CAPITULO 21

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Eilioth

Que maldito dolor de cabeza tengo después de matar a esos dos hijos de perra y que Anais huyera, no sé que clase de entrenamiento reciben en su colonia pero es demasiado blanda en situaciones así. Yo no dudo, no pienso ni escatimó en creatividad cuando se trata de torturar o asesinar a ese tipo de gente, después de todo son ellos o yo.

—Orus, quiero que te comuniques con el hospital y que organicen la salida de Karolos.

—Si señor.

Me aproximo al centro de salud a medida que pasa el tiempo, mi chaqueta de cuero cubre mi 9mm colocada en mi espalda baja y estoy listo para lo que venga. Finalmente llego a donde dejé a Karolos y todo se ve normal, todo excepto que en el piso donde estaba el todas las luces están apagadas y no veo movimiento de gente por ningún lado, y esto huele mal.

—Orus, ¿ha habido alguna clase de cambio en el perímetro que tu sepas?

—No señor.

—Accede al sistema de cámaras de seguridad del edificio y revisa la actividad que hay dentro de el, más específicamente en el piso de Karolos

—Enseguida, señor— empieza a acceder al sistema al tiempo que yo me acerco al armario de armas, una pared fortificada, llena de armamento de punta y con todo lo necesario para dar pelea.

—Señor, el sistema de cámaras esta dañado— me dice Orus y estoy totalmente convencido de que algo anda mal.

Bueno, habrá que entrar y hacer el reconocimiento del área por mi misma cuenta.

—Activa el sensor térmico— me acerco a abrir la compuerta para bajar del vehículo.

—Señor, aparece señal térmica en la parte trasera de la nave— cuando me dispongo a abrir la compuerta un fuerte estruendo mece la nave.

Eso fue una explosión, no pudo atravesar la nave pero si es una clara señal de lo que hay afuera, camino rápidamente al otro extremo de la nave, tomo un fusil de asalto y abro la salida alternativa.

—Apenas te diga vas a abrir la compuerta principal— le ordenó a Orus.

Bajo por las escaleras auxiliares y empuño mi fusil a ras de piso, las señales térmicas se muestran justo frente la nave a unos 20 metros, pero con el humo es difícil verlos a esta distancia.

—Ya— doy la orden y a los pocos segundos un baño de balas toman la salida, me voy arrastrando poco a poco rodeando la nave para posicionarme en un punto donde no tenga flancos abiertos, me escondo detrás de un autofloat y apunto al edificio, los disparos se detuvieron y hay un silencio absoluto en el cual solo se distinguen pequeñas pisadas, cojo una botella de vidrio que esta a mi alcance y la lanzó en dirección a la nave, necesito distracción antes de poder moverme, cuando cae se escucha el cristal partiendose y crujiendo bajo los pies enemigos.

Atravieso la calle a gatas y busco la manera de ingresar al edificio sin iniciar un cruce de disparos en un espacio tan abierto, el sensor térmico me muestra que al menos hay 5 personas más dentro del edificio, y el grupo que atacó fuera la nave es de 6. Me acerco a una de las ventanas y la abro, entro agilmente al edificio y mantengo listo mi fusil.

Salgo del cuarto hacia el pasillo de la primer planta y en ninguna de las otras habitaciones hay gente, camino hasta las escaleras y empiezo a subir apuntando arriba, es extraño que el grupo de afuera no haya entrado ya y eso significa que tengo que moverme rápido, en el segundo piso aparecen 3 marcas de calor, debo cerciorarme de que no sea Karolos una de ellas antes de disparar.

—Orus, desactiva la energía del edificio— doy la orden mientras saco mi linterna, una luz estroboscópica en estos momentos me viene de maravilla, les quito su visibilidad y no sabrán que atacar.

Coloco una granada al lado de una de las paredes del cuarto contiguo al que quiero entrar, tengo exactamente 7 segundos para llegar a la puerta de la habitación, así cuando estalle la granada tendré la distracción necesaria para entrar.

3...2...1... El estallido retumba en el edificio, abro la puerta y diviso un cuarto con una doctora atada a una silla llorando, apenas bajo la mirada a su cuello retrocedo con un salto, el cual es acompañado con el estallido del collar bomba que tenia atado a su cuello, el cual me lanza de forma violenta por el aire.

Mis oídos pitan y la espalda duele al respirar, como sea tengo que ponerme de pie y armarme, en cualquier momento subirán más o saldrán de quién sabe dónde. Me desplazo a un cuarto que esta medio destruido, apoyo mi espalda en una pared y espero recuperar la audición, después de unos minutos siento cómo puedo oír mejor, Orus enciende la pantalla y muestra como hay un incremento de señales térmicas alrededor de mi. Solo me queda esperar y repeler el ataque.

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⏰ Última actualización: Oct 17 ⏰

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