Capítulo 18

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Había llegado marzo. El mes en el que Jade empezó el jardín. Era el primer día de clases, nuestra primera experiencia yendo a la escuela juntos.

Llegó el día, y me levanté bien temprano ya que iba a la mañana, la alisté y le preparé el desayuno. Después de desayunar, salimos y subimos al auto para por fin, dirigirnos hacia la escuela. Obviamente Miguel nos llevó.

Al llegar, tuvimos que esperar, porque estaban preparando todo para el acto de inicio de clases. Y como Benjamín iba al mismo jardín que Jade, nos encontramos con Nina.

-¡Bonita! -la saludó, abrazándola y llamando la atención de todos-. ¿Cómo estás, princesa? ¿Estás emocionada? -Jade asintió con la cabeza. Luego se acercó y me saludó dándome un beso en la mejilla-. ¿Cómo estás, Jair?

-Bien, ¿sabés cuánto van a tardar? -pregunté, saludando a Benja con la mano.

-Tranquilo, ya casi.

Estuvimos casi media hora esperando afuera hasta que por fin, nos hicieron entrar. Presentaron a las maestras, dijeron un par de palabras y más cosas. Cuando llegó el momento, cada niño se fue con su maestra e hicieron que esperemos afuera del aula para hacerles una pequeña sorpresa.

Me agaché poniendo mis manos en sus mejillas y le di un beso en la cabeza. Luego, le dio un beso a Nina, dio la vuelta y yo veía cómo se iba de la mano con sus compañeros.

Tengo que admitir que estuve nervioso toda la mañana, y también, emocionado, porque Jade ya había empezado el jardín, pero sentía algo de nostalgia.

Ver la realidad y saber que Yuri no estaba presente en ese día tan importante para ambos hacía que venga a mí, cierta melancolía. Se me formaba un nudo en mi garganta de tan sólo pensarlo...

Porque la mujer que tenía que estar ese día a mi lado era Yuri, no Nina.

Después de hacerles la sorpresa, hicieron pasar a los padres a la sala, porque los primeros días eran los días de adaptación. Nina entró conmigo. Le preguntaron si era su madre y ella respondió que era la tía. Nos sentamos junto a Jade y dibujamos con ella. Nina se burló de mis dibujos todo el rato y Jade se reía, decía que mis margaritas parecían huevos fritos, y que el gato que hice estaba desnutrido.

Bueno, creo que tenía algo de razón, dibujar nunca fue lo mío. Ese dibujo daba asco, hasta Jade lo podía hacer mejor que yo.

Después de varios minutos, la maestra se acercó a nosotros.

-Buenas, ¿cómo va ese dibujo? -agachándose a mi lado-. Pero, ¡qué belleza! -le dijo a Jade y ella sonreía mientras pintaba-. Señor Night... -me susurró, en un momento. Yo la miré- sabe que usted está llamando mucho la atención y se está robando todas las miradas de las mamás, ¿no? -me volvió a susurrar, pero Nina llegó a escuchar y se comenzó a reír.

Yo me di vuelta para ver y la mayoría de las mujeres presentes estaban mirando hacia nosotros y varias sonrieron. Algunas no miraban, porque estaban con sus esposos.

Volví a mirar mi dibujo, mientras pintaba.

-No me interesa... -le dije.

-Tranquilo... -dijo Nina, tocándome el hombro y la maestra se reía- no te enojes, tenés que agradecer que todavía estás en forma y no te ves tan viejo, a pesar de que usas corbata todos los días -agregó en broma. Yo la miré de reojo.

Estuvimos un rato más pintando, mientras la maestra me hacía algunas preguntas respecto a la familia. Le conté lo de Yuri, pero con mucha discreción. No quería que Jade supiera todavía, porque estaba pensando cómo decírselo y en el momento adecuado. Era algo que por ahí se le iba a ser difícil entender ya que era muy pequeña.

~Sueños y Destinos (Primer Libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora