Lecciones de lujuria| jjk+kth. ✓

dos

JungKook se percata de que una rubia lo está mirando fijamente desde la lejanía, pero no era nada nuevo para él, es un tipo atractivo con demasiado dinero, además de dueño de un importante club que con el pasar de los días su fama aumentaba, tanto para bien como para mal, pero al fin y al cabo, estaba siendo famoso entre los jóvenes adultos que asistían. De igual manera, esa noche no estaba de humor por cuestiones que sucedían en Afrodita, nunca pensó que tener otro club a la vuelta del suyo sería un problema, pero al parecer sí, era un jodido dolor de huevos competir contra Gltiz. Se dirigió a las escaleras que llevaban al piso VIP del lugar, donde había que pagar una gran suma por persona para poder ingresar, obviamente tenía sus beneficios; la gente no empujaba a los clientes, era un ambiente más tranquilo, la música no hacía retumbar el suelo, y estaban todos de un mismo estatus social, el cual era alto, por ende todos tenían dinero los que estaban allí, y a los asquerosos clasistas eso le venía a la perfección, porque un...pobre no podría ensuciar su ropa de lujo por haber sido empujado. Pero además del sector VIP, estaba la oficina personal de JungKook.

La rubia, al ver que su antiguo compañero de secundaria subía las escaleras, no perdió el tiempo en seguirlo, observando que él ya había pasado la pequeña reja que separaba ambos sectores, además de un hombre tremendamente musculoso que miraba con una mueca de seriedad a todas las personas, al parecer no estaba teniendo un buen día. Victoria subió las escaleras, con la intención de pasar a ese moreno musculoso que tenía su camisa blanca al punto de casi explotar por los ejercitados pectorales, el pantalón de vestir se ajustaba a la perfección en todo su cuerpo, y el saco negro hacía juego con el pantalón y zapatos de vestir. Bastante atractivo el guardia, si Victoria podía opinar, pero ahora se dirigía al otro hombre que le daba la espalda, no se había alejado mucho de la entrada al sector VIP, así que podía escuchar a su guardaespaldas, Kim NamJoon, discutiendo con la pequeña rubia que de suerte llegaba al metro sesenta.

⎯ ¿A dónde crees que vas?⎯ el hombre musculoso le preguntó en un mal tono, subiendo la mano para casi tocarle el hombro. Victoria lo miró con sus redondos ojos celestes, tenía unas pestañas increíblemente largas de forma natural, y la pura inocencia brillaba en esos orbes tan preciosos. Aún así, NamJoon no se tragó esa cara de niña buena.⎯ La zona superior es exclusivamente para pases VIP'S, ¿Tienes tu pase?

⎯ Es que soy amiga de JungKook.⎯ contestó alto intimidada, ese hombre frente a ella tranquilamente se lo podía comparar con un jodido armario por lo enorme que era. Le sonrió algo tensa, esperando que se trague su pequeña mentira. Precisamente amiga de Jeon no era, hace diez años dejaron de hablar, y sus charlas tampoco eran la gran cosa, un "buenos días" al cruzarse en el salón, y después las explicaciones que él le ofrecía por la materia de geografía. No más que eso.

⎯ Esa es una excusa que ya han usado muchos mentirosos, algunos solo quieren divertirse, pero otros traman cosas ilegales.⎯ mencionó con su tono de voz grave, cruzando ambos brazos frente a su fornido pecho. Victoria suspiró silenciosamente, pensando en rendirse con su idea de ir detrás de JungKook, tampoco era que podría conseguir mucho con su ayuda, pero esa sensación en el pecho de que podía ayudarla estaba ahí, así que no pensaba rendirse. La rubia quiso reclamarle a NamJoon, ¿En serio le estaba diciendo en la cara que tenía pintas de entrar a la zona VIP para vender drogas o algo peor?⎯ ¿Qué clase de mentirosa eres tú?

⎯ ¡No soy una mentirosa, grandulón!⎯ exclamó ofendida, el más alto puso una mueca que demostraba lo ofendido que también se encontraba por haberlo llamado de esa forma, aunque muy en el fondo, le causó gracia, se le hacía grande nada más porque ella era tan minúscula como su sobrina de 15 años.

⎯ ¿Entonces por qué no me dices tus verdaderas intenciones para subir a la zona VIP?⎯ discutió, y ella casi que se hizo más pequeña, si es que eso era posible. NamJoon observó aquello y una sonrisa divertida se dibujó en su rostro.⎯ Enana de metro veinte.