Cap. 30

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Masky
Entreabro los ojos un poco y noto que ya es de día. Miro a mi lado y veo a Ann, dormida, su cabello cubre un poco su rostro. Lo aparto y le doy un beso en la cabeza, ella se despierta lentamente y al verme sonríe.

—Buenos días, preciosa.—digo en voz baja.

—Buenos días, lindo.—responde acariciando mi cabello.

—¿Como amaneciste?—pregunto acomodándola en mi pecho.

—Bastante bien, y ¿tú?

—A tu lado, todas las mañanas son lindas.—ella ríe un poco y me besa tiernamente.

—Me voy a bañar.—anuncia.

—¿Voy contigo?—pregunto emocionado.

—Bobo, iré sola.—responde riéndose.

—Bien, te veo al rato.—le doy un beso y me levanto de la cama.

Me pongo mis jeans rápidamente y camino hacia la puerta. Me volteo a ver a Ann y le lanzo un beso coquetamente, ella se muerde su labio inferior y sonríe coquetamente. Salgo de la habitación y me dirijo a la mía.

Entro a mi cuarto y me doy una no muy larga ducha. Lavo mis dientes y al terminar salgo. Busco en mi armario algo que ponerme, me pongo unos jeans básicos y normales y una camiseta azul oscuro. Me pongo mis zapatos y me arreglo un poco el cabello. Desconecto mi celular y salgo de mi habitación.

Al salir veo a lo lejos a Ann saliendo de la suya. Nos acercamos el uno al otro y al estar lo suficientemente cerca, la abrace y la bese tiernamente. Al separarnos, bajamos abrazados por las escaleras y nos dirigimos a la sala. Al llegar nos encontramos a Toby y a Clock riendo y un enorme desastre en el lugar.

—¡Hasta que apareces, Rogers!—comento dándole una palmada en la espalda.

—Hey, Masky...—dice sin terminar la frase.

—¡No empieces a joder!—exijo interrumpiendo sus palabras.

—Cálmate, mascarita. Solo te iba a preguntar, ¿¡Que rayos pasó aquí!?—cuestiona sorprendido.

—Es cierto, ustedes no estaban ayer, hicimos una gran fiesta.—responde Ann.

—¿Por?—pregunta Clock.

—Némesis se fue.—anuncio.

—¡GRACIAS!—exclama Toby arrodillándose y mirando al cielo.

—Que dramático eres.—opina Ann riéndose.

—Yo me uno a esto.—Clock se arrodilla y empieza a agradecer junto a Toby.

—Ustedes son tal para cual.—susurro y solo Ann me escucha por lo tanto se ríe.

—¿Que dijiste?—pregunta Toby.

—Nada, levántense, hay que ver cómo limpiamos este desastre.—ordeno y ellos dos se levantan.

—Pero, ¿donde está Slender?—pregunta Clock.

—Pues, supongo que dormido.—respondo encogiéndome de hombros.

—Y de muy mal humor.—continúa Ann.

—Ya imagino el escándalo que hicieron.—dice Toby poniendo los ojos en blanco.

—En fin, comencemos a recoger todo esto, ya veremos si todos se despiertan.—sugiere Ann y asentimos.

Comenzamos a recoger las latas, los vasos, las botellas, incluso las serpentinas que estos chicos tiraron. Algunas luces rotas, limpiar el piso, arreglar todo. Tardamos más o menos dos horas, hasta que por fin terminamos.

—¡Puff, por fin!—exclama Toby.

En ese momento, todos se comenzaron a despertar, algunos se agarraban la cabeza con fuerza. Lucían bastante cansados y demacrados, como si no hubieran dormido en días.

—¿Que pasó?—pregunta L. Jack.

—Ustedes se alocaron anoche.—responde Ann.

Todos comenzaron a reflexionar y a quejarse por el dolor de cabeza. En eso, escuchamos pasos por las escaleras, Slender y los niños entran. Los niños lucen bastante tranquilos, pero Slender camina con mucha pereza.

—Vaya, veo que arreglaron.—menciona sorprendido.

—No empieces, nadie está de humor.—dice Jeff frustrado.

—Ann, ve a la cocina y prepárales algo para la resaca, y a mi algo ligero, quiero dormir al rato.—ordena Slender.

—Por supuesto.—responde Ann.

Ticci Toby
Slender sale de la sala dejándonos solos. Ann y Masky se miran por unos segundos y luego se dan un corto beso. Todos los miramos sorprendidos, nunca pensamos que hubiera algo entre ellos.

—¿Desde cuando andan?—pregunta Zero.

—Apenas ayer, éramos muy discretos.—contesta Ann. —Iré a prepararles una sopa, vayan a bañarse y pónganse ropa cómoda.—ordena Ann.

Todos asienten y se paran con dificultad, algunos tambalean y otros caen al suelo, levantándose con mucha pereza. Todos se van y Ann se va con Masky a la cocina. Quedamos los niños, Clock y yo.

Ben se acerca al mueble debajo de la televisión y saca su PS5, conecta los controles y mete un disco. Él se sienta en el suelo y Sally junto a él. Clock y yo nos sentamos a verlos jugar un rato.

—¿Como te fue en el doctor, tía Clocky?—pregunta Sally sin despegar la vista de la televisión.

—Muy bien, pequeña, todo está bien.—responde Clock tranquilamente.

—Tío Toby, ¿a donde fuiste ayer?—pregunta Ben sin perder la concentración.

—Fui a ver unas cosas en la ciudad y me encontré a su tía, así que regrese con ella.—respondo mirando a Clock.

—Hacen linda pareja.—comenta Sally.

Clock y yo nos sonrojamos y nos separamos un poco el uno del otro.

—¡Ay, perdí!—exclama Sally.

—Nadie puede conmigo.—dice Ben orgullosamente.

En eso, los chicos comienzan a llegar, un poco más, como decirlo, ordenados. Todos usan ropa que parece pijama, y se sientan a ver a los niños jugar mientras esperamos que la comida esté lista.

Luego de unos minutos, empezamos a sentir el olor de la sopa, olía bastante bien. Nos levantamos y nos dirigimos al comedor, Ann y Masky están sirviendo la comida. Me siento al lado de Clock y al lado de Cody. En eso, llega Slender y se sienta en su lugar.

Ann le sirve un plato de ensalada César y él asiente en forma de agradecimiento. Comenzamos a comer en silencio, pero estoy seguro que Slender no tarda en regañar a estos tipos por alocarse.

—Ustedes no aprenden.—dice Slender. —A la próxima, me encargaré que la fiesta termine temprano.—advierte.

—Déjanos disfrutar.—pide Bloody riéndose.

—Disfruten adecuadamente, se comportan como un grupo de brutos.—espeta el Operador.

—Que aburrida eres, abuela.—se burla Puppetter.

—Te quedan divinas las rayas, doña Slendy.—ríe Cody.

—¡YO ME VISTO DECENTE PARA DORMIR!—dice golpeando la mesa.

—Ajá, esa pijama ridícula lo comprueba.—todos nos reímos por el comentario de Hoodie aunque Clock y yo seguimos sin entender.

—Mejor, cállense, coman, y se van a descansar.—dice frustrado y volvemos a reírnos.

Sanando tu corazón-Ticciwork Donde viven las historias. Descúbrelo ahora