Un té para llevar | Escritos |

016.

Tan dulce como el azúcar.
Tanto, tanto que empiezas a impregnarte en mi corazón más pronto de lo esperado, ¿Si tienes deseos de estar a mi lado? Porque yo quiero tomar tu mano, o quizá es demasiado pronto, no quiero que todo mi esfuerzo sea en vano. Quizá debería intentar primero invitarte a un café, o tal vez te guste el té, ¿Tal vez prefieras las bebidas frías? Qué debo hacer, no quiero acabar en agonía.

Quiero ir a paso a paso, pero ¿Y si solo aprendí a correr? Ni siquiera sé si tú sabes caminar, ¿Sí sabes cómo amar? Ni siquiera sé si de verdad quieres de mí saber más. Pero lo quiero intentar, no tan rápido, aún mi corazón no ha sanado, pero sigue teniendo deseos de tenerte a su lado. Quiere saber de ti, sobre qué piensas, qué imaginas y sobre tus sueños, sobre si ya tienen un dueño. Y si no es así, ¿Puedo tomar ese lugar? Claro, espero y no te vayas a asustar. Solo estoy deleitado, estoy deleitado del como alguien me tiene a su pies y soñando con estar a su lado.

Entonces, mi chico tan, pero tan dulce. ¿Si serás capaz de aceptar mi corazón y hacerlo tuyo? Porque te aseguro que como este no encontrarás ninguno.