Capítulo 6

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—No tengo tiempo para eso, Beth.

Brandon se terminó de atar las botas a gran velocidad y tomó su saco antes de que pudiera detenerlo.

—Pero es tu cumpleaños, ¡y preparé algo para ti en el salón de abajo!

Ni siquiera me volteó a ver. Llevaba el vestido dorado que esa tarde había amado y ahora me resultaba insípido por no poder servirme para llamar su atención. Me había hecho un peinado altísimo que hacía que me doliera la cabeza y me perfumé con su esencia de flores favorita, y él... ni siquiera se tomó el tiempo de mirarme.

—Tengo una cena de negocios—lo dijo mientras abría la puerta de su habitación y salía conmigo siguiéndole los pasos con desesperación.

—¿Otra cena de negocios?

—No te incumbe, Beth.

—Claro que me incumbe, ¡llevo días planeando esto!

Por primera vez en el día me volteó a ver. Comenzó en la punta del alto peinado, el tocado brilloso, el rostro maquillado, el escote pronunciado, la ancha falda y terminó en el suelo donde yacían mis esperanzas.

Le dio igual. Bien me podía haber puesto la ropa de la servidumbre y me habría visto de la misma manera que ahora.

—No quiero nada de lo que hiciste para mí—lo dijo con desprecio.

No lo detuve más.

Dejé que bajara las escaleras y se fuera de la mansión.

Me quedé unos cuantos minutos más mirando su huida mientras pensaba en lo que le diría al servicio después de la decena de platillos y postres que les había pedido que elaboraran.

Suspiré pesadamente sintiendo las lagrimas que se amontonaban en mis ojos.

"No llores. No llores. No llores".

No podía llorar ahí. Necesitaba llegar a mi habitación.

Pero cuando di la media vuelta encontré a Callum detrás de mí con un gesto de pena en los ojos.

—No diga nada—amenacé señalándolo con el dedo  y caminé rumbo a mi alcoba.

Él me siguió en silencio.

—Hoy dormiré temprano. Dígale al servicio que se lleven la comida con su familia y no dejen nada.

No tuve que voltear para saber que había asentido.

Después de escuchar que se alejaba me comencé a desvestir sintiendo asco por mí misma.

Prohibido ser tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora