O9: Insistir.

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—Pero también dijimos que estábamos abiertos a cambios —Felix intervino— de verdad sentimos algo especial con Heeseung y respondiendo a su pregunta; sí, estamos seguros

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—Pero también dijimos que estábamos abiertos a cambios —Felix intervino— de verdad sentimos algo especial con Heeseung y respondiendo a su pregunta; sí, estamos seguros.

—De acuerdo, bien —la expresión de Yunjin volvió a endurecerse— gracias al principio de autonomía del niño, y al tratarse de una edad adecuada, debe de intervenir un equipo interdisciplinario que haga evaluaciones y tengan especial atención en la opinión del cachorro.

—Comprendemos y estamos dispuestos a esperar lo que sea necesario —suspiró.

—Lo que sí podemos hacer es solicitar que se les concedan un par de salidas transitorias, ya saben, ir por algún helado, al parque o lo que crean pertinente. Eso sí, todo debe ser informado con antelación y con extrema atención a lo que Heeseung quiera.

Chan miró a Felix con el entusiasmo filtrándose a través de sus poros, claro que esa era una excelente noticia. El alfa menor besó la mejilla de su alfa y sonrió.

—¡Nos encantaría! ¿Qué debemos hacer? —Chan chilló.

—En primer lugar deben venir un par de veces más para que Heeseung se vaya acostumbrando a su presencia. Cuando eso suceda, una psicóloga se encargará de explicarle las cosas y, si tenemos mucha suerte, en un par de meses podrán aprobar el proceso.

Ese día la pareja se fue con una enorme sonrisa en sus rostros y la esperanza latiendo en sus interiores.

—¿Comprendes la magnitud de esto, alfa? —Felix chillaba emocionado sobre el regazo de Chan, ambos en la cama— ¡Podremos empezar a convivir como una familia!

Compartieron besos durante toda la noche e intercambiaron planes que pensaban podrían gustarles a Heeseung. Felix quería llevarlo al lago que se encontraba cerca de su casa y alimentar juntos a los patitos. Chan quería jugar fútbol con él o bailar en la sala, Felix ya planeaba recetas que podían hornear los tres juntos y Chan seleccionaba películas que creía podrían ser de su interés.

Se durmieron entre los brazos del otro, ambos soñando con una linda familia llena de amor y contención.

Las semanas continuaron pasando y con ellas las visitas al hogar de niños se hicieron más frecuentes. Incluso, como había dicho Chan en las primeras entrevistas, habían solicitado vacaciones por un par de meses a la espera de que la adopción fuera concedida.

En una de las tantas, mientras Chan peinaba el cabello de Heeseung, que resultó llegarle hasta los hombros y formar hermosos rizos negros, y al mismo tiempo Heeseung trenzaba el cabello de Felix, el niño les hizo una pregunta que por poco hace que ambos adultos se echaran a llorar ahí mismo.

—¿Ya eligieron el bebé que se van a llevar?

La pregunta fue formulada con toda la inocencia que un cachorro de 9 años aún lograba conservar pero con todo el dolor que el abandono puede causar.

Felix comenzó a tartamudear sin saber bien que responder sintiendo la mano de Chan apresar la suya con fuerza mientras respondía en medio de un suspiro:

—Encontramos a un niño muy especial.

En ese momento ambos juraron poder escuchar el corazoncito de Heeseung romperse un poquito más y enseguida Chan se apresuró a abrazarlo.

—¿Van a dejar de venir? —murmuró con la voz temblorosa— ¿me van a dejar acá solito?

—Claro que no, cachorro, no podríamos dejar de ver a nuestro chico favorito —Chan lo abrazó con fuerza, sintiendo a los segundos la mejilla del niño fregarse en busca del aroma amaderado.

Heeseung continuó sollozando por varios minutos en donde ambos adultos se encargaron de contenerlo y susurrarle palabras bonitas para que se tranquilizara. Sus feromonas protectoras se mezclaron sobre el cachorrito sacándole a cambio ronroneos suaves.

Ellos no comprendieron que al haberle dicho algo así, Heeseung en realidad había creido que iban a adoptar a otro niño e iban a dejarlo solo de nuevo. Sin embargo, y muy a su pesar, debían cumplir lo pactado con Yunjin. La psicóloga todavía no había hablado con Heeseung, por lo que ellos no tenían permitido revelar la verdad.

Ese día cuando regresaron a la casa Felix se la pasó abrazado a Chan. El menor ni siquiera quiso comer, por más que Chan le había insistido infinidad de veces.

—Nunca creí que sería tan complicado y doloroso, alfa —Felix fregaba su nariz en la fuente de aroma, consolándose a si mismo.

—No podemos darnos por vencido ahora, pequeño alfa. Si nosotros nos derrumbamos, ¿Qué queda para Chan?

Felix asintió mientras intentaba hacerse incluso más diminuto entre los brazos de su amado. El alfa tenía razón, esto ya no se trataba de su deseo egoísta de tener un hijo sino que ahora todo era sobre ese pequeño cachorro que todas las noches se iba a la cama con la esperanza de sentir en algún momento de su vida ese calor familiar del que se le fue privado tan vilmente.

Con las fuerzas renovadas decidieron que era momento de re-decorar la habitación.

Cambiaron la cuna por una cama individual de madera blanca y muchos cojines en tonos grises negros y amarillos. Buscaban que el amarillo resaltara entre todo, ya que era el color favorito de Chan.

También reemplazaron los cambiadores por muebles del mismo color llenos de libros, rompecabezas, y diferentes juguetes. Luego, cuando Heeseung estuviera con ellos, tendrían la posibilidad de ir al centro comercial para completar lo que fuera necesario.

De igual manera, colocaron repisas octagonales con algunas decoraciones, pero esperaban que Heeseung las llenara de premios, reconocimientos y figuras que le llamaran la atención.

En una de las esquinas, contrarias a la ventana, fue a parar un hermoso escritorio del mismo material destinado a tareas o cualquier cosa que requiriera mayor concentración.

Por último, una alfombra con una jirafa conformada por figuras geométricas cubría gran parte del suelo y una mesa de luz barnizada en un vibrante amarillo reposaba a un lado de la cama.

Terminaron sentados en el suelo, abrazados, sudorosos y felices mientras intentaban consolar en silencio a sus lobos, los cuales a cada segundo que pasaban lejos del niño sentían más y más el lazo tirante.

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Tramitando con esperanza ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora