18. Mi pasado.

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Zion

Con la promesa de matarlos a todos, dejo por unos segundos más que mi mente planee toda clase de dolor posible para los abusadores de mi mariposita.

– ¿Estás bien? Tu corazón está palpitando muy rápido–. La voz de mi mariposita es pequeña, débil y odio que se sienta tan frágil. Me obligo a calmarme.

Cuando cortamos nuestro abrazo, veo los ojos de Roke hinchados por llorar, me rompe el corazón verla así. Hay algo más, tiene que haber algo más en la historia de Roke, necesito saberlo todo. Pero no creo que pueda dármelo en este momento, así que para sacarla de esa expresión dolorosa, tomo sus delicadas manos y las beso.

– Gracias por no juzgarme Zion–. Dice aliviada, extrañado poregunto:

– ¿Porqué debería haberte juzgado? No hiciste nada malo.

Ella se muerde el labio inferior, baja su mirada a su regazo, no sabiendo que hacer con sus manos. Con delicadeza pongo dos dedos sobre su barbilla y levanto su rostro para encontrarme con esos ojos atribulados.

– No hagas eso, no bajes la mirada nunca más Roke. Siempre levanta el rostro con orgullo, no eres menos que nadie, porfavor entiendelo.

Su mirada se suvisa y se llena con algo más, amor. He tardado mucho tiempo pero finalmente lo entiendo, lo que Roke siente por mi es más fuerte, me mira como si yo fuese su mundo, su salvador, ninguna vez me ha visto con desdén, ninguna vez me ha levantado la voz para ofenderme. Roke esta enamorada de mi, lo sé pero la pregunta es ¿Desde cuando?

– Lo siento. Siempre lo hice, es un hábito. Tu sabes que soy tímida, que no soy notable, soy muy olvidable y me gusta ser invisible.

¡DIOS MIO! No puedo entender como un ángel tan hermoso e inocente se vea así misma como algo tan poco, tan roto. Nuevamente la ira recorre mi cuerpo, voy a matar a sus papás, y al monstruo.

– Tienes de nuevo esa mirada oscura, nunca había visto esa expresión en tu rostro Zion y es un poco aterrador.

Me obligo nuevamente a centrarme en ella, en lo bien que se siente estar con ella, no quiero que vea mi peor versión.

– Lo siento mariposita, pero es que odio que te veas como poca cosa. Siempre disculpándote, siempre bajando la mirada, no viendo tu valor. ¡Por Dios! Eres hermosa, te he dicho que tu vales por el simple hecho de existir.

– Lo sé Zion. Leani me lo ha dicho muchas veces, pero es que pase 17 años de mi vida escuchando que no valía nada, me cuesta mucho creer las cosas buenas.

– Entonces es hora de hacer que veas lo que vales, de eso me encargo yo‐.Roke me sonríe, y es el mejor puto regalo en este momento. Su sonrisa perfecta. No pudiendo evitarlo, acaricio su mejilla, luego planto un beso en su frente. Nunca he sido así de cariñoso, ni siquiera con Thea, ella y yo eramos fuego, dinamita y nos quemamos juntos.

– Es tu turno Zion. Cuéntame algo de ti que no sepa–. Me tienta ella, sabiendo que Roke probablemente sabe más de mi que yo, me rio.

– ¿Cuanto sabes de mi?–. Pregunto realmente intrigado.

– No lo suficiente.

– Supongo que sabes que Edmund y yo somos medios hermanos, que llegue a la casa Baker a los 12 años y que George me odiaba.

Roke asienta. Tomando el coraje que se necesita, le cuento de todo el dolor y trauma que me causó que Irene no me quisiera.

– Mis padres adoptivos se llaman Lydia y Rubby, son personas humildes que trabajaron en la mansión como parte de la servidumbre.
Irene y George eran unos famosos doctores, dueños del hospital más grande de Old Nelfore, eran un matrimonio normal. Pero Irene le fue infiel a George con un interno.

SOLAMENTE MÍA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora