10. Pequeñas partes reveladas

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Roke

Corriendo, voy a mi habitación. Me encierro, comienzo a llorar de una manera histérica ¡LO ARRUINE! Me expuse tan tontamente. Si Zion supiera todo lo que se de él, se asustaría.

Con las manos temblando, estoy dirigiéndome al baño cuando mi puerta se abre de golpe. No le puse seguro, mis ojos se agrandan, la mirada de Zion es feroz.

– Como sabes lo de mis padres adoptivos –. Exige saber, su tono de voz me da miedo, todo su cuerpo grita peligro.

Trago grueso saliva, las lágrimas ruedan por mis delgadas mejillas. Niego con la cabeza.

– Roke... gruñe. Doy un paso hacia atrás, el da una hacia adelante, es amenazante. Mi pecho se estruja, me falta el aire, no puede ser... no puedo estar teniendo un ataque de pánico en este momento.

– ¡ROKE, CONTÉSTAME!–. grita. Está fuera de sí. Entonces mi mente viaja hacia años atrás...

¡NO! ¡NO PORFAVOR! !NO LO HAGAS! Grito angustiada. Se que es inútil rogarles, se que es inevitable.

Él monstruo me agarra del pelo, jala tanto de mi cuero cabelludo que me arde, siento como me esta arrancando mi melena.

¡Ven aquí niña estúpida! Gruñe furioso. Ella observa, mamá sonríe complaciente, le gusta verme sufrir.

Eso te pasa por ser tan inútil Rosalynne, además de inútil eres horrible... debí aportarte, así solo seria madre de alguien exitosa, no de un fracaso como tu...

Sus risas combinadas con el dolor de mi cuerpo y alma, es una tortura.

Po-porfavor ... du-uele...

¡Otra vez con el tartamudeo! Te voy a enseñar lo que es hablar bien....

Me entrego a esos recuerdos, tan vividos, tan reales, a veces imagino que nada de eso pasó, pero cuando mis ataques de pánico llegan, todo viene como una avalancha llena de caos.

Zion

Los gritos de Roke no tenían razón de ser. Si, estaba molesto pero no creí que eso le causará una reacción así.

Su mirada está perdida, su cuerpo tiembla y los gritos. !Dios!

Me acerqué a ella.

– Roke...

– !No me toques! ¡No me hagas daño! ¡ya no! Porfavor... no puedo... no puedo...

Estaba atónito. He visto ataques de pánico, Edmund los tenía, vi a Anna tener uno, pero esto ... Roke esta desquiciada.

– ¿Qué pasa?–. La voz de Leani me hace volver a verla. Sus ojos se agrandan, viene corriendo para ayudar a Roke.

– ¿QUE LE HICISTE?- exige saber.

– ¿Yo? ¡NADA! Esta como loca...

– Roke, respira. Mirame Roke, soy Leani, mirame. Respira conmigo, respira así...

Leani comienza a respirar, Roke logra enfocarla. Tiene los ojos hinchados de tanto llorar, comienza a volver esa mirada, la que reconozco.

No puedo dar crédito a lo que acaba de pasar. Ella me miró como si yo fuese el diablo. Como si quisiera dañarla de una manera terrible ¿Qué le pasó? ¿Qué le originó ese trauma?

– Le-eani...

– Zion vete...

– Pero...

– ¡Vete!

SOLAMENTE MÍA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora