diez

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⎯ Eso es lo más bonito que me han dicho desde hace mucho tiempo.

La sonrisa de Victoria era genuina, sintiéndose querida por alguien, no, mejor dicho, se sentía comprendida. Clara criticaba sus acciones de una manera pasiva, Alexander no notaba sus acciones, y ella misma se hundía cada vez más por cargar con preocupaciones que no debería cargar con la edad que tiene, con la vida que debería tener. Sí, lamentablemente si no fuera por JungKook ella no tendría dinero ahora para tirar al cielo, así que eso de ir de compras cuando se sienta mal estaba fuera del plan, pero otras cosas tan básicas como ver películas, pintar sus uñas, tomarse un día del trabajo, llorar sin sentir culpa, escuchar música y sentirse identificada, eran cosas que Victoria no hacía porque a su mente llegaba al instante el pensamiento de "estas gastando tiempo en esto en vez de buscar otro trabajo para darle una mejor vida a tu hermano", y, realmente, ¿Eso era vida?

No, obvio que no.

Claro que con todo lo que pensó no significaba que iba a desligarse de su hermano de la noche a la mañana, en realidad, si de verdad quería dejar que Alexander comience a trazar su propio camino sin que ella esté preocupándose por su vida a cada minuto, iba a tener un largo camino por recorrer, desde siempre fue sobreprotectora con su hermano, más cuando pasó el accidente de sus padres, entonces no iba a poder ser que de la noche a la mañana no ayude a Alexander con alguna cuenta de la casa, algún gasto que tenga, o cualquier inconveniente que le pueda aparecer en su vida. Sabía que en algún momento podría contarle sobre la hipoteca que ya estaba paga, aunque también pensaba que era absurdo porque ya no era un problema en sus vidas, pero quién sabe y en una de esas se le termina escapando sin darse cuenta. Alexander odia las mentiras, por eso es preferible decírselo ahora, discutir ahora, y en un futuro estar bien.

⎯ Quizá estás rodeada de las personas equivocadas.⎯ supuso él apoyando su rostro en la otra mano, mientras la veía con atención, como si fuera un complicado ejercicio de matemáticas para entender. Victoria sonrió pensante, pero le respondió aún si su cabeza comenzaba a maquinar ideas.

⎯ Sí...supongo que sí.

Al instante su cabeza pensó en JungKook, no por algo en particular, no sabía mucho sobre ella en verdad, era claro que lo que tenían era nada más que profesional, fuera de que el día anterior casi se desgastan los labios de tanto besarse, sabía que él no se interesaría en su historia, que él no iba a expresar orgullo por ella al haber hecho tantas cosas en su vida, o admirarla por superar situaciones difíciles. Jeon sabía sobre el engaño de su ex pareja, la estafada que le pegó, y aún así lo único que hizo fue tratarla de idiota por su inocencia, nunca preguntarle si estaba bien, si quería ayuda en algo fuera de la hipoteca, y aunque realmente no había nada en lo que pudiera ayudar porque Victoria ya tenía superado a ese patán que en algún momento llamó novio, la pregunta e intención no estaba de más. Suspiró mirando una servilleta de tela en la mesa, TaeHyung era todo lo contrario a JungKook...él la trataba bien, la admiraba, la escuchaba. No pudo evitar preguntarse si el verdadero villano de la historia era JungKook en vez de TaeHyung.

¿Él sería capaz de mentirle sobre Kim?

Y ahí estaba de nuevo su estúpida inocencia.

⎯ Dime, Victoria, ¿Hay alguien especial en tu vida?⎯ consultó interesado y ella miró sus ojos antes de presionar sus labios entre sí. Desde su ex no había tenido tiempo, ni ganas, de estar con otra persona.

⎯ No, no hay nadie.⎯ negó al instante.

⎯ Debería llamar a la policía.

⎯ ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!⎯ preguntó alterada, diablos, ¿tan rápido había descubierto que ella y JungKook tenían todo un plan y ahora la llevaría presa? Joder, por lo menos déjenla disfrutar esa última noche en libertad.

Lecciones de lujuria| jjk+kth. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora