Lecciones de lujuria| jjk+kth. ✓

veintidós

⎯ ¿Q-qué ha pasado?

TaeHyung tenía el ceño fruncido delante de ella, pero no mostraba la razón de porqué había reaccionado de tal forma, cosa que confundía todavía más a Victoria, hasta que segundos después levantó una corbata verde oscura, apenas se podía ver bien el color por la oscuridad de la habitación, pero al instante la rubia supo que era de JungKook, la utilizó la última vez que había ido a la casa de ella, se la había quitado y tirado en el sofá, al parecer no la había tomado, y ella no le prestó la suficiente atención a los muebles del lugar como para tomar la pertenencia de Jeon, por esa razón ahora tenía a TaeHyung enojado, más que entendible, encontrar una corbata que no era de él era el equivalente a encontrar aretes en la casa de su pareja, o un lápiz labial, así que ya se daba una idea de los pensamientos que cruzaban por la cabeza de Kim.

⎯ Esto ha pasado.⎯ mueve la corbata en su mano hasta dejarla caer en el suelo, ella no despegó los ojos de TaeHyung en ningún momento, planeando una mentira lo suficientemente creíble para que no se moleste. Joder, iba a ser muy incómodo que JungKook vea la escena que estaban teniendo, aunque conociéndolo, se iba a llenar de orgullo al saber que hizo sentir inseguro a Kim.⎯ Estaba en tu sofá, ¿Estás viéndote con alguien más?

TaeHyung nunca había sido engañado, de por sí novias formales había tenido muy pocas, y los motivos por los cuales terminaron no se debían a infidelidades, entonces ahora se sentía con un enorme nudo en la garganta que en cualquier momento explotaría, más al no escuchar respuesta por parte de ella, le hacía pensar lo peor. Una pequeña vocecita en su cabeza, su conciencia digamos, se burlaba de él sabiendo que Victoria le gustaba demasiado, que la iba a perdonar aún si le confirmaba que se estaba viendo con otra persona, porque ella realmente era el tipo de mujer que esperó desde que le empezó a gustar el sexo fetichista, no quería perderla, pero además de eso, se sentía lindo estar enamorándose de alguien de nuevo, que su corazón comience a latir por una persona, y rogaba con todas sus fuerzas que la corbata sea de cualquier persona menos de un amante que pudiera tener. Aunque en ese momento lo único que podía pensar era que había otro hombre en su vida, su hermano no estuvo entre las posibilidades, ni siquiera el padre de ella, aunque había fallecido y era imposible que le pertenezca a él.

Solo estaba justificándola.

⎯ ¿Victoria?⎯ la llamó y ella levantó las cejas, prestándole atención. Parecía como si en esos escasos cinco segundos cada uno se había ido por un mundo diferente.⎯ Necesito una respuesta.

⎯ Mi hermano vino a visitarme el otro día, se había quedado dormido en el sofá y se la olvidó.⎯ mintió, notó que TaeHyung no terminaba de creerle así que alargó su respuesta.⎯ Se suponía que hoy iba a devolvérsela, por eso la dejé en el sofá, pero me fui a las apuradas para verme con mi mejor amiga y me la olvidé por completo. Perdón si pensaste algo que no era.

Él suspiró mientras desviaba la mirada, se sentía traicionado, muy en el fondo no confiaba en las palabras de la rubia, aunque tenían toda la pinta de ser reales. Victoria se preguntaba de dónde había sacado esa habilidad para mentir tan bien, y también quería asesinar a JungKook por dejarle algo que le pertenecía, era obvio que traería problemas, aunque en defensa de él, no sabía que TaeHyung sería invitado algún día al departamento, por lo menos no hasta recoger su corbata, la cual Jeon se percató aquel día cuando llegó a su casa, pero no le mandó mensaje a Victoria ni nada, con el pensamiento de que podía utilizarla como excusa para estar los dos solos de nuevo en el departamento.

⎯ TaeHyung, tienes que creerme, por favor.⎯ pidió casi llorando, ahora se sentía peor que antes, en los ojos de él se veía que se sentía para la mierda. Suspiró bajando la cabeza, continuando con su actuación, esperanzada de que podían solucionar las cosas.⎯ Sí tengo que confesarte algo...⎯ comenzó, levantándose de la cama para ir al armario, sentía algo de vergüenza que los dos estén en ropa interior mientras hablaban de eso, TaeHyung pensando que le habían sido infiel. Victoria tomó la caja que JungKook le había regalado, aquella con juguetes sexuales, la dejó en el suelo, permitiéndole a Kim que la vea. Él abrió los ojos sorprendidos mientras la rubia rascaba detrás de su oreja, esperando que eso sirva para distraerlo de sus pensamientos errados.⎯ Como puedes ver, no soy tan inocente como te hice creer.