Roke
¿Cómo es que ya pasaron tres semanas? Se siente como si ha pasado una vida entera. He vivido en modo avión desde que Zion y yo terminamos. Y "por terminar" me refiero a él. Es un cobarde y poco hombre. Me dejó en un momento tan bajo, lo odio.
No puedes odiarlo, lo amas demasiado.
Suspiro. Trato de alejar esos pensamientos. Escucho unos golpecitos en la puerta.
— adelante.
La puerta se abre y me quedo congelada. Es Vivian, mi media hermana y la mujer con que Zion se acostó. Trago grueso saliva. Papá me dijo ella no vendría, que estaría lejos. Se detiene en el umbral de la puerta, me mira de pies a cabeza y forza una sonrisa. No nos parecemos en nada, ella tiene todo de papá y su estilo americano.
— Hola— dice con su voz apretada. Intentó sonreir, pero creo que salio como una mueca fea.
— Ho-hola—. ¡Maldita sea Roke! ¿Tartamudear? ¿En serio? Cierro los ojos. Escucho que se acerca y los abro rápidamente. Ella es alta, rubia y tiene un aura a fineza que me hace sentir pequeña.
— No sabia que existías, ni mucho menos que eras la empleada de servicio de la mansión Baker. Admito que me dolió la confesión de mi papá, porque jamás pensé que fuera tan desgraciado como para tener una hija fuera del matrimonio.
Ouch. Yo tampoco tuve la culpa de nacer en estas circunstancias. Si supiera que somos dos hijas.
No dije nada, solo la mire tratando de ser fuerte, de no sentirme menos. Yo era Roke, simplemente Roke. Nadie volvería a humillarme, ni a hacerme sentir una carga.
— Yo lo supe desde que tengo uso de razón. Jamás me imagine que iba a pasar esto, no tenía intenciones de nada, para mí, todos estaban muertos— siseo con rencor. Vivian asiente, su rostro no tiene expresión alguno más que cautela.
— Xander llegará en la noche, quiere conocerte. Hasta éste momento, papá ha manejado bien tu existencia, no hay rastros de ti en ninguna parte. No creo que permanezca así, la verdad siempre sale a la luz. Da gracias a Dios que mamá ya no figura en la imagen, porque si no, te odiaría con toda su alma por ser una mancha en nuestras vidas.
Trague grueso saliva. No le baje la mirada. No entendía ¿me odia? ¿Me está amenazando?
— No me importa sus vidas, solo acepte venir con él porque me prometió que me ayudaría a buscar un apartamento para mi. No quiero nada de ustedes. Tu misma lo sabes, trabaje en casa de Zion como servidumbre más de tres años, sabiendo quien era mi papá y no me aproveche.
Vivian asiente. No logro comprender que siente hacia a mi, no me lo deja claro me habla con voz tranquila pero sus palabras llevan cierto rechazo.
Mucho rechazo Ro.
— Zion te va a romper el corazón. Es un mujeriego y tiene problemas. No se que pasó entre ustedes, pero Zion no es para ti— diciendo esto último se dio la media vuelta y se fue. Cerré los ojos y caí sentada en la cama. Me llevé las manos al vientre.
Estoy embarazada. Estoy esperando un hijo del hombre que terminó todo conmigo porque no pudo soportar perder a su hermano. Oh Dios.
Hace una semana...
Zion
Todo se fue a la mierda. Edmund resultó tan herido que está en coma, Anna está hecha una loca, llora por todo, está demasiado pálida y no come. Su bebé corre peligro pero ella no entiende. Leani es otra fuente rota que no deja de despotricar y culpar a los alemanes por el estado de Edmund.
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SOLAMENTE MÍA.
RomanceRoke no era su verdadero nombre. Siempre fue especial, diferente, callada y casi nadie la notaba. Su vida pasaba sin pena, guardándose los momentos que la marcaron. Hace tres años había llegado a la mansión Baker, nadie sabía mucho de ella, por es...