O6: Noche de revelaciones.

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Chan estaba un tanto nervioso, algo que solía sucederle un poco más habitual de lo que acostumbraba

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Chan estaba un tanto nervioso, algo que solía sucederle un poco más habitual de lo que acostumbraba. Esa noche sería la designada para comentarles a sus amigos el porque de tanto misterio y desaparición de los últimos meses.

—Alfa, ¿este está bien? —Felix estaba arrodillado sobre una de las mesadas de mármol para lograr dar con el gabinete más alto donde guardaban las bebidas alcohólicas. Balanceaba entre sus manos una botella de vino en un vil intento de diferencias las diminutas letras plasmadas en la etiqueta frontal.

Al tratarse de una relación de prácticamente toda la adolescencia y juventud, poco les importaba la apariencia, por lo que Felix vestía un par de andrajosos pantalones de gimnasia, los más abrigados de su armario ya que el frío londinense estaba haciendo estragos, un gran suéter de lana pertenencia a su alfa y unos calcetines igual de felpudos.

Por otro lado, Chan tenía un juego de buzo y pantalón de algodón y sus pies enfundados en unas pantuflas que el castaño le había obsequiado en su último aniversario.

El encargado de la cocina, por obvias razones, era Felix con Chan como su ayudante. El menú principal se componía de carnes de diferentes cortes junto a papas gratinadas, siendo este el favorito de sus amigos.

Estaban demasiado ocupados riendo y tomando vino en la cocina que no se percataron de lo rápido que el tiempo había pasado. Cuando quisieron acordar, dos firmes golpecitos resonaron en la puerta de roble.

—Ese debe de ser Seungmin, ahora vuelvo —Chan besó la frente de su alfita y con copa en mano se dirigió al salón.

Un azabache, anteriormente rubio, enfundado en un grueso abrigo impermeable con dos botellas de alguna bebida alcohólica y su característica sonrisa aguardaba del otro lado.

—¡Mierda, está helando! —gruñó mientras empujaba al mayor para abrirse paso.

Un suspiró tembloroso escapó de entre los labios del alfa cuando por fin el calor hogareño lo envolvió. Quitó sus zapatos, quedando en solamente sus medias de patitos favoritas, y colgó el abrigo.

—Ven aquí, compañero, hace meses que no nos vemos.

Chan se acercó sonriendo mientras dejaba que el calor y el aroma de la menta lo envolvieran. Había extrañado tanto a ese alfa tonto.

—¿Cómo has estado, Seungmin? —inquirió.

—Todo bien, pero no más que tú. Tiene como un brillo especial en la mirada.

Seungmin lo miró con su típica perspicacia y Chan rogó que no fuera capaz de leerle la mente porque sino la sorpresa estaría completamente arruinada.

—Claro que no, déjate de tus payasadas.

—Voy a hacer como que te creo —Seungmin se encogió de hombros antes de girarse y encarar para el lado de la cocina— ¿pequitas?

Tramitando con esperanza ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora