Justo cuando estaba durmiendo, escuché una explosión. Me levanté rápidamente a ver qué ocurría; una vez salí, vi a Sukuna salir de su prisión y parecía estar hablando con una chica que se hallaba arrodillada ante él. En mi interior, supuse que esa debía ser Uraume, la que aparecía con él en los libros. Decidí avisarle a los estudiantes para que permanecieran tranquilos, sin embargo, una mano me cubrió la boca repentinamente y con fuerza.
Sukuna: (le coloca la otra mano en la garganta) Si te mueves o intentas luchar, te cortaré la garganta.
Esmeralda: (se queda quieta)
Sukuna: (tono amenazador) Ahora, me devolverás mis dedos y vendrás conmigo.
A la fuerza llevé a Sukuna hasta mi habitación. Quité el sello del cuadro y saqué los dedos que se encontraban allí. Se los entregué y se los comió. Me quedé quieta aguardando la llegada de Gojo. Por alguna razón, salió del cuarto y aproveché ese momento para sacar mi celular y el cargador. Los metí en el bolsillo de mi pijama; de ese modo, podría avisarle a los chicos si algo me llegaba a suceder. Unos minutos después, regresó y volvió a tomarme como rehén. Me llevó afuera.
Uraume: Mi señor. Los preparativos están listos.
Sukuna: Excelente, Uraume. Necesito que duermas a esta mocosa, nos vamos.
Uraume: Entendido, señor Sukuna.
Para mi suerte, Gojo había aparecido. También estaban los estudiantes, que se veían muy somnolientos y con los ojos hinchados. La sirvienta de Sukuna, se puso de pie y me tocó la frente haciéndome dormir. Nunca supe qué pasó después. Lo último que vi fue a Sukuna secuestrar a Megumi. Desperté en un lugar desconocido. Estaba oscuro, pero entraba luz por varias ventanas. Llevaba un camisón blanco, y no tenía zapatos.
Esmeralda: (aún medio dormida) ¿D-d-d-d-donde...?
Escuché pasos y volví a cerrar mis ojos. Unos minutos después, sentí una mano golpeándome la cara. Abrí lentamente los ojos y vi a Sukuna.
Sukuna: Despiértate ya, mocosa malcriada.
Esmeralda: Hmmm...(medio dormida)
Sukuna: (la levanta bruscamente) Ven.
Esmeralda: Hmm (camina con dificultad)
Me llevó a una especie de sala y me indicó que me sentara en una de las sillas que había allí. Se veía todo muy medieval. Sukuna me tocó la frente nuevamente y recuperé la consciencia por completo.
Esmeralda: ¿Dónde estamos?
Sukuna: Eso no te incumbe.
Se fue y me dejó sola. Me quedé observándolo todo. Tenía un aspecto antiguo y medieval, también se veía bastante tétrico. Habían unas mesas con floreros con forma de calavera, y las flores eran rojas y negras. Eran bonitas. Unos minutos después, apareció Sukuna nuevamente con su criada al lado. Ambos entraron y cerraron la puerta.
Uraume: Tienes una cita con el señor Sukuna.
Esmeralda: (confundida) ¿Cita?
Uraume: Él tiene un asunto que hablar contigo.
Esmeralda: Hmm (dudando) vale (se sienta)
Sukuna: Necesito que crees una sala especial para mí. A partir de ahora, vas a trabajar para mí. No te puedes oponer porque tu poder difiere del mío por mucho, y si lo intentas, quien pagará las consecuencias será Megumi.
Esmeralda: Eso podría tardar unos días.
Sukuna: Eso no importa. Sólo hazlo. ¿O es que acaso quieres que tu amigo muera?
Esmeralda: No, ya me pongo a hacerlo. (nerviosa)
Sukuna: No pienses en crear algo para escapar. Estamos en las Torres Baldías, estamos en medio de la nada. No hay civilización en kilómetros. Uraume te traerá la comida más tarde. Si te portas bien, tal vez te deje ver a Megumi.
Uraume me hizo un gesto para indicarme que me fuera. Una vez estábamos en el pasillo, Sukuna volvió a hablar.
Sukuna: Uraume, muéstrale el lugar y donde va a trabajar.
Uraume: Sí, señor (se inclina respetuosamente) Ven conmigo, Esmeralda.
Esmeralda: Está bien.
El lugar era grande y ciertamente imponente. Nos detuvimos en un balcón y pude comprobar que era cierto. Sólo se veía bosque por todos lados. El cielo estaba nublado y había nubes oscuras en la distancia, por lo que pronto llovería.
Esmeralda: ¿En qué parte de Japón estamos?
Uraume: En lo más profundo de los bosques.
Esmeralda: Hmm.
Uraume: Ven, te enseñaré tu lugar de trabajo y descanso.
Entré a mi habitación. Era simple y había una mesa de trabajo. Las ventanas eran pequeñas, evidentemente, para evitar mi escape. El clima era bueno. Uraume se despidió de mí y me dejó encerrada con mis pensamientos. No podía ir a ningún lado, Sukuna tenía 11 dedos de poder y podría aniquilarme cuando quisiera, el combate cuerpo a cuerpo se me daba horrible. Más tarde cené y me fui a dormir. A la mañana siguiente, me desperté, me bañé a duras penas en una tina, me coloqué a la fuerza un kimono y salí.
Uraume: Buenos días, el señor Sukuna la está esperando. Quiere hablar con usted.
Esmeralda: (asiente con la cabeza)
Bajé a un comedor y lo vi sentado mirándome de arriba a abajo. Parecía estar examinando lo que me había puesto.
Sukuna: Tch, aburrida. En fin, tus labores son, pero no se limitan a los siguientes: preparar la comida, cuidar a Megumi y asegurarte que no muera, crear lo que yo te pida. Pensaba pedirte que fueras a verme en la noche, pero eres demasiado insípida para mi gusto.
Esmeralda: Entiendo. (en su mente) "Menos mal, hacerlo con él debe ser el mismísimo infierno"
Me sentí aliviada, sobre todo por lo último. Me salvaría de perder mi virginidad de una forma violenta y sucia. Me excusé y empecé a prepararme algo para desayunar.
Espero que les haya gustado <3
No spoilers del manga
Nos vemos en la próxima parte.
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Si yo estuviera en Jujutsu Kaisen
FanfictionSoy Esmeralda, y sólo haré un fanfic acerca de Jujutsu Kaisen, como si yo estuviera en la serie. Cabe aclarar, que NO habrán spoilers del manga ni de la segunda temporada.