Capitulo Siete

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Con la ayuda de Obi-Wan, la doctora Antin puso a Roan en la cápsula médica. La habitación se abrió directamente a una pequeña plataforma de aterrizaje, donde esperaba un deslizador médico. La doctora Antin quitó hábilmente un panel de un lado del deslizador. Había espacio suficiente para que Obi-Wan se agazapara.

—Lo construí durante las Guerras Clon —dijo ella—. Resulta útil de vez en cuando.

Obi-Wan se deslizó en el interior, metiendo las piernas.

—Aguanta —le advirtió ella—. Me gusta conducir rápido.

Deslizó de nuevo el panel en su sitio. Sintió la revolución de los motores debajo de él, y entonces salieron disparados hacia delante. Aparentemente había un punto de control, porque ella desaceleró un momento después.

—Paciente transferido a la clínica de enfermedades contagiosas —oyó que decía ella.

—¿Autorización?

—Aquí.

Él esperó.

—Todo en orden.

El deslizador salió disparado de nuevo hacia delante. Lo sintió serpentear, los motores corrían a toda velocidad. Después de un tiempo, los motores redujeron la potencia hasta un ronroneo. Entonces se detuvieron. El panel se abrió.

—Bienvenido a casa —dijo la doctora Antin.

Obi-Wan podía ver que se encontraban en un pequeño patio interior. Varios
deslizadores, la mayoría de ellos viejos modelos magullados, estaban esparcidos por todo el espacio.

—Creo que es el momento de te lo diga —dijo él—. Yo no…

De repente una puerta se abrió de golpe, y un bellassano apareció parado allí, rifle
láser en mano. Era bajo y de complexión compacta, con el pelo canoso. Obi-Wan se puso tenso, pero el hombre meramente frunció el ceño hacia la doctora Antin.

—Amie. No te esperaba.

—No podíamos avisarte. Tuve que traerle de vuelta rápidamente. La clínica estaba acordonada.

La mirada plateada del hombre se posó en Obi-Wan.

—¿Quién es él?

—¿No es… uno de los tuyos? —por primera vez en ese día, la doctora Antin vaciló. El hombre apuntó su bláster hacia Obi-Wan.

—Me temo que no. —
La doctora Antin retrocedió y fue a colocarse al lado del hombre.

—Lo siento, Wil. Simplemente asumí…

—Después —Wil se acercó un poco más a Obi-Wan, con el rifle láser todavía
apuntado a su cabeza. Obi-Wan podía decir por la manera en que agarraba el arma que era un excelente tirador—. ¿Por qué no nos informas? —dijo.

—Me llamo Ben —dijo Obi-Wan—. Soy un viejo amigo de Ferus Olin. Me enteré de
sus dificultades y vine para ayudarle, si podía.

—¿Quién te envió? ¿Para quién trabajas?

—Yo trabajo solo —dijo Obi-Wan—. Escuché que Roan Lands estaba en la clínica, así que fui a verle. Pensé que él podría darme alguna pista.

—¿Cómo sabías que Roan Lands estaba en la clínica? —preguntó la doctora Antin bruscamente.

—Un chico que conocí en la calle me lo dijo. Se llama Trever.

—¿Trever Flume? —la doctora Antin parecía verdaderamente sorprendida—. ¿Le has visto? ¿Está bien?

The Last of the Jedi : The desesperate missionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora