𝙃𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙖𝙨𝙩𝙧𝙤𝙨 ★ 𝙃𝙚𝙚𝙃𝙤𝙤𝙣

two.

Luego de un largo viaje a pie hasta la casa, lograron llegar.

Desde que salieron del bar, estuvieron discutiendo todo el camino, y no sobre lo que pasó hoy, se echaron a la cara todo lo que tenían guardado hace 10 años.

— Solo eres un inmaduro Sunghoon, un infantil. No sabés hacer nada por tu cuenta, siempre tiene que estar tu padre atrás tuyo, salvandote de las cagadas que te mandas.

Mientras escupía esas palabras que, sin saberlo, lastimaban en realidad al rubio menor, abrió la puerta de su casa y entró arrastrando al otro.

— ¡Ja! Eres solo un envidioso, Heeseung. – antes de poder seguir, el mayor lo interrumpió una vez más.

— Además de inmaduro, irrespetuoso.

— Gánate mi respeto, hasta entonces, no te diré nunca "hyung".

Heeseung soltó el brazo de Sunghoon únicamente cuando ya estaban adentro, en el living de la casa.

— Vete a dormir, ya te pasaste tu horario, bebé.

— Ah no, yo no me iré aún, tengo cosas que decirte. – Sunghoon se plantó en el medio del living, cruzando sus brazos.

— A ver, ¿que tiene para decir el principe de la casa? – con cansancio se acercó al menor, parándose frente a él.

— Escúchame bien, Lee Heeseung. No quiero que digas otra vez que mi papá tiene que estar salvando mi culo a cada segundo, yo sé bien lo que hago, y si él se entromete, es porque se preocupa por mí. No cómo... tú padre.

— Se nota que no entiendes nada, pequeño idiota. Si mi papá no me anda vigilando cada vez que salgo, es porque confía en mí. — la gran mano de Heeseung agarró con fuerza la mandibula del alfa menor. — Yo no me meto en problemas, cómo tú, mi papá no tiene porque preocuparse. Además ya soy mayor de edad, tú sigues siendo un bebé.

— ¡No soy un bebé! —. las manos del rubio se apretaron al rededor de la muñeca del mayor.

— Definitivamente no eres un bebé, eres peor que ellos.

Heeseung soltó su mandíbula únicamente para volver a agarrar su brazo, llevándolo a empujones hasta su cuarto.

— Ahora cerraras la boca y te irás a dormír.

— No puedo dormír acá, papá creé que estoy con Yeonjun. — dijo Sunghoon, un poco más calmado.

— Ese no es mi problema, niño.

— Sí lo es, desde que me sacaste del bar y me alejaste de Yeonjun, se convirtió en tu problema también. — Sunghoon se paró frente al mayor.

— Eres un...ahg. — Heeseung se rascó la nuca con notable frustración. — Bien, haremos ésto. Mañana le dirás a tu papá que te sentías mal, te dolía la panza, y me llamaste para que vaya a buscarte.

— Ambos sabemos que no van a creerlo.

— ¡Solo haz lo que digo! o, ¿acaso quieres que le cuente que te encontré en un bar para mayores de edad?

— Yo...

— Eso pensaba. Ahora, actúa cómo un enfermo y listo. No debe ser tan complicado para tí, siempre lo haces para no ir al colegio.

— ¡No sé puede estar ni un segundo en paz contigo! te odio, eres tan estresante.

— Yo debería estar quejándome, me arruinaste la noche. — reclamó el mayor.

— ¡Tú me arruinaste la noche! Yo...— Sunghoon lo pensó por unos minutos. — ¡Yo iba a tener relaciones con esa omega!

La risa que soltó Heeseung lo enfureció.