Cap. 51

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Judge Angels
Uso un trapo húmedo para limpiar el resto de sangre que queda en la acera. Bloody se acerca con una bolsa negra donde tiro los trapos completamente llenos y sucios.

—Clock me las pagará.—murmura Jeff.—Nos puso a hacer literalmente el trabajo sucio.

—¡Pero no estás haciendo nada!—protesta Zero.

Jeff se encuentra acostado en el césped debajo de un árbol jugando con su teléfono. Él se siente y guarda su celular en su mochila, mirándonos con enfado.

—Apúrense, ya me quiero ir.—alega.

—¿Tanto esfuerzo es limpiar un poco? Pedazo de mierda de piojo manco.—cuestiona Masky.

—Primera—Jeff se pone de pie y se acerca a Masky, molesto—Primera y última vez que tú me hablas así.

—Basta, chicos.—dice E. Jack.

—Oigan, estaba pensando algo.—anuncio poniéndome de pie.—Mañana es el cumpleaños de Toby, deberíamos hacer algo.—sugiero.

—Pues, no es mala idea.—opina Hoodie.

—Clock puede ayudarnos.—comenta Cody.

—¿Pero que haremos?—pregunta Jane.

—¿Que les parece una fiesta?—pregunta Bloody.

—Me encanta la idea.—dice Vailly. —Podemos prepararla mañana, y podemos pedirle a Clock que entretenga a Toby.

—¡Buena idea!—exclama Jill.

—Yo llevaré las cervezas.—anuncia Jeff.

—Es que...—Puppetter se acerca a Jeff y lo golpea en la cabeza.—Pendejo, Toby no bebe alcohol.

—Imbécil, no era necesario golpearme, ¿sabes?, pedazo de estúpido.—insulta Jeff acariciándose la cabeza.

—Además, habrá niños, idiota.—afirma Ann.

—Simplemente no usemos alcohol.—dice L. Jack.

—Mejor volvamos a la mansión.—sugiere Kate.—Allá nos pondremos de acuerdo.

Todos votamos y quemamos la basura, borrando cualquier pista. Caminamos por la ciudad hasta llegar al bosque. La noche esta vez es más oscura de lo normal, y está más silencioso de lo normal, solo escuchamos nuestros pasos.

Al llegar a la mansión, entramos en silencio, de puntitas. Las luces aún están encendidas, cosa que nos deja confundidos. Nos asomamos a la sala y vemos a Slender dormido en el sofá.

—Tengo una idea.—susurra Jeff.

Él empieza a caminar hacia Slender, se pone enfrente de él. Jeff acerca sus manos a sus hombros y empieza a sacudirlo.

—¡SLENDER!—grita y recibe un puñetazo de Slender.

—Que mierda.—dice Slender levantándose.—¿Que pasó?—cuestiona mirando a todos lados.

—¿Estabas dormido?—pregunta Jeff acomodándose las mandíbula.

—No, estaba en coma, si no fuera por ti, me muero, idiota.—responde sarcásticamente y todos reímos fuertemente. —¿Lo hicieron?

—Si.—respondo.—todo está hecho.

—¿Dónde están Clock y Toby?—cuestiona Slender mirando a todos lados.

—Ni idea.—responde E. Jack. —De hecho es mejor que no estén aquí.

—Mañana es el cumpleaños de Toby—explica Jane.—y queríamos saber si nos dabas permiso de hacer una fiesta para celebrarlo.

—Siempre y cuando tengan cuidado, y obedezcan mis reglas.—afirma Slender.

—Bien, preparemos todo mañana, muero de sueño, chicos.—dice Puppetter.

—Veámonos mañana entonces.—acepto y todos caminamos a las escaleras.

Subimos a nuestras habitaciones. Me encierro en la mía y me cambio de ropa. Me acuesto en la cama y poco a poco cierro los ojos, esperando que mañana todo salga bien y feliz ya que al fin mis amigos podrán estar juntos.

Clockwork
Despierto lentamente, miro a mi lado y veo a Toby, profundamente dormido. Sonrío al verlo, y recordar que hoy es su cumpleaños. Tomo mi celular al escucharlo vibrar, tengo varios mensajes y llamadas perdidas de las chicas. Me piden que entretenga a Toby hasta la tarde en lo que ellos organizan una pequeña fiesta para él.

Me levanto en silencio y me dirijo al la regadera. Me doy una larga ducha, siento un dolor en mis piernas y me cuesta caminar, Toby es demasiado intenso, y eso me encanta en él. Termino de ducharme, me pongo unos jeans negros y una camisa verde oscuro escotada y de tirantes, me coloco también una chaqueta negra y me dejo el cabello suelto.

Bajo a la cocina y preparo el desayuno. Hago unos hotcakes, pienso en todo lo de anoche, en lo que he vivido, recuerdo el tiempo que me autolesionaba, y hoy esas son solo cicatrices.

Siento unos brazos que me rodean la cintura. Volteo y veo a Toby, sonreímos mutuamente y nos damos un beso lleno de ternura. Él me voltea y me toma de las caderas pegándome más a él. Nos separamos por falta de oxígeno y nos miramos fijamente.

—Feliz cumpleaños, mi niño.—digo acariciando su mejilla.

—El mejor regalo de cumpleaños que puedes darme es existir, mi vida.—él me da otro beso.

—Te prepare el desayuno.—anuncio separándome de él y apagando la estufa.

—Gracias, amor.—él se queda en silencio unos segundos. —Oye, quería preguntarte algo.

—Claro, dime.

—¿Me acompañas al cementerio? Quiero ver a mi hermana.

—Mi amor.—me acerco a él y lo abrazo, a lo que él me corresponde.—Claro que si, iremos juntos.

—Gracias, mi amor.

Luego de desayunar, ambos nos cambiamos y salimos de la cabaña. Caminamos por el bosque hasta llegar a la ciudad, bebemos la poción tomando nuestras formas "humanas".

Comenzamos a caminar por la ciudad, se siente bien poder caminar sin ser perseguidos por nadie como antes. Recuerdo que no he comprado el regalo de Toby, pero no puedo dejarlo solo, y debo pensar en algo.

—Quiero comprar unas flores para ella.—la voz de Toby me saca de mis pensamientos y lo miro fijamente.

—Pues vamos.—afirmo sonriendo.

Llegamos a un vivero. Al entrar, el olor de las flores frescas entra por mi nariz, es una linda fragancia. Nos acercamos al mostrador, un señor de la tercera edad nos atiende y se encuentra regando una camelia, idéntica a las que Toby me dio hace mucho.

—Hola, señor. ¿Me recuerda?—pregunta Toby emocionado.

—¡Muchacho! Como olvidarte, antes y después que tú llegaras, nadie me había hecho un pedido tan especial.—comenta el señor y reímos al mismo tiempo. —Veo que traes a alguien.

—Así es.—dice Toby abrazándome de la cintura.

—¿Ella es de quien me hablaste?—pregunta.

—Su nombre es Natalie, y si, es mi novia.—cruzamos miradas y Toby me guiña el ojo.

—Es un placer conocerlo.—digo extendiendo mi mano.

—El honor es todo mío.—dice correspondiendo a mi saludo.—Hacen linda pareja.

—Se lo agradecemos.—concluyo sonriendo.

Toby pide las flores y le da el dinero al señor quien nos dijo que le recordábamos mucho a él y su esposa en su juventud, y nos deseaba una relación larga y duradera.

Salimos del vivero y caminamos hasta el cementerio. Al llegar, el silencio hace su aparición. Caminamos hasta llegar a la lápida de la hermana de Toby. Esta intacta, sin decorar.

Sanando tu corazón-Ticciwork Donde viven las historias. Descúbrelo ahora