Capitulo 13

1.1K 58 6
                                    

Akihiro Fujiwara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Akihiro Fujiwara.

Los planes se proyectan en mi ordenador de forma rápida, los países se muestran con los localizadores que colocamos y los trayectos con mis helicópteros llenos de la mercancía no tardan en salir, que explotarán una vez en manos del enemigo.

- ¡Buenas tardes gente!-Un acento colombiano se hace presente en mi habitación.

-Llegas tarde- me coloco en frente de la pantalla con la información necesaria, pasando mis ojos por estas varias veces.

- Bueno, digamos que una joven dama me retuvo- mis ojos ven como en su cara nace una sonrisa de lado.

Vaya idiota.

-Dejemos eso de lado, que tienes para mí?- Tecleo sobre mi ordenador actualizando las informaciones, todo debía de estar listo para esta noche, donde todo tomara fin por una vez por todas.

Los malditos niños creyeron que todo había terminado, pero ellos no me conocen en lo absoluto, esta noche debía de acabar con todas las raíces de esos niños, esta noche mataría a todos los familiares que pensaron que todo está bien entre nosotros.

Me había encargado de hacerles creer que no pasaba nada. Pero ellos no sabían que las bombas se estaba colocando en mi silencio oscuro.

-Tengo un montón de cosas para ti querido Japonés, pero antes, serás tú quien me explique tu estúpido mensajes-

Recuerdo la acción de mi parte. Después de haber aceptado a la nueva cocinera, debía de encargarme más que nunca que el tema de la mafia quedara bien escondido en medio de mi oscuridad.

Ella no tiene ni la mejor idea quién era este hombre en realidad, no sabe que detrás de este, se esconde una alma oscura adicta a la sangre de sus enemigos.

Pero eso nunca pasará, ella nunca sabrá de esto.

Hasta el día de mi muerte.

- Tengo una misión para ti, que debes de realizar si no quieres morir-

- Sorpréndeme Japonés-

- Estás al tanto que hay un nuevo grupo de cocina en esta mansión, también sabes que hace unos días contraté a una nueva cocinera-

-Ajá- habla con la boca llena de ron.

- Debes de mantener tu boca callada hasta el fin de tus días- Santiago escupe la cantidad de ron que había en su boca, mojando así todo el suelo de mi habitación.

- ¿Espera? ¿Contrataste a alguien que no tiene la menor idea de quién eres? ¿Y qué harás cuando lo descubra?-

-Eso nunca pasará- remuevo la bebida alcohólica en mi vaso varías veces sin quitar mi vista de la televisión.

El Capo y su DamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora