Ellie volvió a mirar en su teléfono el mensaje que le había enviado Megan. Suspiró resignada y guardó su teléfono. No era un buen momento para hablar con la rubia y su cabeza daba vueltas en el dinero que necesitaba para conseguirse un buen equipo de abogados. Una vez de vuelta en el campus caminaba sin rumbo por los pasillos de la facultad. Dinero, dinero, dinero. Tenía una beca que le cubría sus estudios, parte del arriendo del apartamento y hacia pequeños trabajos de vez en cuando para cubrir sus gastos. Sin embargo ningún universitario, y menos si no tiene ningún apoyo financiero paternal, tiene los recursos para un equipo legal digno de defender un asesinato.
Siguió caminando, aula tras aula, dentro de aquella cabeza pelirroja maquinaba a todo ritmo un sinfín de soluciones a su problema. "Tutoría" leyó en un cartel mientras caminaba. Dejó de dar pasos y se detuvo a leer.
"¿Tienes problemas con macroeconomía? Llama al número abajo del cartel. Soy Henry, voy en tercer año de administración de empresas y estoy dispuesto a ayudarte."
No podía estar menos interesada en recibir una tutoría para macroeconomía, sin embargo le pareció una fantástica idea el ser ella la que diera clases sobre alguna materia que se le diera bien.
-¿Cuánto cobra este cabrón?- murmuró a sí misma mientras tomaba una de las tiritas con el precio y el número que colgaban del anuncio.
"$30/hr"
Treinta dólares la hora le venían genial. Tomó foto al anuncio para luego hacer uno similar de vuelta en su apartamento.
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Megan llegaba tarde clase. Apenas despertó recordó que estaba en el apartamento de Ellie y que encima se había despertado quince sagrados minutos más tarde de lo que se despierta normalmente. Buscó rápidamente con la mirada a Ellie, pero no la encontró en el apartamento. Encontró la nota que le había dejado, amargamente suspiró. Siempre era igual. Pasaban cosas que no debían pasar, se decían que no lo repetirían pero volvían al mismo punto.
Corrió al baño para tomar una ducha. Iba a robarle un poco de shampoo a Ellie pero se dió cuenta de todavía estaban las botellas de su shampoo que había dejado hace meses las muchas veces que pasaba días y días quedándose en casa de la pelirroja. Algo tan mundano como botellas de shampoo y acondicionador le produjeron una nostalgia tremenda. Ellie claramente no los usaba, seguían intactos. ¿Por qué no los había tirado?
Terminó de arreglarse y corrió a tomar un bus para ir a la universidad. Tenía clases a primera hora con Claire. Joder, Claire. Todavía no había resuelto las cosas con Claire.
-Chicos, hoy les entregaré un trabajo que necesito que me entreguen la próxima semana. Volvemos al tema de los retratos. Necesito que armen un portafolio completo con retratos, en los estilos que deseen, de una persona. Que refleje su ser, que refleje su personalidad. Den lo mejor de sí mismos.- dictaba el profesor.
-¿Podemos elegir cualquier persona para tomarle fotos?- preguntó uno de los estudiantes alzando la mano.
-No. Están hechas las parejas. Todos de aquí, del curso. Uno de ustedes posará y el otro sacará las fotos. La clave del modelo es... entender el otro lado de la fotografía. Analizarse a sí mismo. Pensar a la inversa. Sean creativos.- sacó la lista con las parejas.
-...Hernández y Truman, Clapton y Keegan, Moore y Kent, Parker y Cottrill.-
Megan rodó los ojos. Tenía que ser una broma. Definitivamente no era la manera en la que pensaba tener que reconciliarse con Claire.
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GREEN EYED 2 - The Fucked Up Tales
RomanceDespués del incidente en las bodegas el inicio del año universitario para Megan y sus amigos es inminente. Nueva gente, nuevos lugares y un cambio total en sus vidas. Cuando la libertad de Ellie pende de un hilo, deberán afrontar el duro futuro que...