Un té para llevar | Escritos |

003.

Justo ahora, solo tómame entre tus brazos.
Tómame y házme sentir seguro, como si nada en este mundo pudiera hacerme daño.
Tómame con tanta delicadeza, como si fuera la pieza de porcelana más fina y delicada, como si con un solo movimiento brusco fuera a romperme.

Solo cuídame, déjame acurrucarme en tu pecho y sentir tus latidos.
No solo quiero que me tomes, quiero que me protejas. Házme sentir cuidado, házme saber que estás aquí.

Porque tengo miedo, justo ahora tengo tanto miedo, tengo miedo de que solo me tomes como una taza de café y no como a una de té. Tengo miedo de que me tomes solo cuando me necesitas, y no cuando busques calma.
Tengo miedo de que me tomes solo como un objeto de valor, y no con el cariño de uno al que amas.

Así que, por favor, no me tomes. Solo déjame ahí, suéltame con brusquedad, no tengas miedo a que me rompa. Al final, si solo me tomas y me sueltas, va a ser el mismo resultado. Al final, si no me tomas, será igual.

Así que, desde lo profundo de mi corazón, te pido que me tomes. Tómame y no me sueltes, tómame como a una taza de café, tómame como un objeto de valor. Por favor, solo házme tuyo y nunca me sueltes.