CAPITULO 4

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La oscuridad

Eilioth

Llevo ya 2 horas manejando y me siento con los músculos de la espalda tensos y cansados.

–Orus ya estamos a 10 minutos del agujero de gusano, no olvides pagar el peaje, verifica que todo en la nave esté bien y pon el moto automático, por favor. Quiero recostarme– le digo al brazalete.

–Claro que si señor, ya lo he hecho cien mil veces antes, estaremos llegando a Xerion aproximadamente en 50 minutos entonces– me dice moviendo todas las palancas en la nave alistando la presión que debe soportar al atravesar el agujero de gusano.

Tomo asiento en mi sillón, lo reclino y cierro los ojos. Con Karolos dormido desde que despegamos he podido reflexionar y divagar este tiempo. Antes de dormirme pongo de fondo las cuatro estaciones de Vivaldi.

Empiezo a ceder ante la somnolencia y...

<<Un sueño, hace 18 años atras>>

–Hermano, hermano despierta– me habla Brian.

–Hijueputa vida, que sueño hace– abro los ojos y bostezo, siento el cansancio reflejado de dos días de malas noches y trabajo

–Deberías dejar de ser tan mal hablado perrito, tienes apenas 12 años– me regaña mientras prende un cigarrillo.

‐Y tu deberías dejar de fumar— resoplo la nariz cuando me pega el olor que me molesta.

Estamos en un carro con asientos de cuero fino y acabados lujosos. Es el último modelo de carros deportivos del 2060. La Tierra desde que empezó a colonizar los otros planetas de nuestra galaxia entró en un auge nunca antes visto en la historia. Lo normal sería pensar que una vez colonizados otros planetas se mudarian las potencias a ellos, pero en cambio centralizaron su comercio y vida en la Tierra, extraian los recursos naturales de las colonias y lo traían a la tierra, y hasta el sol de hoy asi se ha hecho, eso volvió a los ricos las ricos y a los pobres que son explotados por migajas más pobres.

–Bueno, ya casi llegamos preparen las armas y no se descuiden– ordena Brian mientras carga su glock.40–sin errores, es un negocio pacífico pero no sabemos que pase-

–Listo, voy contigo– le digo mientras martillo mi beretta. Es curioso que aún con tanto avance tecnologico las productoras de armas prefirieron conservar los modelos clásicos de armas y únicamente cambiar el tipo de munición por una que es cientos de veces más perforante y económica al momento de producirla, pues su material se encuentra por montones en Nueva Europa, un planeta ubicado en Andromeda.

–Sabes, después de este trabajo quiero comprarme uno de esos autofloat que están saliendo al mercado, son lo más nuevos y chimba— me dice Brian saliendo del carro. –te quedas cerca de mi y no dudes en pegarle un tiro al primero que sea visajoso—

–Nunca fallo papi– salgo también, y una vez entro al gran edificio el frío de la carniceria junto con la lluvia me cala los huesos.

–¡Quiubo parce, que me cuenta!— saluda Hernan a Brian, un hombre de complexión demasiado robusta y una voz desagradable, pareciera como un robot con cáncer.

—Bien pa, aquí en la vuelta. ¿Donde esta la platica para el pedido?— le pregunta Brian.

—Primero la mercancía perrito, sabe que la plata siempre es segura— le responde dándole un apretón de manos firme.

—Si, pero necesito que pase la plata para ir contando y cargando— le corresponde el apretón firme.

—Listo, allá atrás se la van a dejar, que alguien la vaya contando mientras ustedes pasan el cargamento acá— hace una seña con la mano para que sus hombres muevan las tulas que contienen el dinero.

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