19: Una navidad diferente.

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Esa mañana Heeseung había despertado sintiendo el ambiente diferente

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Esa mañana Heeseung había despertado sintiendo el ambiente diferente. No entendía muy bien porque su lobito estaba dando vueltas en su pecho y mucho menos el porque prácticamente le exigía que corriera a la habitación de sus padres.

Sin pensarlo demasiado, bajó de un salto de su cama y con su peluche de elefante apretado contra su torso recorrió el pequeño pasillo que lo separaba del par de alfas. No logró llegar demasiado lejos cuando se topó con su papi Felix saliendo a hurtadillas.

El alfa le hizo una señal de silencio con el dedo sobre los labios mientras estiraba su otra mano para que la tomara. Heeseung, confundido, decidió confiar en su papá menor y enredar sus deditos sobre los contrarios.

Cuando llegaron a la cocina tomó la iniciativa para indagar el porque tanto misterio.

—Papi, ¿qué sucede? mi lobito me hizo despertar temprano e ir con ustedes —murmuró cuando fue dejado sobre la isla de granito.

—Hoy es el cumpleaños de papá Chan, cachorro.

Felix parecía a punto de estallar de la emoción contenida. Sus ojos brillaban de una manera peculiar y su aroma danzaba en olas agradables alrededor de la habitación.

Heeseung tenía un breve recuerdo de sus padres comentándole que la fecha de cumpleaños del alfa mayor coincidía con la de noche buena. En el orfanato solían decorar un arbolito un tanto destartalado y con algunas ramas sin hojas y muy de vez en cuando recibían obsequios producto de las donaciones de anónimos. Definitivamente no eran las mejores navidades, pero lamentablemente eran las únicas que había tenido la desdicha de experimentar.

—Vamos a hacerle un desayuno de feliz cumpleaños y luego podemos darle el obsequio que escogimos junto con ese bonito dibujo que hiciste —continuó el castaño mientras sacaba ingredientes de las gavetas y ponía la sartén a calentar.

—¡Me gusta la idea, papi! ¿podemos incluir panqueques? ¡papá adora los panqueques!

—Claro que sí, cachorro. ¿Te gustaría ayudarme?

—¡Sí! —chilló emocionado antes de bajar de la mesada con un tanto de esfuerzo.

—Bien, entonces necesito que primero laves tus manitos... eso es. Ahora ven, vamos a preparar la masa de los panqueques.

Entre ambos unieron todos los ingredientes y mientras Heeseung rebanaba un par de fresas con cuidado, Felix se encargaba de preparar los panqueques en el fuego. Estaban a punto de terminar con el té y los detalles cuando un adormilado alfa de ojos celestes centellantes apareció en su campo de visión.

—¡Alfa! debías quedarte en la cama... se suponía que fuera una sorpresa —Felix colocó un diminuto puchero el cual fue acompañado de las feromonas desoladas.

—Buenos días, mi amor —le sonrió a cambio con esa bonita sonrisa resaltado entre el vello facial que Felix tanto amaba— ¿eso es para mi?

—¡Sí, papá! desayuno de feliz cumpleaños —respondió a cambio Heeseung.

Tramitando con esperanza ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora