SIENNA
Aiden: "¿¿¿Sienna???
Aiden: "¿Dónde estás?"
Aiden: "¡Saliste corriendo con Michelle y no volviste!"
Aiden: "¿Hola?"
Aiden: "¿Estás bien?"
Aiden: "¡Sienna!"
En cuanto entramos en el taxi, Michelle volvió a coger mi teléfono y lo puso en modo avión. A continuación, hizo lo mismo con su teléfono.
- Ya está —dijo—. Ahora, nadie puede molestarnos.
- Pero, ¿y si ocurre algo importante y...?
- Por una vez, Si, ¿puedes dejar de lado tus responsabilidades con la manada y divertirte?
Sacó una petaca de su bolso y me la ofreció.
- Vamos. Bebe.
- ¿En serio llevas eso a pesar de estar embarazada?
- Yo no bebo, tonta —dijo ella, riendo—. Es para emergencias. Como ahora mismo.
- Pero —dije, mirando la petaca—, no es muy divertido beber sola.
- No estás sola. Me estoy emparejando contigo en espíritu. ¿No te das cuenta? Ya se me traban las palabras. Y, mira, hasta parezco más puta de repente.
Se bajó uno de los tirantes del vestido por el hombro y fingió estar mareada, lo que me obligó a reírme.
- Bien —dije, abriendo la petaca—. Pero sólo un sorbo.
Lo siguiente que supe fue que lo había terminado sin ayuda y que habíamos llegado a Lupine, el mismo club al que había ido hace años con mis amigas.
Por un segundo, un flash de esa noche me sacudió hasta el fondo. El casi asalto. Aiden viniendo a mi rescate.
Pero entonces Michelle me agarró de la mano y tiró de mí hacia el frente de la fila, y no tuve más remedio que olvidarlo.
Así que este lugar tenía unas vibraciones extrañas. ¿Qué lugares no lo tenían hoy en día?
De todos modos, era una fiesta diurna. Había menos que temer cuando aún no había oscurecido.
- ¿Y Erica y Mia? —pregunté, arrastrando un poco la voz mientras nos acercábamos al portero—. Si entramos ahora, tendrán que esperar en la cola.
- Está bien —dijo Michelle encogiéndose de hombros—. Prioridades, Si. Emborracharte y bailar. Esas dos vienen en segundo lugar.
Le dedicó una sonrisa al portero. —Ella es Sienna Norwood.
- Mercer-Norwood —corregí.
- Y yo...
- Sabemos quiénes son, señoras —dijo el portero, abriendo la puerta para nosotras—. Por favor, después de ustedes.
- ¡Vaya, sí que han mejorado el servicio por aquí desde la última vez!
Con eso, Michelle me condujo al interior, y todo lo que podía ver eran luces parpadeantes y todo lo que podía escuchar era un bajo pesado y nada más en el mundo importaba.
Las reinas habían llegado para dominar la pista de baile.
AIDEN
- Josh, ¿dónde podría ir Michelle?
Me paseaba, con mi Beta siguiéndome de cerca, mientras buscábamos en todas las habitaciones de la casa de la manada. No había rastro de Sienna ni de Michelle por ningún lado.
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Lobos milenarios (libro 4)
Hombres LoboHola queridos/as lectores/as!!!! Me llamo Noah y este es el cuarto libro de lobos milenarios. Como ya dije en los libros anteriores, esta historia no es mía, es de Sapir Englard, y me gustó tanto que quiero compartirla con todos/as vosotros/as!! P...