Prohibido ser tuya

Capítulo 19

POV-BETH

Nady me encontró destrozada, llorando como si todas las cascadas del mundo se hubieran puesto de acuerdo para salir desbordadas por mis ojos.

Me había esperado a que Brandon saliera de la habitación para romperme.

Por nada del mundo iba a demostrarle que algo de lo que había dicho me descolocó, aún cuando me hubiera dejado hecha pedazos.

—Tranquila, Bethy. ¿Qué sucede?—me preguntó acariciandome la espalda con sus manos, intentando aliviar un poco del dolor que sentía. Pero ella no tenía idea de mi desesperación. Ella no sabía cuánto dolía haber traicionado y tener que pagar el precio.

—Yo...—el llanto no me dejaba hablar—. Hice...algo malo.

—Oh, cariño—mi hermana se inclinó y tomó la jarra de agua que había en la mesita para servirme un poco—. Ten, bebe para que podamos hablar.

Tomé el cristal entre los dedos y le di un largo trago al agua. Mi garganta se sintió incómoda pero logró que me calmara lo suficiente para que mis palabras fueran entendibles.

—Ahora sí, dime qué sucedió—su mano volvió a mi espalda donde acarició lentamente.

Miré sus ojos marrones iguales a los míos y su cabello castaño que hacía notar que verdaderamente éramos hermanas. De todas, nosotras éramos las más parecidas, incluso en carácter, y sabía que en Nady podía confiar todo, incluso mi vida.

—Le fui infiel a mi marido y ahora estoy embarazada.

Lo solté sabiendo que era una bomba, pero lo único que Nady hizo fue asentir con la boca abierta.

¿Es que de mí nada sorprende?

—¿Embarazada?—preguntó después de unos segundos.

—El médico se lo dijo al marqués después de revisarme.

—¿Y es de tu amante?

Me sorprendía lo tranquila que estaba tomando la situación. ¿Es que era más normal de lo que pensaba?

—Sí, no he tenido intimidad con mi marido en meses, y apenas debo llevar un mes en cinta—ni siquiera se inmutó y eso hizo que me picara la curiosidad—. ¿Por qué no te sorprendes?

Ella se encogió de hombres.

—¿Tú crees que todos mis hijos se parecen a mi marido?—su respuesta me dejó con la boca abierta—. No eres la única mujer en Londres que busca afecto, ni tampoco serás la última.

Asentí suavemente degustando su información. Nady siempre se había visto feliz en su matrimonio, desde la propuesta hasta ahora, que ya llevaban varios años juntos. Por eso su respuesta me descolocó, pero al mismo tiempo me consoló porque quería decir que no era la única en esa habitación que había cometido un pecado.

—¿Qué te dijo tu marido?—siguió hablando, no buscando una respuesta de mi parte.

—Que lo mandará a la horca.

De pronto la preocupación por Callum me golpeó nuevamente y por instinto me llevé las manos al vientre, intentando proteger a un bebé que venía al mundo a sufrir. ¿Cómo sería nuestro hijo?, ¿se parecería a él o mí?, ¿crecería sin un padre?

Brandon me había dejado en claro que no me haría daño. ¿Es que a caso pretendía que siguiera siendo su esposa después de todo esto?

¿Podría vivir con ello en mi conciencia?

—¿Y quieres hacer algo?—preguntó Nady.

La volví a mirar con sorpresa.

—¿Hacer algo?

—Sí. ¿Quieres evitar que muera?

Mi corazón dio un vuelco.

—¿Cómo podríamos hacer eso?

—Tendríamos que ir a la ciudad. Conozco gente, soy esposa de un Duque acaudalado, podría ser fácil, pero las consecuencias llegarán a ser difíciles de afrontar. Deberás irte con él después de rescatarlo porque no creo que tu marido piense quedarse con la vergüenza de una mujer infiel. Pero la pregunta es, ¿quieres arriesgarte?

Asentí suavemente degustando la oferta.

¿Quería arriesgarme?

No me veía huyendo con Callum, ni mucho menos aceptando una vida fuera de las comodidades a las que estaba acostumbrada. No quería ser la esposa traicionera, ni mucho menos una mala mujer, pero tampoco podía seguir con mi vida sabiendo que él moriría por mi culpa.

No podía quedarme sentada.

No podía saberlo muerto a causa de mi pecado.

—Hagamos algo—le respondí a mi hermana, y ella asintió.

~•~

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@Katt_Wallas

¡Un abrazo enorme!

Katt.