba recargando todo el peso de su cuerpo sobre sus pantorrillas, sentando sobre si y listo para actuar. Para estar frente al cuerpo del menor que le daba la espalda.

Al no obtener una respuesta de su parte trato de girarlo para poder hablar de frente y eso solo ocasionó un forcejeo ya que Woo se rehusaba a ser visto en ese estado. Estaba llorando y sabía que si no podía detenerse aquel rubio lo vería y más aún, la vergüenza de actuar como un tonto.

Pero entre todo San era necio y ahora sabía que lastimó a ese chico en su intento por estar bien, ignorar no era la manera de resolver un problema ya que estaba creando o había creado otro más.

Al ejercer un poco más de fuerza y conseguir sostener ambas muñecas del chico, levanto un poco aquel cuerpo, una distancia que atentaba contra el espacio personal, aquellas respiraciones chocaban y la de woo sobresalía un poco más al tratar de controlar su sentimiento para no llorar más.

─¿Por que estas llorando? ¿Te hice daño?. ─El rubio estaba asustado, así que soltó con lentitud las muñecas del menor, llevando uno de sus brazos a la cintura ajena para sujetarlo con firmeza y evitar que huyera una vez más.

Wooyoung negó con la cabeza, fruncio el entrecejo al descarado agarre del rubio, aun que intentó alejarse y volver a luchar, ese San parecía diferente al que había visto, estaba renuente a dejarlo ir.

Ahora que estaba tan cerca no podía pensar con claridad, incluso si bajaba la mirada, los brazos de San lo estaban sujetando, si veía a los lados, la respiración de San lo estaba estremeciendo, en su cabeza era incomodidad y algo inadecuado debido a que Mingi era el único que podía sujetarlo así y ahora no podía pensar en ese agarre como algo de un amigo a otro amigo.

─San, por favor sueltame.

─No, ya que no quieres hablar tendras que escucharme adecuadamente así.

Gracias por leer, siendo que ha ido muy lindo el recorrido de este fic, dejaré un cap más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Gracias por leer, siendo que ha ido muy lindo el recorrido de este fic, dejaré un cap más. Que solo lo hago si me atrase una semana.

Pero que gusto, gracias, espero que estén disfrutando de este fic 💞.

𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐒𝐭𝐨𝐫𝐲 [ᵂᵒᵒˢᵃⁿ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora