~Sueños y Destinos (Primer Libro)

Capítulo 7

Cuando llegó el día para comenzar a grabar, con los chicos fuimos al estudio.

Jairo pasó por casa a buscarme y llevarme de pasada en su auto ya que iba al trabajo. Llegué y los chicos estaban esperándome afuera, bajé del auto luego de saludar a Jairo y entramos.

Era muy temprano, pero estaba de buen humor... hasta que nos encontramos con la cara de Andy.

—Hola, chicos. Pasó tiempo, eh... ¿cómo están? —saludó como si nada. Los chicos lo saludaron y siguieron hablando mientras se acomodaban—. Yuri, qué bonita que estás... —dijo, al verme. Y yo lo miré con cara de asco.

No fue mi intención, salió sólo. Él se puso nervioso y comenzó a rascarse la nuca.

—Lamento mucho todo lo que pasó, en serio... quiero que seamos amigos y que no haya rencores, ya que vamos a trabajar juntos... ¿qué les parece?

A mi, me daba lo mismo, traté de ignorarlo y creo que los demás también. Definitivamente no confiaba en él, ya me había pedido disculpas antes e hizo lo mismo de siempre, era muy cambiante y eso no me gustaba.

Andy se encargaba de grabar nuestra música y debo decir, que era lo único que hacía bien.

Me sacaba tema de conversación y yo le contestaba fríamente o a veces no le contestaba, pero ya pasando el tiempo, se volvió divertido pasar el rato con él, la tensión ya no estaba y podíamos trabajar tranquilos.

Un día, Jairo fue a buscarme y esa tensión volvió.

Salí del edificio y Andy salía atrás mío. Jairo estaba apoyado en su auto y al verme, sonrió, pero al ver a Andy, esa hermosa sonrisa se le borró en cuestión de segundos.

—Hola... —dije y le di un beso. Él me respondió el beso, sin dejar de mirar a Andy.

—¡Ah, vos debes ser Jairo! —dijo Andy, acercándose—. El afortunado que se quedó con la princesa de Yuri, ¿no? —estrechando su mano hacia Jairo.

Él lo miró y luego, a mí. Le hice caras para que le agarrara la mano, Jairo levantó una ceja mientras me miraba y agarró su mano, sin ganas.

—Si, soy Jairo... el novio de Yuri —contestó, sin mirarlo.

—Si, vamos a ver por cuánto tiempo... —agregó Andy, riéndose. Jairo lo miró nuevamente, pero parecía que lo mataba lentamente con la mirada.

De camino a casa, Jairo iba muy callado y parecía molesto.

—¿Por qué estaba Andy? —preguntó sin mirarme, pero yo lo miré.

—Empezó a trabajar con Jorge.

—No me dijiste nada.

—Se me pasó, perdón. Te lo tenía que haber dicho... —agregué— pero no estés así, por favor.

—Así, ¿cómo?

—Estás molesto... —se quedó callado— ¡ves!

—No quiero que sea un problema para nosotros, Yuri... —sin mover la vista del camino.

—No lo va a ser, quedate tranquilo —le sonreí, acariciándole el brazo. Él me miró, y también sonrió.

Por todo lo que pasó con Andy, Jairo estaba molesto y lo entendía perfectamente, aunque yo estaba tranquila. Amaba a Jairo y no iba a cambiarlo por Andy, de eso estaba segura, pero cada vez que veía a Jairo, lo provocaba todo el tiempo.

Cuando Jairo entraba, buscaba hablarme sólo a mí, me acariciaba el pelo, me hablaba con un tono seductor... y cosas así. También, hacía comentarios ofensivos hacia él.