Cap. 13

172 13 0
                                    

Clockwork
La noche hace su aparición. Las chicas se encuentran emocionadas por el segundo intento de una pijamada divertida y tranquila. Reíamos sin parar de algunos chismes que leímos.

—¡A cenar!—grita Slender desde abajo.

Nos levantamos de mala gana y salimos de la habitación de Angels y luego bajar las escaleras. Llegamos al comedor y nos sentamos. Comenzamos a comer.

—Ya saben, no quiero tonterías.—repite Slender.

—Papi, quiero ir a la pijamada.—dice la pequeña Sally.

—No, mi niña, ellos son más grandes y además son irresponsables.—musita Slender.

—¡Oye!—reclaman todos.

—En fin, Sally y Ben dormirán conmigo.—anuncia Slender.

El tiempo pasa y llega la hora de vestirnos para la pijamada. Me pongo la pijama verde, me siento cómoda, fresca. Alguien toca mi puerta.

—Clock, ¿puedo pasar?—pregunta Jane desde afuera.

—Adelante, pasa.—respondo y Jane entra.

—Amiga te ves súper linda.—dice entusiasmada.

—Gracias, amiga.—musito con una leve sonrisa que desaparece poco a poco.

—¿Estas bien?—pregunta preocupada.

—Simplemente, tengo miedo que alguien me haga daño, Lucas en una ocasión aprovecho la noche para hacerme daño, ósea, que yo usaba una pijama. No quiero que me vuelvan a hacer daño.—mis ojos se cristalizan y empiezo a llorar.

—Ay, linda.—Jane se acerca a mi y me abraza. —Sé que es duro, pero nadie te volverá a hacer daño, estarás bien, aquí te vamos a cuidar mucho.

—Gracias, amiga.—sonrío levemente y seco mis lágrimas.

—Ven, vamos al cuarto de Nina ya todos están ahí.

Salimos de mi habitación y caminamos al cuarto de Nina. Todos estaban ahí, pero noto que faltan Masky y Hoodie, y quedo algo extrañada. Me siento en el suelo al lado de Jane y Nina. En eso, Hoodie y Masky entran ayudando a Toby a caminar. Lo sientan frente a mi con mucho cuidado.

—Listo, ya estamos todos.—afirma E. Jack.

—¿Que hacemos ahora?—pregunta Hoodie.

—Pues, tengo juegos preparados.—anuncia Nina.—El primero ya lo conocen, verdad o reto.

—Pónganse creativos.—dice Jeff.

—Empiezo yo, Bloody, ¿verdad o reto?—pregunta Nina.

—Verdad.—responde Bloody.

—¿Alguien de aquí te gusta?

—S...si.—titubea sonrojado mirando a Angels. —Jeff, verdad o reto.

—Verdad.—responde Jeff.

—¿Aún amas a Jane?—pregunta Bloody.

—Nunca dejaré de hacerlo.—asegura Jeff y Jane aparta la mirada. —E. Jack, ¿verdad o reto?

—Verdad.—contesta E. Jack.

—¿Tienes otra comida favorita aparte de los riñones?

—Si, el sushi.—contesta Eyeless. —Hoodie, ¿verdad o reto?

—Verdad.—responde Hoodie.

—¿Lavas esa sudadera?

—Obvio, idiota.—responde ofendido y reímos un poco. —Masky, ¿verdad o reto?

—Verdad.—responde Masky.

—Puta, solo han dicho verdad, ponle un reto.—alega Puppetter.

—Tienes razón, Masky, te reto a cortarle el cable al teléfonos a Slender. A esta hora él siempre llama a Slenderwoman, será más divertido.—reta Hoodie.

—¡Mierda! ¿Por qué siempre yo?—cuestiona Masky molesto. —¿De donde saco unas tijeras?

Nina se levanta y se acerca a uno de sus cajones, y de este saca unas tijeras para luego, entregárselas a Masky quien se las arrebata de mala gana. Masky sale y nosotros lo seguimos, a excepción de Toby, quien solo se quedó sentado debido a su tobillo. Me quedo en la puerta unos segundos cuando todos ya están en el pasillo y miro a Toby.

—¿Estarás bien?—pregunto. Él solo me mira algo sonrojado y no puedo evitar hacer lo mismo al sentir sus ojos clavados en mi.

—Si.—dice finalmente y yo asiento saliendo del cuarto.

Nos dirigimos a la sala, Slender está de espaldas hablando por teléfono con su esposa. Masky camina de puntitas sin hacer mucho ruido y nosotros hacemos lo posible por aguantar la risa.

—No tienes idea las ganas que tengo de verte.—dice Slender a su esposa. —Hace mucho no lo hacemos, extraño mucho tenerte.

Todos hacemos expresiones de incomodidad. Masky se arrodilla y empieza a gatear hasta estar lo suficientemente cerca para cortar el cable. Masky inhala profundamente y corta el cable del teléfono.

—Desearía verte tam... ¿Hola? ¿Linda?—Slender se aparta el teléfono de la oreja y lo mira confundido, él se gira y nota que Masky había cortado el cable.

No aguantamos y comenzamos a reír a carcajadas y Slender se frota la frente frustrado.

—Tienen tres segundos, para apartarse de mi vista o dormirán en el patio.—anuncia Slender. —Uno.—en ese momento todos salimos corriendo. Masky se levanta y se va con nosotros.

Subimos las escaleras entre risas y entramos nuevamente al cuarto de Nina, Toby nos mira riendo extrañado y al no aguantar la risa no me fijo donde me siento, ahora me encuentro junto a él e intercambiamos miradas unos segundos. Siento como mis mejillas se enrojecen y veo como las suyas se coloran un poco.

—Te ves muy linda con esa pijama, pero te ves más linda riendo.—dice Toby y yo respondo con una leve sonrisa.

Ticci Toby
Maldición! Otra vez pensé en voz alta. Clock sonríe y no puedo evitar devolverle la sonrisa. Me le quedo viendo durante varios segundos, ignorando las risas y la existencia de los demás.

—¡Son unos idiotas!—insulta Masky enojado.

—Ya cálmate, fue bastante gracioso.—se burla L. Jack.

—¡Cállate!—espeta Masky enojado.

Todos se calmaron un poco pero reían entre dientes por lo sucedido.

—Toby, ¿verdad o reto?—pregunta Masky.

—Reto.—respondo sin rodeos.

—Besa a Clock.

Clock gira su cabeza mirándome. Pongo mi mano en su mejilla acariciándola levemente. Paso mi dedo pulgar por sus labios y ella los entreabre. Me acerco a su rostro y cierro los ojos, la beso. Nuestros labios se mueven lentamente, escuchamos a todos silbar, reírse y gritar. Ignoro todo y a todos. Nunca ame tanto una sensación como besar, y más si se trata de Clock. El beso era tranquilo, tierno, disfrutaba de sus labios y su sabor, hasta que el oxígeno empieza a faltar y debo separarme.

Abro los ojos y la miro fijamente, uniendo nuestras frentes. Me separo poco a poco de ella y me relamo los labios para volver a sentir su sabor.

—Que linda pareja.—dice Zero.

—Pagaría por volver a ver un beso entre ustedes. Son tan goals.—afirma Ann emocionada.

Desvió la mirada, lo peor, es que los labios de Clock son adictivos, en estos momentos siento la necesidad de volver a besarla y hacerlo toda mi vida sin parar, disfrutar del sabor y la sensación. Las mejillas de Clock están rojas como tomates y no dudo que las mías estén de igual forma. Me subo el bozal y agacho mi cabeza para que no vean mi rostro sonrojado.

Sanando tu corazón-Ticciwork Donde viven las historias. Descúbrelo ahora