Con el pasar de los días, Jairo y yo salíamos casi siempre. Ya parecíamos novios, pero no lo éramos. Aún así, pasar el tiempo con él cambiaba completamente mi día.En una de esas salidas, caminábamos de vuelta a casa. Hablaba tonterías y me hacía reír, pero todavía había una pregunta que me daba vueltas en la cabeza, que... desde que llegué, nadie me supo aclarar esa duda.
No me animaba a preguntarle. Aunque sin querer, esa pregunta se me escapó.
-Mai... y vos, ¿son novios? -dije en voz baja. Él me miró mientras seguía caminando-. O, ¿Alguna vez lo fueron?
-No -contestó, serio y volvió su vista hacia adelante-. Ella le dijo a todos que salíamos, pero nunca se lo pedí -agregó, demostrando estar seguro de lo que decía.
-Entonces, ¿es mentira?
-Si -subiendo el escalón de la entrada, luego de entrar al patio-. ¿Algo más querés saber? -preguntó, haciendo una sonrisa pícara, encorvándose un poco para acercarse a mí.
Me gustaba cuando hacía eso, pero no podía evitar ponerme nerviosa.
-No, no... -dije, buscando las llaves en mi bolsillo mientras él se reía.
Cuando saqué las llaves, se acercó más a mí. Levanté un poco mi rostro para mirarlo ya que era bastante alto y movió mi pelo lentamente hacia atrás de mi oreja, mirándome a los ojos. Mi corazón comenzó a latir muy rápido, estaba muy nerviosa y él se dio cuenta. Volvió a sonreír sin dejar de mirarme, luego, me dio un beso en la frente, apoyando suavemente su mano en mi cintura y se despidió.
Todavía sigo sin creer como Jairo hacía que mi corazón latiera tan rápido y tan fácilmente.
Cuando salíamos de la escuela y me esperaba, íbamos a casa juntos después de ensayar con los demás, me dejaba en la mía y se iba.
Me acuerdo que un viernes, estaba sola en casa y ya era tarde. Papá se había ido de viaje por temas de trabajo y sólo le dije a Harry que iba a estar sola en casa, cuando me preguntó qué iba a hacer ya que era viernes, antes de salir de clases.
Estaba viendo la televisión en mi habitación cuando tocaron el timbre.
No me animé a bajar, tenía miedo.
Volvieron a tocar varias veces seguidas y en serio me daba miedo, me asustaba la forma en la que tocaban el timbre. Agarré el celular para ver si alguien que conozco me había mandado mensajes para que le abriera, pero no. Entonces, abrí el chat de Harry para mandarle un mensaje y escuché el ruido de la puerta trasera.
Mis manos comenzaron a temblar y mi corazón se aceleró.
Por primera vez, deseé fuertemente que papá estuviera conmigo, en ese momento.
Saqué un palo de Hockey que tenía guardado y bajé lentamente, pero la puerta estaba cerrada.
-Tenés que trabar la puerta de atrás también, si vas a estar sola en casa -escuché por detrás.
Me di vuelta rápidamente, golpeando al tipo que estaba ahí. Él se cubrió la cara con su brazo mientras se agarraba del pasamanos de la escalera y se quejaba.
Del susto que tenía no pude reconocer la voz cuando me habló, resultó que el tipo ese, era Jairo.
-¡¿Qué hacés acá a esta hora?! -pregunté, mientras ponía mi mano en mi pecho.
-Vine a hacerte compañía. Harry me dijo que ibas a estar sola -riéndose-. Toqué el timbre varias veces y como no abrías, me vine a fijar si la otra puerta estaba abierta -agregó.
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~Sueños y Destinos (Primer Libro)
Novela Juvenil"Todo el mundo tiene sueños. Y eso está bien. Algunos llegan a cumplirse y otros no, pero siempre hay que esforzarse y luchar para poder alcanzarlos. Aunque, no sepamos qué nos tiene preparado el futuro. Aunque, no sepamos nuest...