Aeternum [FanFic de Harry Potter]

CAPÍTULO 35

El desayuno esta vez es diferente ya que nos hicieron comida que normalmente sirven en Beauxbatons, aunque claro tengo que soportar a Blaise preguntando a qué sabe cada cosa porque según sus palabras es sensible para los sabores.

Sirio me intercepta a medio día para pedirme que despierte a su hermano pues quedó de ayudarle con una tarea pero al parecer el sueño no lo deja despertar y a mi con suerte si me hará caso.

La habitación está limpia e intacta, no ha cambiado en nada desde la última vez que estuve aquí, quizás el hecho de no tener visitas diarias hace que tu dormitorio quede intacto.

—Hola guapo. —me siento en su cama.

—¿En serio estás aquí o es un sueño?

—¿Sueñas conmigo?

—Todas las noches solamente que en ellos eres Black pero de eso me encargo después.

—Sirio me mandó a despertarte.

— Supongo que es por su tarea. —Orión respira profundamente—. ¿Tienes ganas de ahorrar agua?

—Hola.

—¿No sabes tocar la puerta Granger?

—Siempre entro así.

—Pues ve mejorando tus modales en el cuarto de mi novio.

—¿No le dirás nada?

—Ella manda

—Helena me pidió que venga por su chaqueta, la olvidó anoche —ella toma la prenda de la cabecera de la cama—. Permiso.

-Puedo explicarlo amor.

-No hace falta, confio en ti ahora debo irme, estoy esperando a Barty.

—Amor. —insiste.

—Te quiero, te veo más tarde.

Sé que debe haber una buena explicación pero sinceramente no la quiero escuchar ahorita.

-Natalie Grindelwald y Scorpius Black en media hora estarán recibiendo visitas. —anuncia una prefecta.

—Gracias.

Los domingos nadie tiene ganas realmente de hacer algo así que las chicas se fueron a acostar, Theo está con Susan, Terence hablando con Ari, mientras que Tom, Draco, Scorpius y yo nos quedamos recordando anécdotas.

Pasada la media hora nos disponemos a ir hacia la entrada de la escuela, justo enfrente de nosotros pasa Eris quien detiene a los chicos para pedirles no se qué.

Continuo mi camino porque no tengo ganas de escucharla, de repente siento un balde de agua cayendo sobre mi mientras que en mi cabello y hombros se quedan atoradas cáscaras y el olor desagradable se hace cada vez más evidente.

—Perdón. —la voz de Helena suena sobre mi y al alzar la vista la veo con una cubeta.

—Fue un accidente ¿Verdad George?.

—Fred tiene razón, no era para ti.

Mi paciencia se acabó aquí y ahora. Entró a toda para enfrentarla pero antes de llegar a las escaleras ella ya viene hacia mí.

-Fue un accidente Natalie, ¿Me perdonas?

Mis manos iban a hablar por mi cuando los gemelos me jalaron hacia atrás apartándonos de ella.

—Sueltala imbéciles. —exige Scorpius.

—A ver tranquila era para Filch.

—Justo cuando calculamos que pasaría nos equivocamos.