Cap. 32

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Ticci Toby
Beso a Clock apasionadamente, como si no existiera un mañana, como si mi vida dependiera de ello. Acaricio su cintura y la pegó bruscamente a mi cuerpo. La respiración falta y nos separamos. La miro a los ojos y coloco un mechón de su cabello detrás de su oreja.

—Toby.—susurra.

Sin pensarlo dos veces vuelvo a estampar mis labios con los suyos. La beso desesperadamente. Ella rodea mi cuello con sus brazos. Siento que estoy en el paraíso, pero entonces, escucho un sonido muy fuerte.

Me despierto asustado cayéndome de la cama mientras escucho una fuerte bocina sonar. Agarro mi celular y veo que son las 5:00am. Todo fue un sueño.

—¡DESPIERTEN, GRUPO DE HARAGANES! ¡MÁS LES VALE QUE SE ALISTEN RÁPIDO, EL QUE SE QUEDE NO PIENSO REGRESAR!—grita Slender desde el segundo piso por lo que veo.

Me levanto del suelo y me estiro un poco. No dejo de pensar en ese sueño. He ignorado mucho a Clock, no hemos hablado, me siento mal por eso. Enciendo la luz y me desvisto para luego dirigirme al baño.

Me doy una no muy larga ducha. Al salir me pongo unos jeans básicos y una camiseta blanca. Agarro una sudadera negra para variar, me la pongo y me coloco mis tenis. Agarro mis maletas junto con mi celular y mi cargador y salgo de mi habitación.

Al salir, veo a Clock salir de su habitación. Viste un pantalón de buzo negro y un top gris no muy corto. Noto que en su brazo lleva una sudadera negra, casi igual a la mía. Ella voltea a verme y por unos segundos cruzamos miradas.

Inconscientemente me acerco a ella. Camino lentamente para quedar a sólo unos escasos centímetros de distancia. Me pierdo en su ojo verde y dejo que el tic tac de su reloj sea quien haga ese silencio incómodo menos incómodo.

—Te ves linda.—digo llevando mi mano a su mejilla para acariciarla suavemente.

—Gracias.—responde con una leve sonrisa.

Nos alejamos un poco y tomamos nuestras cosas. Bajamos las escaleras al segundo piso y notamos que todos ya estaban saliendo de sus habitaciones con sus maletas. Bajamos al primer piso donde Sally y Ben ya estaban con Slender.

—Vámonos, una vez estén en la furgoneta, se beberán la poción.—ordena Slender y todos asentimos.

Salimos de la mansión y Slender asegura la puerta. Caminamos a la furgoneta y nos subimos a ella. Al parecer todos decidieron sentarse con sus respectivas parejas, a excepción de Cody que va junto a Slender enfrente.

Veo al fondo que Clock está sentada con su mirada perdida en la ventana. Camino hacia ella y me siento a su lado, en silencio. Ella no se inmuta, ni si quiera me mira. Los chicos comienzan a pasar los frascos de la poción. Todos nos bebemos la poción, volviendo a nuestras formas normales y emprendemos el camino.

Algunos se han quedado dormidos por el cansancio, madrugamos sin motivo alguno y nos sentimos exhaustos.

Miro de reojo a Clock, y noto que está cabeceando y cerrando los ojos. Volteo mi mirada hacia enfrente y en menos de cinco segundos, siento como ella posa su cabeza en mi hombro, está profundamente dormida. No puedo evitar sonrojarme, se ve tan linda así. Acomodo mi cabeza en la suya, quedando muy juntos, y no tardo en quedarme dormido.

Slenderman
Sueno la bocina, frustrado. El tráfico si que esta horrible. Veo por el espejo que todos siguen muy dormidos. Suspiro y regreso mi vista al frente.

—¡MUÉVANSE!—exijo volviendo a sonar la bocina.

Los autos se mueven muy despacio. Esto no puede estarme pasando. Veo que un oficial hace señas que pasemos por otra ruta. Cambio de dirección y sigo ese camino. Noto que esta lleno de baches, intento fijarme bien pero sin querer paso por uno, haciendo que la furgoneta se sacuda bruscamente y que todos se despierten por el brinco.

—¿¡Que pasó!?—pregunta Cody asustado.

—Nada, lo siento. Tuve que venir por otra ruta, el tráfico es un asco.—respondo seriamente.

—Papi, tengo hambre.—dice mi pequeña princesa.

—No te preocupes, mi niña, ya llegaremos a un lugar para desayunar.—le digo sacudiendo su cabello.

—Y más vale que te apures, Clock no está bien, está muy pálida.—dice Jeff.

Volteo rápidamente, Clock se ve mareada, con nauseas, además su piel está más pálida de lo normal. Toby la está abrazando mientras baja la ventana de al lado.

—Tranquila, Clock, pronto llegaremos a algún restaurante.—afirmo volviendo mi vista al frente.

—N...no te preocupes, Slender, estoy bien, solo no estoy acostumbrada a viajar.—responde mareada.

—Estás sudando frío.—menciona Toby preocupado.

—Se le bajo la presión.—dice Ann.

—Ann, ¿puedes revisarla?—pregunto mientras examino el GPS para buscar el puesto más cercano.

—Claro.—afirma e intenta levantarse.

—¡NO!—grita Clock. —Trabquila, yo voy.

Veo por el retrovisor como ella se levanta lentamente. Camina despacio apoyándose en los asientos. Me despisto por unos segundos y escucho como algo cae al suelo de la furgoneta. Cody, Sally y yo volteamos a ver rápidamente y vemos a Clock en el suelo.

—Se desmayo.—dice Ann y se agacha hacia ella.

—¡Clocky!—exclama Toby preocupado.

—Toby, ayúdame a medio acostarla en el asiento para que Ann la revise.—ordena Masky y Toby asiente.

—Papi, quiero que la tía Clocky esté bien.—dice Sally casi llorando.

—Lo estará.—afirmo y acelero la furgoneta.

Todos casi se caen por la velocidad a la que voy. Doblo las esquinas y de milagro la furgoneta no se voltea.

—¡CÁLMATE! Conduces como loco.—grita E. Jack.

No le tomo importancia y finalmente llegamos a una clínica cercana. Me estaciono y bajo para abrir la puerta de la furgoneta. Uno por uno bajan, Toby carga a Clock y entramos a la clínica. Inmediatamente nos atienden y esperamos media hora, por suerte, no perderemos el vuelo, pero importa más que Clock esté bien.

Al cabo de unos minutos, una enfermera sale y se acerca a nosotros. Todos nos ponemos de pie y Toby se acerca a ella.

—¿Como está ella?—pregunta preocupado.

—Está bien, solo tuvo un problema debido a que no desayunó. Pero se pondrá bien, les recomiendo que la lleven a comer y luego le den unos medicamentos que les daremos en este momento.—responde y todos respiramos aliviados.

Sanando tu corazón-Ticciwork Donde viven las historias. Descúbrelo ahora