Aeternum [FanFic de Harry Potter]

CAPÍTULO 44

—ORIÓN BLACK—

—No entiendo tu pregunta. —miento.

Claro que la entiendo, ella no me recuerda pero definitivamente sabe que alguien existió.

—Esa palabra, ¿Se supone que debo conocerla? —cuestiona.

—No, no deberías. —miento de nuevo y retomo mi camino.

Ni siquiera tengo noción de cómo enfrentar lo que estoy escuchando. Nat no me recuerda, no sabe nada de nosotros.

—Sé que traicionaste mi confianza ¿Te sirve? —dice ella.

Claro, legeremante.

—Eso quiere decir que ¿Tú decidiste olvidarme? ¿Todo lo que pasamos?

—No exactamente.

—¿Te hicieron olvidarme? Podemos buscar cómo arreglarlo. —la tomo de las manos—. Confía en mí.

—Creo que alguna vez lo hice y no me funcionó. —dice arrebatando sus manos.

—Si me dejaras explicarte.

—Orión, disculpa pero no me interesa nada de lo que vayas a decir, ni siquiera entiendo porque confié en ti en un principio.

—¿Qué recuerdas de mi?

—Fuiste mi compañero de clases en pociones, lo demás es irrelevante, amigo de todo Gryffindor, no hablas con gente de otras casas, eres amigo de Hermione quien me odia y no tengo ni idea del motivo aunque he de admitir que a mi tampoco me agrada y...

—Fuimos novios. —admito.

—Sí claro. —se burla—. ¿Por qué sería tu novia si te acababa de conocer?

—Porque soy yo. —me arriesgué a una mala respuesta pero fue todo lo contrario—. Extrañaba esa sonrisa Goldstein.

—Ahora entiendo muchas cosas, el porque te acercabas a mí con tanta confianza, las disculpas...¿Qué hiciste Black? Yo no confío en cualquiera, y mucho menos tengo novios así tan espontáneamente.

—Si me dejas explicarte...

—Insisto en que no quiero saber, por algo decidí no recordar nuestra relación.

—Creí que lo que tuvimos al menos era digno de recordar.

Poco a poco veo aquel manto cruel irse cayendo, si algo se de ella es que tiene más sentimientos de los que demuestra y aunque en su memoria no estoy no puede sacarme de su corazón.

Solo necesito llegar más allá de el caparazón.

—Déjame explicarte. —insisto.

—No ganarás nada, no es conmigo con quien debes disculparte, al menos no con esta versión de mi, de nada te servirá.

Y ahí esta, esa pequeña entrada para dejarme explicarle.

—¿Sabes que es chistoso? Que de recordarme ni siquiera me hablarias y ahora me conformo con escuchar tu voz aunque diga todo lo que no quería saber.

—Suelo ser muy rencorosa.

—¿Por qué decidiste olvidarme? Todo fue un malentendido.

Mis palabras despiertan la curiosidad que la caracteriza y ambos sabemos que no podrá resistirse.

—Orión, basta. Algún día planeo recordarte pero no ahora, en este momento están pasando mil cosas en mi vida y mi prioridad no es arreglar mis problemas emocionales. —se burla con ironía—. Mírame, no te recuerdo del todo y aquí estoy de nuevo hablando contigo como si no hubieras hecho algo malo.