Capitulo 10

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Fauzia Abbas

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Fauzia Abbas.

Tecleo con rapidez trabajando en la oficina.

Había llegado esta mañana, sin llegar tarde por cierto.

Había pasado una semana desde que vi al señor Fujiwara, la verdad, es que no tenía nada que decir. Me había presentado en aquella cena después de que la idea de no ir por miedo a que me pase algo paso por mi cabeza, pero digamos que la insistencia de mis primas y madre, me acabo convenciendo de que será una buena idea ir y saber todo para poder aclarar mi mente.

No había sido una noche bastante larga y lo agradezco.

La mirada de ese hombre es demasiado oscura para mí.

No sé cómo un ser humano puedo tener sensaciones que repelen sus pupilas de forma directa, porque cuando sus ojos se posaban en mí, perdía las palabras por completo. Su mirada y sus ojos se veían calmados sin ninguna expresión en la cara, la verdad, es que eso me lo esperaba, pero no sé cómo haré las próximas veces.

No sé cómo sentirme al respeto después de haber aceptado la propuesta, porque entre todo el miedo de que esto me desagrade, hay una pequeña sensación de felicidad al saber que pasaré un buen tiempo haciendo lo que mi corazón le apasiona.

-Tenemos todos los documentos necesarios para la acción, ahora solo falta analizarlos y ver que traen todos y cada uno de ellos -Mi mente vuelve a la realidad cuando las palabras de mis primas me saca de la mente. Estábamos en mi oficina trabajando como siempre entre nosotras.

-¿Hay rastro del proveedor?-hablo olvidando esas ideas en mi mente, remplazándolas por problemas con socios.

-No, se fue de vacaciones sin dar este estúpido documento, sino fuera por su amante, no pudriéramos acabar con este caso de una vez por todas- habla molesta- como la gente puede hacer esto? ¿Cómo se puede ir de vacaciones sin acabar su trabajo?-

-hay una gran probabilidad de que estaba bástate cansado de todo y se fue sin pensárselo dos veces- no dejo de teclear lo que necesito recordar-lo importante es que por fin los tenemos así, qué manos a la obra-

-Tu siempre pensado bien por el mundo, sabes, me gustaría ser tú, siempre tan amable y sincera-rio al escucharla decir esas cosas- hablo en serio, hoy en día no hay nadie sincero en el mundo, todos buscan cumplir sus objetivos pasando por encima de todos los valores que debemos de respetar-

-Bueno, es lo que hay no? Nuestra generación debe superar lo que nos toca a nosotros-

Mi mente se desconecta de la conversación cuando mi teléfono suena.

"Buenas tardes, señorita Abbas"

"Espero ante todo que haya descansado desde la última vez que tuve la oportunidad de verla."

Mis ojos leen el mensaje del hombre que vi la última vez. Siempre, con su vocabulario tan profesional, leo los mensajes que envía, recordándome por completo lo que acordamos.

El Capo y su DamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora