5. El lacerador y el destierro.

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Narrador omnisciente.

Por la mañana, Chuck tuvo que sacar a Thomas y a Maxine a rastras de los sacos de dormir, llevarlos a las duchas (cada uno por separado) y llevarles después a los vestidores

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Por la mañana, Chuck tuvo que sacar a Thomas y a Maxine a rastras de los sacos de dormir, llevarlos a las duchas (cada uno por separado) y llevarles después a los vestidores.

Maxine estuvo todo el rato desanimada e indiferente, le dolía la cabeza y su cuerpo quería dormir más.

Tuvo un encuentro algo embarazoso con Newt y Sartén cuando ellos habían ido a las duchas a buscar a Thomas. Resulta que se encontraron en la ducha equivocada, y Maxine dio gracias a Dios que estaba con la ropa interior puesta, pues Chuck se encontraba vigilando a los dos nuevos. Sartén y Newt salieron de allí con las mejillas más rojas que un tomate, después de haber hablado sobre las pruebas de corredores con Thomas.

Luego de aquello, el desayuno fue borroso, y una hora después de acabar ya no se acordaba de lo que había comido. Estaba tan cansada que ni siquiera hizo caso a los comentarios de casi todos los clarianos sobre ella, que decían que a la próxima que se encontrara en la ducha, avisaran.

Alby tuvo que poner orden y aclarar que nadie podía ni tocar ni mirar a Maxine si ella se encontraba desnuda o en las duchas. La verdad es que no había mucha intimidad para ella en el Claro. La única chica que le acompañaba estaba en una especie de coma y los demás eran solo adolescentes que no habían visto a una chica desde que tenían memoria.

—¿Estás bien? —levantó la cabeza al ver a Sartén hablándole a ella.

—Sí —respondió de inmediato.

—Cojeas un poco, deberías ir a la enfermería a que te miren la pierna.

—No es la pierna, creo que me he hecho daño en el tobillo. Pero seguramente se me pasará en unas horas —le explicó, y el cocinero arqueó una ceja.

Sartén miró a todos los clarianos que se encontraban deambulando alrededor de Maxine, ya sea para mirarla o porque tenían que pasar por allí. El cocinero estiró su mano hacia ella.

—Vamos, te llevaré a la enfermería.

Maxine al final cogió su mano y se levantó, atrayendo la atención de nuevo. Alby la había dejado descansar una hora en lo que resolvían el tema de Thomas.

—Tranquila, Alby y Newt los tienen amenazados. —habló Sartén al ver como Maxine miraba a todos los clarianos.

Minutos después, Sartén la dejó al cuidado de Jeff y Clint. Ellos revisaron su talón, se había hecho un pequeño esguince, pero nada muy grave. También atendieron la mordedura de su hombro y la desinfectaron.

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