Roke
Tomada de la mano de Zion. Entramos al gran teatro, ver a toda esa gente con trajes y vestidos finos me trajo recuerdos de mi vida pasada.
Algo en mi estómago comienza a formarse por los nervios, se siente tan familiar y a la vez tan lejano. No tengo idea de porqué papá quiso verme aquí, ni tampoco tengo idea porque quiso que usará ese collar. Claramente no lo use, tal vez fue una pequeña rebelión, pero ¿Porqué haría algo que el querría? Toda mi vida he estado sola, él me abandonó con mamá, su dinero para mí no significó nada. Dejó que el monstruo se aprovechara de mi.
No. No está noche Ro, despeja tu mente.
Zion parece darse cuenta, pone su mano en mi cintura y me atrae hacia él. Susurra a mi odio:
– Si te sientes incomoda podemos irnos. No tienes que hacer esto.
Estoy a punto de contestarle cuando alguien nos intereumpe. Se aclara la garganta 7 habla:
– Señorita Capetelli y compañía, bienvenidos. Por aquí, porfavor– señala con su largo brazo delgaducho. Mira a Zion y sus ojos lo recorren como si estuviera hambrienta, como si quisiera devorarselo. Yo me tenso y una ola inesperada de celos me golpea. Zion es mio.
Zion se da cuenta. Con sus dedos roza mi mandíbula y vuelvo a verlo, me sonríe en esa manera sexy que tiene de hacerlo, inclina su cabeza y me besa apasionadamente. Tanto, que me empieza a faltar el aire pero el no se detiene hasta tiempo después.
– Mi novia y yo estamos listos para seguirla–. Espeta Zion sin quitarme los ojos de encima y mi corazón se siente completo. Soy suya, le gusto yo, y eso me hace tener cosquillas en partes que me da pena mencionar.
La mujer nos mira incomoda, pero nos lleva en silencio hasta el segundo piso donde están los palcos, pero en lugar de entrar en uno de ellos, nos conduce a una pequeña sala. Zion no deja de apretar mi mano asegurándome de que está para mi.
– Por aquí. El señor Brown los espera–. Nos dice y sus ojos bajan a la parte íntima de Zion, se muerde los labios y la ira estalla en mis venas. Doy un paso firme frente a ella, sintiendome envalentada por primera vez en mi vida, cuidando de lo que es mi.
Wow. Celopatia se llama Ro.
– Dejá de ver a mi novio así. Por si no te haz dado cuenta somos pareja, quita tus asquerosos ojos de lo que es mio– gruño ofuscada. Zion se queda tieso, literal. No voy a permitir que me irrespeten más, se acabo, la pobre niña débil y triste, Zion me ha declarado su amor, tengo a Leani que me quiere y el señor Baker ha sido bueno conmigo junto a su esposa Anna. Hoy decido defenderme y defender lo que es mío, y dar el siguiente paso.
– Catarina, déjanos solos–. La voz profunda de papá me deja a mi tiesa. La tal Catarina sale sin mirarnos. Siento a Zion moviéndose a mi lado, su mano se posa en mi cintura y me pega a su cuerpo. Besa mi mejilla y susurra.
– Tranquila cariño. Estoy aquí.
Asintiendo. Respiro profundo y vuelo mi mirada a papá. Está parado en el centro de la pequeña sala vestido con con traje negro y su imposible altura. Papá es un señor atractivo, entiendo porque mamá se volvió loca por él.
Papá me mira unos segundos más de pies a cabeza, luego mira a Zion, su ceño se profundiza y veo como sus ojos se ponen el alerta.
– Admito que crei que estaba viendo mal, que mis ojos me engañaban, pero no. Aquí estas, junto a este hombre– dice despectivamente mirando a Zion.
– Se llama Zion y es mi novio–. Digo rápidamente.
– Roke es mía –. Gruñe pusesivamente Zion. Mi papá luce enojado y confundido. Hace un ruido molesto.
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SOLAMENTE MÍA.
RomanceRoke no era su verdadero nombre. Siempre fue especial, diferente, callada y casi nadie la notaba. Su vida pasaba sin pena, guardándose los momentos que la marcaron. Hace tres años había llegado a la mansión Baker, nadie sabía mucho de ella, por es...