El dedo de Sukuna

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A la mañana siguiente, me desperté por unos ruidos muy extraños. Molesta y con los ojos hinchados del sueño, salí de la habitación. Se oían cosas caerse al suelo y vidrios romperse, por lo que bajé por el ascensor y llegué a la recepción. Todo era un jodido caos. Choso y Jogo estaban luchando contra una enorme maldición.

Jogo: Oye, ¡Esmeralda!, ¡ven a echarnos una mano!

Esmeralda: (bosteza) Acabo de levantarme y tengo hambre. Déjame y busco a...

En ese momento, apareció Sukuna, quien acabó fácilmente con la maldición, dejándonos asombrados a todos. Cuando el espíritu maldito desapareció, un dedo de Sukuna apareció. Él iba a agarrarlo, pero se quemó la mano al tocarlo.

Sukuna: ¡Maldición!, ¿por qué carajo no lo puedo agarrar? (mira a Esmeralda) ¡Mocosa malcriada!

Esmeralda: ¿Qué demonios quieres?

Sukuna: Ven y revisa mi dedo, por alguna razón, no lo puedo tocar.

Esmeralda: (suspira) Ya, está bien.

Me acerqué al dedo y lo tomé. No me quemó la mano, pero si sentí un cosquilleo. Sukuna empezó a atosigarme de preguntas. Tuve que aguantarlo hasta después del desayuno. Volvimos a la habitación y nos dispusimos a analizar el dedo que encontramos.

Sukuna: ¿Cómo es posible que no pueda consumir mi propio poder?

Esmeralda: Cálmate hombre, déjame ver qué es lo que sucede.

Sukuna: Seguro fue un plan de mi supuesto "hermano".

Ryohei: ¿perdón?, pero he estado meditando aquí todo el tiempo, por lo que no deberías echarme la culpa.

Sukuna: ¿Eso es cierto, Fushiguro?

Megumi: (asiente con la cabeza) Sí.

Esmeralda: Hmm, creo que ya sé qué es lo que pasa.

Sukuna: ¿A ver?

Esmeralda: Hay un sello en tu dedo. No es visible, pero está allí. Y es de un nivel muy alto, parece ser obra de algún hechicero o espíritu maldito.

Sukuna: ¿¡Qué!?

Ryohei: Deja de gritar, tampoco es para tanto. Sólo desharemos el sello y ya.

Sukuna: (silencio que se desespera)

Esmeralda: Hmm, no creo que sea tan fácil (usa energía maldita, pero es absorbida) Parece que este sello absorbe energía maldita y así fortalecerse de alguna forma. Por tanto, quien sea que lo haya hecho, es la única persona o ser que puede deshacerlo.

Sukuna estaba a punto de decir algo, pero Jogo y Choso le taparon la boca. Tardó unos treinta minutos en tranquilizarle y en sentarse a pensar en un plan. Megumi y yo seguimos analizando el sello que se encontraba alrededor del dedo. Lo único que hacía era absorber energía maldita y "proteger" el dedo, pero no impedía la atracción de las maldiciones hacia él. Creé un amuleto sagrado y lo coloqué alrededor del dedo, de ese modo, no atraeríamos enemigos ni atención indeseada. Decidí ver la televisión, y en las noticias, estaban hablando de lo ocurrido en el hotel y que varias personas habían sido hospitalizadas por una enfermedad desconocida.

Choso: ¿Tendrán esos incidentes algo que ver con el dedo de Sukuna?

Esmeralda: El del hotel, sí. Lo de las hospitalizaciones, no creo, a no ser que alguna de las víctimas haya consumido un dedo.

Sukuna: ¿Es que la gente es idiota?

Esmeralda: Sukuna, pedazo de animal, no todos son hechiceros y gran parte de las personas no conocen la existencia de las maldiciones y no pueden verlas.

Sukuna: Entonces son unos débiles.

Esmeralda: Desde cierto punto de vista lo son, pero tampoco es para insultarles, ellos no pidieron enfermarse, ignorante.

Y luego empezamos a discutir como siempre. Choso se fue a jugar monopoly con Megumi. Jogo y Ryohei nos observaban discutir mientras se reían. Un par de horas después, almorzamos e hicimos turismo por Kyoto. En la noche, volvimos a hablar sobre los posibles candidatos que habrían sellado el dedo de Sukuna.

Jogo: ¿Qué tal el impostor del que nos habías hablado aquella vez?

Esmeralda: Es probable, aunque no sé si haya sobrevivido a los ataques de Sukuna; estaba muy enojado porque alguien tomó su lugar.

Sukuna: Obviamente iba a estarlo, estaba en mi derecho.

Megumi: ¿Y la tal Yukiko?

Esmeralda: También es una posibilidad, aunque no sé si siga por ahí. No parecía tener intenciones de actuar en contra de Sukuna, es más, estaba enamorada de él y le hablaba con un tono asquerosamente meloso.

Choso: Podía ser una farsa.

Esmeralda: Eso es cierto, había una parte de mí que pensaba que su actitud era fabricada, sin embargo, no pude aprender mucho de ella. Ni siquiera llegué a conocer sus poderes.

Choso: ¿Y Tristán?

Esmeralda: Él nos ayudó, pero me contó que Sukuna le desagradaba.

Sukuna: Yo también lo detesto, mocosa malcriada.

Esmeralda: De eso no hay duda alguna, tú odias a todo el mundo, animal.

Sukuna: Pues yo te odio más a ti, mocosa desquiciada.

Esmeralda: No, yo te odio más.

Sukuna: Yo te odio más.

Esmeralda: Yo te odio más.

Sukuna: Yo te odio más.

Esmeralda: Yo te odio más.

Sukuna: Quedas expulsada del grupo.

Esmeralda: Mentira, Sukunita, te quiero mucho.

Sukuna: ¿Cómo me dijiste?

Choso: Ya paren. Es súper obvio que se odian, no hace falta que nos lo repitan. 

Megumi: Coincido con él.

Esmeralda: Está bien. Prosigamos.

Jogo: ¿Gojo Satoru?

Esmeralda: ¿Y él por qué haría eso? Él no tiene forma de saber dónde están todos los dedos de Sukuna.

Sukuna: ¿Y qué hay de ti?

Esmeralda: ¿Y por qué me acusas a mí?

Sukuna: Siempre la has tenido contra mía, me insultas; además, ayer te fuiste con Fushiguro y no me dijiste nada.

Esmeralda: Eso fue por un asunto personal; por otro lado, no lo puedo tener encerrado aquí en el hotel por siempre, tengo que sacarlo para que se entretenga.

Megumi: Eso es verdad.

Sukuna: (gruñe del estrés) Te tengo en la mira, mocosa degenerada.

Esmeralda: Lo que digas. ¿Y qué tal Uraume?

Sukuna: Uraume es mi sirvienta más leal, jamás haría algo así.

Esmeralda: Cierto, pero desapareció después de la pelea en las torres. Quién sabe dónde estará ahora. ¿No que la habías castigado?

Sukuna: Sí lo hice, pero eso no significa que no sea leal. Además, ella no puede hacer nada sin que yo lo permita. Sus poderes existen porque así lo quise yo.

Esmeralda: Hmm, ya veo. No obstante, cabe la posibilidad de que algunas habilidades sean de ella.

Sukuna: Eso es cierto, mocosa malcriada.

Esmeralda: En fin, ustedes vayan a jugar monopoly, iré a ver videos en youtube.


Si yo estuviera en Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora