Capítulo 21 - Calor corporal

312 14 18
                                    

Cierto cachorro de león se encontraba recostado en su alcoba. Agotado, frustrado, enojado... Muy enojado: con cierto mandril para ser más claros.

Solo unos segundos luego de intentar dormirse para olvidar aquellas emociones, escuchó pasos entrar.

Kion— No estoy de humor para nadie chicas; váyanse.

Kiara— Kion...

El macho se giró, sorprendido. Estaba convencido de que Kiara ya estaría durmiendo para cuando él llegase. Tiifu y Zuri siempre se desvelaban por las noches, pero no era muy común en su hermana.

Kiara— Perdón, yo no quise molestarte. Solo; quería saber si estaba todo bien. Te vi entrar molesto a la Roca.

Kion— Pasa si quieres.

La hembra ingresó y se recostó al lado de su hermano, mirándolo directamente a esos característicos ojos suyos.

Kiara— ¿Pasó algo? ¿Necesitas hablar con alguien?

Kion (desviando la mirada)— Estoy frustrado, solo eso.

Kiara— ¿Por lo de hoy?

Kion— Sí, es que... Agh, no sé. Es el idiota de Rafiki.

La mayor reaccionó abriendo sus ojos de par en par ante aquellas palabras. Su hermano no era de usar palabrotas muy a menudo, a menos que de verdad esté enojado.

Kion— No te conté que Fuli y Bunga salieron muy heridos después del ataque de las hienas hoy. Bunga se recuperó bastante, pero ahora Fuli está más grave que antes. Y yo... Yo le dije a ese... ese... mono; que ella necesitaba ser atendida primero, pero no me hizo caso y dijo no sé qué de Bunga y esto que aquello, y luego discutimos y casi me ahoga agarrándome el cuello y nos obligó a irnos.

A su hermana parecía que la información le llegaba por partes.

Kion— Ya sé que es mucho pero... Me enoja que no me haya hecho caso, siendo que claramente se lo dije.

Kiara (extrañada)— ¿De verdad intentó agredirte? Eso suena muy raro viniendo de él.

Kion (sarcástico)— ¿Intentar? ¡Ja! Ojalá solo lo hubiera intentado, ¡LO HIZO! Kiara, ¿puedes entender eso?

Con cada palabra el menor parecía indignarse más. Kiara ya no sabía si seguir o mejor dejar el tema de lado.

Kiara— Hey —puso una pata en su hombro—. No te sientas mal... Fuli se recuperará, te lo puedo asegurar. Igual para Bunga.

Kion— Es que no quiero que salga ya más nadie lastimado. Últimamente la muerte parece estar por todas partes. No lo sé Kiara; ahora veo y hablo con animales muertos al parecer. Todo ha cambiado tanto. Y siento que me voy a volver loco en cualquier momento. Yo... Yo...

Su hermana silenció sus palabras poniendo una pata en sus labios.

Kiara— Shh. No digas eso —retiró su pata y se acurrucó junto a él, abrazándolo—. Solo son malos momentos, no pasa nada malo contigo. Eres el más paciente, valiente y noble león que conozco. Bunga tiene el título del más valiente... Pero créeme que tú lo eres más que él.

La escena para el león era muy acogedora... Pero, no podía evitar ese calor en sus mejillas... Aquel posible rubor debajo de su pelaje; que solo aumentaba conforme Kiara apegaba más su cuerpo al de él.

El líder de la Guardia nunca había sentido esto antes. Era algo igual de único que aquel momento a la tarde en la guarida.

Kiara— Recuerda que me tienes aquí. Mientras viva, siempre me tendrás aquí.

Kion (de mejor humor)— ¿De verdad?

Kiara— De verdad.

La escena concluyó con la leona lamiéndole la mejilla repetidas veces. Se sentía el cariño fraternal en el aire. O talvez ¿no tan fraternal? Quién sabía. Ninguno de los dos quería averiguarlo en ese momento. Solo disfrutar del momento, de la compañía y el aroma del otro. Del roce de sus cuerpos.

Una buena noche después de tanta histeria, malentendidos y pelas los días anteriores. Hoy, por fin podrían descansar en paz: juntos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 18, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Unidos Como NuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora