Cap. 11

207 13 2
                                    

Clockwork

Oye, Clock, estaba pensando, ¿que te parece si hacemos una pijamada hoy para compensarte lo de ayer?—sugiere Nina.

—Es cierto, es lo menos que podemos hacer por ti después de anoche.—continuo Jane.

—No estoy segura.—respondo dudosa.

—Anda, te prometemos que esta vez estarás segura, que se muera Jeff si no es así.—dice Jane.

—¡Oye!—se queja Jeff y todos reímos.

—¿Nos das permiso, Slender?—pregunta Nina.

—No veo porque no, pero traten de ser considerados esta vez.—responde Slender.

—Ya ves, Slender nos dio permiso, ¿que dices? ¿Aceptas?—insiste Jane. Vacilo por unos segundos jugando con mis manos.

—Está bien, voy.—acepto sonriendo.

—¡Genial!—celebra Nina aplaudiendo. —Toby, si quieres también ven, para que no estés encerrado.

—Me parece bien.—contesta encogiéndose de hombros.

—Más les vale esta vez no hacerme una broma estúpida, a menos que quieran dormir en el patio, ¿quedo claro?—amenaza Slender.

—Entendido.—responden todos a regañadientes.

Mis pensamientos son un lío, lo de anoche, lo de esta mañana, mi pasado, el presente, todo es un lío. De reojo miro a Toby, lo concentrado que está en la televisión, me encanta verlo así.

—Oye Clock.—me habla Zero y me sobresalto. —Hey, ¿estás bien?—pregunta confundida.

—Eh, si, si.—titubeo nerviosa.

—¿Ok?—vacila. —¿Tienes una pijama para esta noche?

—Honestamente no.—respondo.

—Slender, ¿nos dejas ir de compras a la ciudad? No tardaremos mucho.—cuestiona Jill.

—Vayan, pero deben llevar las pociones.—responde Slender.

—Vamos en la tarde, el movimiento es más tranquilo a esa hora.—sugiere Ann.

—Me parece buena idea.—confirma Jane.

—No se porque las mujeres son tan complicadas, usen la ropa que tienen, en ese closet ya ni cabe tanta ropa.—alega L. Jack.

—Ajá, de tanta ropa que ya todos nos vieron puesta, idiota.—contesta Ann.

—Además, ni modo que usemos pijamas viejas para una pijamada que será con gracia.—continúa Jill.

—Pero que vanidosas.—reniega Masky.

—¡Cállense! Es más, vengan chicas a mi cuarto, vamos a buscar ropa para ir a la ciudad.—anuncia Angels.

—Ya hablaste, amiga.—responde Jane.

Todas se levantan y siguen a Angels. Estoy lista para hacer lo mismo, pero siento que alguien agarra mi mano.

—Cuídate.—me susurra Toby y siento un pequeño escalofrío recorrer mi espalda. Yo solo asiento sin mirarlo y luego deja mi mano.

Me levanto y sigo a las chicas escaleras arriba, entro a la habitación de Angels y cierro la puerta detrás de mi. Me acerco a ellas y me siento en la esquina de la cama.

—Nos disculpamos nuevamente contigo, linda.—me dice Jane.

—Por eso las compras, queríamos compensarte lo de anoche.—comenta Nina.

Sanando tu corazón-Ticciwork Donde viven las historias. Descúbrelo ahora