018.

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Solo déjame ser. Déjame sentir. Déjame ocultarme y huir, aunque lo haga tan lentamente, esperando a que me alcances, esperando a que me encuentres.

Siempre sabrás dónde hacerlo, sabes a donde corro cuando me quiero ocultar, sabes a donde voy cuando me quiero ir. Así que, si todo se derrumba, ven a buscarme, puedo ser tu pilar. Pero mientras me estoy derrumbando, promete que no me vendrás a buscar, porque no te podré sostener, no te podré soportar.

¿Tú pudiste hacerlo alguna vez? Porque creí que sabría dónde buscar, pero me perdí en el camino. Me perdí tantas veces, pensando en dónde te fuiste a ocultar. Quizá solo querías estar, quizá no me podías sostener y no me querías lastimar; por eso huíste. Por eso te fuiste tan lejos, que no tuve donde más pensar, dónde más ser ni dónde más llorar.

Así que, lamento decirte que en el camino no me pude evitar derrumbar. No tuve un soporte, entonces solo me tuve que armar. Tomé mis piezas, pero nunca supe bien dónde ponerlas. No tenía idea de que dejé algunas en el camino de vuelta, no tenía idea de lo difícil que era hacerlo por mi cuenta.

Entonces, aún me estoy construyendo, aún estoy buscando las piezas. Por eso te pido que me dejes escapar. Estoy huyendo, porque no quiero me mires, no quiero me veas tan incompleto y tan frágil, con tanta falta de mí y de ti. No lo podría soportar, volvería a caer y para ser sincero, esta vez no me podría levantar.

Así que, lamento mucho no estar. Lamento apartarte, lamento escapar. Prometo que volveré a estar, intentaré repararme, intentaré volver a brillar y a ser valiente; para poder sostenerte, para ser tu pilar. Prometo que volveré a estar a donde siempre fui, y que esta vez no buscaré a dónde más ir.

Un té para llevar | Escritos |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora