Lisa, una joven relajada y desenfadada, amante a los deportes extremos, ademas de ser popular con las chicas y conocida por ser una fuckgirl, es la hija del presidente de los Estados Unidos. Jennie, a diferencia de Lisa, es una chica muy estricta y...
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Estas dos últimas semanas han sido difíciles; no sabría identificar las emociones. Me siento feliz por estar con Lisa, pero al mismo tiempo triste por no tener noticias de mi familia, aunque hoy eso termino porque...
Hoy vi a mi madre, de hecho, no la esperaba, pero apareció de sorpresa. Por primera vez en mi vida, sentí un abrazo que me hizo sentir como en familia.
Hablamos un rato, y me prometió que trataría de hablar con papá. Sé que mamá, a pesar de todo, estaría aquí. El problema es papá; conozco sus convicciones, y sé que cuando no le gusta una idea jamás cambia de opinión. Dejé de pensar más en ello y decidí darme un baño. Debería estar feliz por tener a Lisa conmigo y ahora también a mamá.
Caminé hacia el baño y encontré a Lisa saliendo de la habitación con cara de preocupación. Me acerqué a ella y le pregunté:
- ¿Pasa algo, cariño? - evitó mi mirada.
- Estoy bien, nena. Solo tengo cosas con lo de las alianzas. Jisoo debía escribirme hoy y mandarme la información, pero aún no ha dado señales.
- Tranquila, ya te escribirá. No dramatices. Iré a darme un baño y luego te ayudo, si quieres.
- Claro, amor. - Lisa se acercó a darme un beso casto y se fue.
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Horas más tarde, Lisa aún no aparecía por ningún lado. Intenté llamarla, pero no respondía. Pensé que tal vez estaba ocupada y no podía contestar el celular. Sin embargo, mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuché la puerta principal abrirse. Allí estaba ella, con la misma expresión que por la mañana.
- ¿Pasa algo?
- Jennie, tenemos que terminar. - ¿Qué acaba de decir?.
- ¿Qué estás diciendo, Lisa?
- Que debemos terminar, Jennie. No quiero estar contigo. - Bajó la mirada. - No soy para ti, sabes cómo soy, y no creo que pueda cambiar. - Quise decir algo, pero no tenía fuerzas ni siquiera para articular palabras. Comencé a llorar. Vi en su mirada preocupación y culpa.
- ¿Lo dices en serio? Lisa, no entiendo. - me acerque tratando de buscar su mirada.
- Jennie, no podemos estar juntas. Tu y yo somos diferentes, y no quiero complicar mas tu vida ni la mia.
- ¿esa es la única razón por la cual me dejarás?
- Si, yo no quiero seguir, y es mejor dejarlo aquí, yo me tengo que ir a francia y sabes como es mi estilo vida, es mejor terminar por que otra cosa no te puedo jurar.
- Eres una imbecil, me dijiste que tenias miedo que yo me alejara de ti, sin embargo tu lo estas haciendo. - señale su pecho, ya con la ira creciendo en mi.
