Aeternum [FanFic de Harry Potter]

CAPÍTULO 48

Los latidos de mi corazón se hacen presentes con gran fuerza y rapidez en mis oídos.

Sé que tengo que dejar que las cosas pasen pero Harry está entrando en evidente pánico al ver tanta sangre y no me puedo arriesgar a perderlo.

—¿Beaufort?

No va a responder, ya no está consciente pero con suerte puedo mantenerlo con vida.

—¡Necesito apoyo! —grita Potter—. ¡Necesi...!

La palabra queda a la mitad justo después de amarrar su lengua, suficiente riesgo es que él me vea.

—Seré tu apoyo pero callate.

Conforme me acerco termino de crear el campo de ilusión para mantenernos ocultos y entonces veo de cerca a Orión.

Múltiples heridas recorren su cuerpo, la sangre no solo es la que escupió sino que tiene varios cortes profundos que lo hacen perder demasiada sangre.

El pánico se apodera de mí, ni siquiera estoy segura de poder salvarlo.

—¿Ya morimos? —cuestiona Harry palpando cada parte de su cuerpo.

—¡Busca en mi mochila un frasco azul y abrelo!

Pese al evidente shock que hay en su cerebro él consigue escucharme y hacerme caso mientras comienzo a hacer torniquetes en las extremidades para evitar el sangrado excesivo.

—¡Aquí tienes!

Inmediatamente tomo el frasco y comienzo a esparcirlo por las heridas, no harán que se cure rápido pero sí permitirá que sanen lo suficiente para sacarlo de peligro de muerte.

Mis opciones es que lo meta al castillo y allá lo curen pero con la cantidad de heridos no le darán prioridad y él merece cada segundo de atención.

Las hemorragias comienzan a detenerse pero las heridas no planean cerrar pronto, no puedo trasladarme, está muy herido pero puedo mantenernos a salvo hasta que consiga ayuda externa para devolvernos a la cabaña.

—¿Segura que no estamos muertos?

—No Harry, nadie está muerto y no dejaré que él sea el primero, es mucho para explicarte y necesito sacarlo de aquí.

Me acerco al pecho de Orión y los latidos al igual que la respiración son muy débiles, apenas perceptibles.

—Estarás bien, solo que necesito que te aferres a la vida como yo me aferro a ti. —susurro a su oído.

—Orión Black—

El ruido a mi alrededor es apenas perceptible, las voces y los ruidos suenan demasiado lejos de lo que mis sentidos me dejan apreciar.

—Estarás bien, solo que necesito que te aferres a la vida como yo me aferro a ti. —dice.

Puedo sentir el calor de su respiración en mi oído, no debió de haberse arriesgado para ayudarme.

Quiero abrir los ojos, poder hablar, gritar, hacer algo para que se vaya y no se preocupe por mi.

Pero es inutil, ahora ni siquiera percibo ruido alguno, estoy en completa oscuridad.

〰〰〰

No había pensado en ir a la playa hace mucho tiempo, en realidad no me agrada lo suficiente el calor pero aquí parece estar todo bien.

No hay tanto sol como para quemarme la piel, el aire no es demasiado fuerte para levantar la arena pero si lo necesario para hacer del oleaje una agradable melodía.