Lecciones de lujuria| jjk+kth. ✓

tres

Victoria abrió la boca, totalmente sorprendida al escuchar las palabras de Jeon. Cuando le pidió un trabajo se refería a cosas normales, algo que no deba implicar su cuerpo, y a su vez, no pensó que le había visto con tanto detenimiento como para especificar lo que pensaba sobre su trasero, es decir, últimamente ni ella tenía tiempo para verse el cuerpo en el espejo y JungKook por poco le había hecho una radiografía visual en...¿20, 30 minutos, tal vez? Obviamente no se esperaba algo así, menos de él que era tan tímido en la secundaria, podía pensar que ni siquiera se acercaba a las chicas, y ahora le decía aquellas palabras con tanto descaro que la sorprendieron. Sus mejillas estaban rojas, más cuando en los ojos de JungKook encontró la lujuria, y le sonreía de una manera enigmática, como si recién le hubiera dicho de que tenía algo pegado en el cabello o algo así.

⎯ JungKook no lo entiendo, ¿Me estás pidiendo que sea stripper?⎯ soltó cuando, después de un eterno minuto de puro silencio, pudo salir de la impresión, aunque solo un poco, sus ojos seguían bastante abiertos y comenzó a pensar que estaba soñando una de esas cosas que cuando se despierte sentiría alivio de estar en su cama, pero no, todo parecía ser demasiado real para ser un sueño. Disimuladamente se pellizó el brazo, y...maldita sea, no era un jodido sueño.

Victoria nunca trabajó de stripper, apenas podía bailar estando quieta, lo último que iba a poder hacer sería moverse en un tubo, sumando que tenía que hacerlo de manera sensual, coqueta, sin vergüenza alguna, y sintiéndose un pedazo de carne que los hombres le tiran dinero, se ponen duros al verla, y comienzan a fantasear con llevársela a un motel porque en casa están sus esposas llorando, preguntándose qué hicieron mal para que su esposo desaparezca todas las noches. No, Victoria no quería eso, además de ser bastante tímida como para atreverse a algo así, sabía que no iba a causar más que vergüenza ajena en el público, y un despido inmediato de Jeon. Necesitaba el trabajo, en serio que necesitaba una buena paga para solucionar sus problemas económicos, pero tampoco se aventuraría tanto como para trabajar de prostituta, o bailando frente a personas cuando es bastante vergonzosa.

⎯ No.⎯ con su negación, la rubia pudo soltar el aire que estaba reteniendo, sintiéndose apenas más tranquila.⎯ Quiero que me ayudes a detener al hombre que me quiere destruir; Kim TaeHyung.

⎯ Tengo la sensación de que he oído ese nombre, ¿Es famoso o algo así?⎯ preguntó curiosa, en el fondo de su mente ese nombre se le hacía conocido, de haberlo escuchado no solo una o dos veces, sino de varias ocasiones, pero no podía recordar de dónde, extraño porque Victoria tenía muy buena memoria, pero algunas cosas se le podían pasar, al final seguía siendo humana y tenía sus defectos.

⎯ Algo así, es hijo del senador Kim, bueno, ex senador.⎯ se corrigió a lo último. Victoria asintió con la cabeza, obviamente conocía a alguien involucrado en la política del país en el que vive, y asumía que el ex senador en algún momento nombró a su hijo, o tal vez Clara lo mencionó en sus conversaciones de "top 10 hombres más calientes que me follaría y permitiría que se vengan dentro", sí, la conversaciones con su mejor amiga son bastantes raras en ocasiones.

⎯ ¡Ah, el senador Kim!⎯ exclamó, recordando. Asintió levemente con la cabeza, teniendo los penetrantes ojos de JungKook encima.⎯ Es uno de los pocos políticos que me caen bien.

Dicho senador había sido elegido en varias ocasiones por los ciudadanos del país, era un buen hombre, quien venía de una familia humilde e intentó que la suya permanezca de la misma manera, cosa que logró. Gracias a él era que Victoria y Alexander estaban en el país, además de Clara y otros muchos estudiantes que tuvieron la oportunidad. Fue idea de él traer gente del extranjero al país para mejorar su educación, para tener nuevos profesionales de los cuales podían presumir orgullosos que realizaron sus estudios en Corea del Sur, así que Victoria podía agradecerle la vida que tenía a él, pero a su vez, podía culparlo de sus desgracias, como haberla hecho conocer a su ex novio, o el accidente aéreo que tuvieron sus padres (y muchas más personas) para venir al país. Aún así, ella fue una de las que lo votó cuando cuatro años atrás pedían votos para cambiar de senador o permanecer con el mismo, ahora se había retirado del cargo por problemas de salud, además de que ya superaba los 50 años y no quería seguir dedicándose a la política, era muy estresante en ocasiones.