Frozen Turtles | TMNT 2012

1. Patrulla

-¿Donnie?

-¿Eh?

-¿Por qué hace tanto frío?

(...)

-Muchachos, el Pie se encuentra cerca, así que silencio- susurró Leonardo.

Después de casi una semana completa de estar bajo tierra, finalmente los chicos tuvieron la oportunidad de salir a la superficie. Habían sido castigados, y Mikey juraba no saber quién había usado la bata del maestro como trapo de piso.

Mismo así todos fueron castigados y el incidente fue perfectamente utilizado para hacerlos pasar por una actualización en movimientos de batalla.

La semana había pasado, pero algo que no lo había pasado desapercibido por Raphael fue el extraño comportamiento de su hermano mayor.

El líder había pasado más horas de lo normal en el dojo y en vez de entrenar solo se dedicaba a la meditación.

Podría ser que las secciones normales habían sido más pesadas, algo que pasaría por alto. Pero misteriosamente Leo parecía ser mas precavido y hasta inseguro, evitando cuanto pueda tocar a alguno de sus hermanos y encerrándose más de seguido en su habitación.

También había evitado todo combate cuerpo a cuerpo durante sus prácticas, algo que molestó al carmín gracias a sus ganas de derrotarlo.

-Son solo algunos robopies, no creo que tengamos algún tipo de problema- dijo la tortuga de máscara violeta.

-Bien, ¡ATAQUEN!- inició el líder.

-¡BOOYAKASHA!- Mikey dio su grito de guerra.

La pelea no era tan intensa ya que los chicos tenían experiencia luchando contra aquellos pedazos de lata, tenían de todo para salir victoriosos de la pelea; pero rápidamente fueron superados en número.

Leo miró a los lados donde vio a su segundo hermano menor peleando con tres a la vez, movia su bo con gran agilidad. Un poco más a la izquierda estaba su ágil hermanito moviendo las cadenas de sus ninchakus.

Raph estaba en frente, pero lo que vio alarmó al mayor de los Hamato, estaba rodeado por unos diez robots.

-¡Raph!- dijo.

-¡Lárgate intrépido! Puedo con ellos– gruño.

Su hermano mayor no le hizo caso, pero cuando vio que gastar sus fuerzas era inútil, decidió dar la orden considerada "cobarde" según su rudo hermano.

-¡Retirada!

Pero como siempre, alguien se rehusó.

–¡No hasta que termine con ellos!

-Vamos, son como cien.- intentó convencer el más alto.

-¡Raph vamos!- dijo el pecoso para en menos de un segundo esquivar un ataque que podía haber resultado mortal.

-Mikey ¡ahora!- ordenó el líder.

-¡Si! Líder- y soltó un bomba de humo casera para perder de vista a sus enemigos.

(...)

-¡La culpa es tuya! Tendríamos ganado si no hubiéramos utilizado una 'táctica más inteligente'- dijo la última parte intentando copiar el tono de voz de su hermano causando que el menor riera, para enseguida ser callado por un codazo del más alto del grupo.

–Pues para tu información, fue una manera de salvar el caparazón a todos.

–¡Si! Y la cara también, ¡viste como aquel robot casi arruina mi hermoso rostro! ¡que sería de ustedes sin mi hermosura!– dijo el menor ganándose una mirada asesina por parte del temperamental.

–No dirás nada, Leo ¿eh?

–Ya vámonos, se hace tarde– dijo el hermano mayor con un suspiro, últimamente no estaba de humor para pelear con su hermano o dar uno de sus discursos.

–¡NO! Esto todavía no se ha terminado, ¿qué es lo que te pasa? ¡no pienses que no me di cuenta en las últimas semanas! ¡CUÁL ES TU JODIDO PROBLEMA!

–Raph, no es buena idea seguir presionándolo– intentó calmarlo el genio.

–Si, basta Raph– intentó ayudar el menor.

El líder se separó lentamente de su equipo, abrazándose levemente. Tenía que llevarlos a casa antes de que lo peor pasara. Pero el malhumorado de su hermano tenía otros planes.

–¿Donde piensas irte ¿eh? COBARD...

–¡¡BASTA!!– Leo gritó cuando se dio la vuelta, el hielo salió volando de su mano y formó una barrera a su alrededor, picos de hielo apuntando a sus hermanos, haciéndolos jadear y dar un paso atrás.

–Leo...

Fue lo único que pudo decir su pequeño hermano saliendo del shock.

Leo corrió, tan pronto como lo hizo sus hermanos reaccionaron y decidieron seguirlo.

El hielo empezó a formarse bajo sus pies, trató de ignorarlo hasta que instintivamente llegó a Central Park.

El intento de esconderse se volvió inútil al no poder controlar el hielo que se extendía según sus pasos, mismo siendo el mejor de sus hermanos en mantener la compostura. Esa misma en aquel momento ya no existía.

–¡Ahí está!– Leo jadeó y se volvió hacia atrás donde se encontraban sus hermanos.

–Hermano, ¿que fue todo aquel...

–Por favor, lejos de mí–, dijo Leo temblorosamente, cortando a su hermano, extendiendo las manos.

–Solo aléjense-, antes de que se diera cuenta, el hielo se disparó de sus manos hacia donde se encontraban sus hermanos, derribando a Mikey.

–Auch– dijo el menor ante el golpe que lo agarró desprevenido.

Lágrimas se formaron bajo los ojos de la tortuga más vieja, pero se negó a dejarlas caer, había lastimado a uno de sus hermanos. Otra vez.

–¡Leo!– lo siguió Raph mientras su hermano mascarado púrpura ayudaba al menor.

–¡Leo!– Raph llamó de nuevo. Leo jadeo, miró hacia atrás por un segundo y retrocedió.

Cuando se dio cuenta, miró hacia abajo, viendo que el agua se congelaba.

–¡Espera!– dijo el temperamental ganándose un poco de la atención de Leo que miró hacia ellos y luego, con sombría determinación, corrió por el lago, sin darse cuenta de que el hielo seguía extendiéndose hasta congelar por completo el agua.

–¡Leo, detente!– suplicó ahora Donatello, viendo como su decidido hermano mayor se marchaba.

–Leo...

Algunos copos de nieve cayeron mientras Donnie inspeccionaba la escena.

–El lago...– dijo después de un segundo.

Raph decidió mirar, cuando se dio cuenta un pequeño copo de nieve posó sobre su pico.

–¿Nieve? Pero si es verano– dijo el menor.

–Esto no es normal, Mikey– dijo el de cinta roja señalando lo obvio, pero esta vez sin su característico sarcasmo.

–Volvamos, muchachos. Quien sabe porque nos ocultó todo esto.

Caminaron en dirección a la guarida, mientras uno de ellos se dirigía hacia lo desconocido.

Llevando una gran tormenta de nieve consigo.